Tiene 35 años y busca a su familia biológica en Comodoro

COMODORO RIVADAVIA - María Eugenia García Docampo nació el 8 de diciembre de 1982 en la Clínica Santa Isabel de esta ciudad, institución que con el tiempo se transformó en una Clínica Oftalmológica. Fue dada en adopción y hoy a 35 años busca comunicarse con cualquier persona que pueda aportar datos sobre sus padres.

La mujer cuenta con una partida de nacimiento en la que figuran como progenitores sus padres adoptivos: Diego García Docampo y Liliana Loiacono. Sin embargo, más tarde supo que era adoptada, aunque nunca tuvo contacto con su familia biológica y cree que su adopción fue ilegal.

Actualmente, María Eugenia vive en Estados Unidos, donde reside desde hace 17 años, y comenzó la búsqueda de datos a través de internet luego del fallecimiento de sus padres y la necesidad de conocer su verdadero origen, informó diario Crónica.

“Yo me di cuenta sola de que era adoptada. No sé cómo explicarlo, pero se siente como si no te encontraras en los ojos de nadie de tu familia, aunque los ames con todo tu ser y sientas que ellos también”, expresa María Eugenia.

“Mi papá murió cuando yo tenía 13 años. Nunca aceptó que yo necesitaba saber. Mi mamá murió hace poco y por más que le pregunté mil veces sobre mis orígenes, nunca me dio más que lágrimas y mentiras”, cuenta la joven.

Según pudo saber, el Padre Corti fue el nexo entre su madre biológica y sus padres adoptivos, ya que su padre, Diego García Docampo, era capitán de la Fuerza Aérea, institución en la que el sacerdote fue capellán durante muchos años.

“Un día mi mamá me dijo que me entregó el Padre Corti. Alguien de la familia dijo que yo costé mucho dinero. Otro día mi mamá dijo que ellos estuvieron esperando en la sala de al lado a que yo naciera; pero en otra oportunidad dijo que a eso de las 4 AM llamaron para avisar que ya había nacido”, relata.

Sus padres adoptivos le dijeron que no conocían la historia de su madre biológica, pero sí le aseguraron que monitorearon el embarazo y la salud de la mujer.

“No tengo nada más que esos datos y un certificado de nacimiento original falsificado, porque dice que mis padres legítimos son Diego y Liliana”, comenta María Eugenia, quien aclara que “yo no estoy enojada con mi familia, la que me crió. Es más, los amo; pero ya no están así que es hora de buscar mi verdadera identidad”.