Este miércoles por la tarde, trabajadores del arte y la cultura de Comodoro protestarán contra la Ley Ómnibus. El encuentro será a las 18 horas en la Plaza de Escuela N°83 y solicitan a las personas, asistir con ollas, cacerolas, instrumentos y carteles. 

Cabe recordar que la normativa intenta eliminar el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro. Además de desfinanciar el Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y el Instituto Nacional de la Música (INAMU). Además, a fines de diciembre, se realizó una jornada cultural en rechazo a la ley propuesta por el Gobierno Nacional

Artistas y gestores culturales protestaron en contra del DNU este miércoles por el centro de Comodoro. Video: Enzo Antoniazzi.

Lo que nos convoca es esta urgencia de oponernos a esta Ley Ómnibus porque entre tantas cosas deroga la Ley 24.800 que creó el Instituto Nacional del Teatro y otros organismos artísticos”, expresó a LU4,Gonzalo Dato, del Teatro Actitud Pandora.

“Por ejemplo el Instituto Nacional del Teatro se financia con sus propios medios y recibe el 10% de la pauta de televisión y radio más el 1% de lotería, con esos fondos se arma un presupuesto aprobado por el Congreso y los representantes en cada región reciben un porcentaje que se utiliza para activar los programas de ayuda para los hacedores culturales y los festivales. Es decir que estos fondos no surgen de los impuestos y los organismos son autárquicos que son auditados por el Estado”, explicó.

"Los subsidios del INT no son sueldos, generan trabajo". Video: Enzo Antoniazzi

EL IMPACTO DE LA LEY ÓMNIBUS EN LA CULTURA

Con respecto al cine, se proponen modificaciones en el Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (INCAA) por lo cual el organismo tendría menos ingresos. Además, el proyecto de ley pretende la eliminación del financiamiento que se obtiene actualmente a través del Ente Nacional de Comunicaciones por la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una de sus principales fuentes de recursos para el INCAA. 

En cuanto a la música, el Instituto Nacional de la Música (Inamu), seguirá funcionando, pero será de forma descentralizada. Del mismo modo que con el Incaa, el proyecto propone la supresión del financiamiento fijo derivado de la carga impositiva prevista en el artículo 97 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El artículo 25 del texto propuesto dispone: “Los fondos destinados al Inamu serán propuestos y asignados por la Secretaría de Cultura de la Nación u organismo que en el futuro la reemplace, dentro del Presupuesto General de la Nación”.

La normativa intenta eliminar el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro Foto: captura de video (@actitudpandora, @majojuncos)
La normativa intenta eliminar el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Teatro Foto: captura de video (@actitudpandora, @majojuncos)

Preocupados por estas medidas, desde el Inamu y la UMI, emitieron un comunicado: “Desde UMI vemos con gran preocupación el avasallamiento que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei de los consensos alcanzados durante años en la actividad Cultural”. “En el caso particular de la cultura, esta propuesta legislativa trasformaría al INAMU que es un Ente Público. La aprobación del proyecto sería el certificado de defunción de la experiencia de fomento más federal, transparente y participativa de la actividad cultural”, precisaron.

En tanto, la normativa también afecta a las bibliotecas populares y librerías independientes. De esta forma, se prevén cambios en la ley 23.351 que regula la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), el organismo fue creado por Domingo Faustino Sarmiento en 1870, para fomentar la creación y el desarrollo de las bibliotecas populares que difunden el libro y la cultura.

Asimismo, desde la Cámara Argentina de Librerías Independientes (CALI) repudiaron la intención de derogar la Ley 25.542 y advirtieron el peligro que supone para el ecosistema librero, para la industria del libro en su conjunto y para sus destinatarios, lectoras y lectores. En este sentido, revelaron que “con la derogación de la Ley 25.542, propuesta por el actual gobierno, la industria del libro queda en manos de unos pocos que, en la medida en la que sus posibilidades económicas se lo permitan, monopolizan y destruyen una industria que, en los últimos años y en el marco de esta ley, ha crecido, se ha profesionalizado y es modelo para otros países de América Latina”.

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