Trabajar desde casa: estrategias para ser productivo en tiempos de coronavirus
El Gobierno Nacional suspendió las clases y las actividades con público hasta el 31 de marzo. Al mismo tiempo, las empresas avanzan con el teletrabajo, algo a lo que no muchos argentinos están acostumbrados. El trabajar desde casa suele traer algunos desafíos que ponen en jaque nuestra productividad.
CAPITAL FEDERAL - Tras la llegada del coronavirus al país, y luego del anuncio de las medidas nacionales de cerrar fronteras, suspender clases y eventos con público, y reducir lo más posible las salidas del hogar, muchas empresas comienzan a plantear al teletrabajo para que algunos de sus empleados eviten trasladarse por la ciudad, sin que su actividad laboral se resienta.
En varios países del mundo no es nueva la idea del "home office" como solución para que los trabajadores que -por algun motivo de salud o circunstancial- no puedan acceder a sus lugares de trabajo puedan desarrollar sus tareas sin que la actividad de la empresa se vea afectada.
Pero... ¿todos pueden implementar el home office?
En este contexto, desde multinacionales hasta organizaciones más pequeñas comienzan a evaluar la posibilidad de que sus empleados trabajen desde su casa. Y es allí donde notan la falta de plataformas o protocolos que faciliten esta transición.
Si bien no todas las áreas de una empresa pueden ser manejadas a distancias -algunas tareas requieren a los operarios en el lugar de trabajo, por supuesto- muchas otras áreas de la administración o gestión de ventas, por ejemplo, pueden llevarse adelante desde cualquier computadora con una buena conectividad.
Según reseña El Cronista, incluso las organizaciones más anticuadas están considerando adoptar las nuevas formas de trabajo remoto y empiezan a liberar a los empleados rehenes en oficinas sin ventilación, sin desinfección cotidiana y sin medidas de prevención para que, por fin, pueda instaurarse la posibilidad del trabajo a distancia y más flexible.
Una oportunidad para focalizarse
Trabajar desde casa -aunque tiene sus propias distracciones- permite mantenerte más enfocado fuera del ruido de la oficina. Evitás aparentar estar a mil ante tu jefe, y esas conversaciones y personas tóxicas que malogran el ambiente de la oficina y te desgastan.
La clave es dejar el celular de lado hasta terminar la tarea que iniciamos, tomatar pausas de 10 minutos - para cerrar los ojos, respirar, preparar un mate antes de seguir-, podes elegir a tu gusto la música que más te motive y levante tu energía.
Mejorar la productividad
Aunque al principio puede ser difícil organizarse sin la presión de ser observado sobre el hombro concluir alguna tarea, o sin responder ante los requerimientos de último momento de un jefe.
Si bien puede llevar algo de tiempo acostumbrarse a estar apenas conectado con tu líder, tu equipo y tus compañeros por teléfono, skype o mail, el trabajar desde casa puede enseñarte a organizarte mejor, a resolver todos los asuntos pendientes, a responder rápidamente los mails.
Pero sentirte demasiado libre es un arma de doble filo: si bien ya no sentirás una presencia constante presionando para ver la tarea realizada, tampoco tendrás excusas para mostrar lo que estás o no estás haciendo. Pero las tareas que no sean concluidas a tiempo dejarán en evidencia tu falta de habilidad para trabajar en equipo de modo remoto.
Sobrevivir a la convivencia
Probablemente el desafío mas grande no sea evitar el contagio, sino sobrevivir a una convivencia de casi 24 horas dentro de tu hogar, durante varios días.
Pareja, hijos, padres, hermanos; todos los vínculos que amamos y que nos resultan indispensables para nuestra felicidad pueden conspirar contra nustra productividad.
En este sentido, la sugerencia es que actives tu propio protocolo de emergencia. Para eso, El Cronista menciona la implementación de reglas especiales para el nuevo formato de convivencia 24x7 con tu pareja, hijos, familia o amigos. Es clave que sean conversadas, acordadas y cumplidas, empezando por vos.
Para que trabajar en casa no impacte en tu vida personal, es preciso que busques un lugar específico donde instalarte cada día y que sostengas las rutinas productivas apropiadas, aunque con un lógico margen de flexibilidad.