Un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya trajo a residentes argentinos desde Israel a Europa
Es el segundo viaje que realizan en el marco de una misión humanitaria y de las 155 personas también había pasajeros españoles y peruanos.
Un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya trajo a residentes argentinos desde Israel a Europa. Es el segundo viaje que realizan en el marco de una misión humanitaria y de las 155 personas también había pasajeros españoles y peruanos.
El avión Hércules voló desde el aeropuerto de Tel Aviv, con destino a Madrid, donde puso a resguardo a las personas. De esta manera, la situación generó satisfacción en el país oriental.
“Gracias a nuestros tripulantes. Orgullosos de ustedes”, expresó Javier García ministro de Defensa de Uruguay en sus redes sociales. Cabe señalar que en el vuelo, viajaron 25 niños.
Asimismo, en diálogo con Canal 4, sostuvo que “estamos muy felices de haber cumplido esta misión en un momento de tanto dolor, tanta rabia, tanta guerra”.
También se conoció que fue el último vuelo desde Uruguay, teniendo en cuenta que se agotaron las solicitudes enviadas a la Cancillería para volar. Por este motivo, aceptaron ayudar y trasladar a pasajeros de otras nacionalidades. Además de recordar el pedido de “cooperación internacional”.
LA PROGRAMACIÓN DEL VUELO
Por otra parte, Martín Campoamor, el comandante del Hércules de la Fuerza Aérea, dio detalles del vuelo en Informativo Carve. En ese sentido, sostuvo que la organización fue rápida. De esta manera, surgió la idea del vuelo y en tan solo 24 horas, tenían el permiso para volar.
En tanto, el vuelo a Madrid duró 20 horas y desde allí, fueron hacia Tel Aviv. Luego, hacia Israel, el viaje duró siete horas y media. Además, remarcó que la Fuerza Aérea de Israel les otorgó el tiempo necesario para permanecer en la zona, teniendo en cuenta los posibles ataques de misiles.
Campoamor se refirió a los pasajes y sostuvo que “estaban deseando salir de ahí por lo que estaban viviendo”. Si bien el Hércules no es un avión comercial, todos estaban totalmente agradecidos y cada vez que nos veían en la cabina tenían palabras de agradecimiento y aliento. Para nosotros, más que un deber y una obligación, es un honor y un orgullo.”