Un fallo de la Justicia de Córdoba reconoció a los perros como “seres sintientes”, a partir de una causa que investigó la matanza masiva de 211 animales en 2013 por parte de la Municipalidad de la ciudad de Dean Funes. Como consecuencia cayó una condena sobre 5 empleados municipales y el intendente de ese entonces. 

En las sentencias, los jueces incorporaron el concepto de “seres sintientes” para ampliar el derecho animal. Los magistrados consideraron que los perros son “seres sintientes”, es decir, que son “seres vivos con capacidad de sentir, sufrir el dolor y disfrutar del placer, independientemente de si tienen capacidad de razonar como un humano”.

La condena toma conceptos de otros fallos anteriores como la Orangutana Sandra, conocida mundialmente porque un tribunal argentino le concedió un habeas corpus, reconociéndola como persona no humana y ser sintiente, ordenando al zoológico de Buenos Aires que la liberasen. 

Según explicó la abogada María Celeste Rinaldoni, especialista en derecho penal y docente de la facultad de derecho en diálogo con Canal 10 Córdoba, “Cuando hablamos de animal no humano significa que tienen la capacidad de sentir. Ya nadie duda que los animales sienten dolor, placer, estrés, angustia”. La especialista retoma las palabras del filósofo Peter Singer, referente de Liberación Animal, quien explica que "si el ser humano se va a valer de los animales para consumo, transporte, hay que procurar que en esa utilización que hacemos los seres humanos esto seres vivos no sufran”.

Según explicó Rinaldoni, en el fallo de la ciudad cordobesa hay una evolución en derecho animal: se utiliza el concepto seres sintientes, el término persona no humana, sujeto de derecho. El suceso tuvo lugar el 28 de abril de 2013, cuando los empleados municipales repartieron albóndigas de carne mezcladas con un potente agrotóxico, lo que produjo la intoxicación y muerte de los animales. 

El fallo también retoma declaración de Cambridge de 2012, donde trece neurocientíficos de destacadas instituciones concluyeron con evidencia cientifica en un manifiesto que si bien algunos seres de la tierra no tienen Neocórtex, se concluye que si tienen conciencia. “No solamente tienen conciencia de si mismos sino de todo el entorno que los rodea”, explicó la especialista. 

A este concepto también se le suma la diferencia en materia jurídica, “hablamos de los animales como sujetos de derecho: significa que nosotros no podemos seguir jurídicamente considerándolos cosas como se los considera en el código civil. Se les tienen que otorgar derechos básicos que deben ser reconocidos”, finalizó. 

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