Un grupo de especialistas automatiza respiradores manuales utilizando materiales reciclados
Se trata de 11 profesionales de distintas áreas que hace dos semanas trabajan en un prototipo de respirador automatizado. Para hacerlo utilizan equipos manuales, física y programación. El sábado entregarán el primero y aseguran que con insumos podrían fabricar hasta tres por semana. Desde casa vos podés colaborar con ellos y ser parte esta acción solidaria en medio de la pandemia.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Si vos estás leyendo esta nota y estás por tirar una impresora o una fotocopiadora, no lo hagas: donala y podrás ayudar a construir respiradores automatizados que ayudarán a pacientes infectados con coronavirus.
En Comodoro Rivadavia, ciudad que este martes registró su primer caso positivo de Covid - 19, un grupo de 11 profesionales, de distintas áreas, hace dos semanas comenzó a construir un prototipo de respirador automatizado y el próximo sábado podría hacer la primera entrega al Hospital de Rada Tilly.
Por estas horas, el grupo está ultimando detalles de programación para entregar el equipo, una herramienta vital en tiempos de esta pandemia que aterra al mundo.
El impulsor de la iniciativa fue el físico químico Francisco Márquez, docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). El profesor en diálogo con ADNSUR contó cómo surgió esta idea que se replica en otras partes del mundo.
“La idea surgió del contacto con gente de Alemania y de un instituto de Massachusett, Estados Unidos, y pensando cómo prepararse en función de lo que estaba ocurriendo en Europa. Nos pusimos en contacto con un grupo de Italia que había desarrollado esto y con chicos de Córdoba que se animaron a hacerlo. Entonces bajamos los planos y dijimos esto lo podemos hacer: tenemos la tecnología, la gente capacitada para hacerlo, y comenzamos”, explicó.
Francisco convocó a cada uno de los integrantes del grupo de trabajo: un ingeniero civil, un ingeniero electrónico, un empresario, expertos en impresiones 3D, una pediatra, un cardiólogo, entre otros profesionales, y en 10 días pudieron armar el primer equipo. Lo hicieron con materiales reciclados que consiguieron de donaciones y otros que pusieron ellos mismos como una forma de colaborar con el proyecto y la comunidad, un trabajo difícil en tiempos de aislamiento, confesó Francisco.
“No fue fácil conseguir los insumos, pero se pudo", indicó. "Lo bueno es que estos prototipos son de fuente abierta, entonces se pueden hacer muy rápido. Nos llevó unos 10 días desde que empezamos a armar el primero y ya estamos en la parte final. Tenemos el diseño que podemos homologar y eso nos permitirá sacar un equipo cada dos días a un costo bajísimo, de menos de 10 mil pesos, y con muchísimos materiales que nosotros reciclamos. Entonces la idea es que podamos hacer en serie una gran cantidad de estos equipos”, indicó el docente.
UN PROYECTO CON IDENTIDAD
Pablo Heredia (38), docente del Colegio Deán Funes, donde enseña todo lo relacionado a automatismo, y capacitador en distintas empresas, es uno de los que está a cargo de la programación de los equipos. Desde su taller contó a ADNSUR cuál funciona el automatizador.
“La idea del equipo es que ayude en caso de emergencia y poder utilizarlo como un dispositivo de última necesidad o primera necesidad para las personas que están llegando y les cuesta respirar. Queremos poder medir (con un sensor) las presiones y que se active con la respiración propia del paciente para poder asistirlo dándole solo un empujoncito con el aparato. La segunda opción es que cuando el paciente no tenga fuerza para respirar poner la máquina en automático completo y darle aire controlando la temperatura, la presión y los tiempos”, detalló.
El armado del equipo es un trabajo conjunto y complejo. Para fabricar cada uno es imprescindible el respirador manual Ambu, también el diseño y la impresión de los materiales con una impresora 3D.
En Comodoro los creadores quisieron que tenga una forma similar a un AIB de petróleo, como una forma de plasmar identidad local a este proyecto solidario.
Por supuesto todo es posible gracias al trabajo desinteresado del grupo, pero también a los motores, indispensables para reemplazar la mano del enfermero.
Por esa razón, ellos invitan a la comunidad a donar fotocopiadoras e impresoras en desuso. Es que tal como indicó Márquez “los motores difícilmente estén rotos” y cada uno de ellos permitirá fabricar un respirador o quizás hasta cuatro”, salvando muchas vidas.