Una argentina dio a luz en un insólito lugar de Nueva Zelanda
Marina Dinerstein y su esposo Gonzalo García, fueron padres de Uma, su tercera hija, de una inesperada manera.
NUEVA ZELANDA - Casi como un nacimiento de una escena de película, una sanjuanina dio a luz a su tercera hija de un modo muy particular: en medio de un viaje en tren a Nueva Zelanda.
Después de emigrar por separado de Argentina en 2010, la pareja se conoció en la isla Waiheke, del golfo Hauraki, donde viven actualmente.
Marina, y su esposo cordobés Gonzalo, tienen dos hijos, de dos y siete años. Este sábado se sumó la tercera: Uma, cuyo nacimiento fue en pleno viaje en tren.
“Hemos estado viviendo en la isla durante tantos años, así que tomar el ferry es algo que tenes que hacer por cada cosa que quieras hacer en la ciudad. Eso incluye tener un bebé”, explicaron al NZ Herald.
Gonzalo explicó la insólita situación: “La idea era llegar al hospital de Auckland, pero Marina comenzó a tener contracciones en pleno viaje”.
Cómo fue el nacimiento de película
Este sábado a las 3:30, Marina comenzó a tener contracciones. “Estábamos en medio de la noche y Marina seguía teniendo contracciones. Finalmente llamamos a la partera, que vivía en el extremo inferior de la isla”, contó García.
El esposo de la mujer explicó al diario La Voz: “Si no querés tener un parto en casa, debemos tomar el ferry. Esperemos que no ocurra en medio de la noche. Pero esta vez sucedió”.
Entonces tomaron el primer tren de la isla Waiheke a Auckland el sábado a las 7. “Una vez a bordo sucedió muy rápido, contracción tras contracción”, dijo García.
“Marina estaba lista para empujar, así que fuimos al baño para discapacitados en el ferry, son un poco más grandes que un baño normal, y después de unos pocos empujones, todo sucedió”, relató el hombre.
En este sentido, explicó que “simplemente pensamos ‘está bien, tenemos que hacer esto’, y lo logramos. Estábamos realmente concentrados en eso” y agradeció la ayuda de sus dos parteras de la isla Waiheke, Alisha y Linda, quienes las acompañaron durante todo el viaje.
“Las parteras nos ayudaron mucho. Trabajamos en equipo, y creo que esa fue la clave. Marina, la madre, hizo un trabajo increíble”, sostuvo García.
Finalmente, el hombre manifestó: “Pero todo resultó bien para nosotros. Somos realmente afortunados porque en medio del agua nunca se sabe lo que puede pasar”.
Una vez en el centro de Auckland, una ambulancia llevó a la pareja a su destino de parto planeado en Birthcare Auckland en Parnell.