Una distancia de un metro por decreto: las normas italianas contra el coronavirus
El Gobierno obliga a los bares, restaurantes e iglesias a acondicionar sus espacios en tres regiones para evitar los contagios.
MADRID (ADNSUR) - El Gobierno italiano de Giuseppe Conte aprobó en las últimas horas un decreto para gestionar la emergencia del coronavirus en el país, donde ya se contagiaron 1.500 personas y murieron 34. Una de las medidas acordadas es imponer una distancia de mínimo un metro -necesaria para evitar la transmisión de las partículas que se emiten al respirar– en los bares y restaurantes de las tres regiones más afectadas.
El Ejecutivo dividió al país en tres áreas: la llamada zona roja, con los diez pueblos confinados en la Lombardía y el municipio de Vo’, en el Véneto; las regiones de Emilia-Romaña, el Véneto y la Lombardía, y las provincias de Pesaro, Urbino y Savona, donde hay más casos de Covid-19; y el resto del país. Para estas tres divisiones se aplicarán normas distintas.
Zona roja
Es el área que comprende los pueblos de Bertonico; Casalpusterlengo; Castelgerundo; Castiglione D’Adda; Codogno; Fombio; Maleo; San Fiorano; Somaglia; Terranova dei Passerini;y Vo’. En estos once pueblos confinados está prohibido alejarse o entrar del territorio municipal.
Según detalló La Vanguardia, además, se suspendió cualquier evento o forma de reunión de modo público o privado, incluyendo los de carácter cultural, lúdico, deportivo o religioso. Sus ciudadanos tampoco pueden ir a trabajar y están prohibidos los servicios de transporte de mercancías o personas, excepto los bienes de primera necesidad.
Las escuelas y los institutos de formación superior están clausurados, y los ciudadanos afectados (alrededor de 50.000) tienen prohibido hacer viajes educativos en Italia o en el extranjero hasta el 15 de marzo. Los museos tienen que permanecer cerrados, así como todas las oficinas públicas salvo aquellas esenciales que indiquen los alcaldes.
También se vetaron los concursos públicos y la apertura de los negocios comerciales, a excepción de los que permiten la compra de bienes de necesidad, como los supermercados. Sin embargo, los ciudadanos que vayan a comprar a estas tiendas abiertas deberán llevar “dispositivos de protección individual”, como mascarillas.
En las tres regiones más afectadas
En la Lombardía, el Véneto y la Emilia-Romaña se aplicarán medidas diferentes. El decreto del Gobierno prevé que también se suspendan los eventos y competiciones deportivas –a menos que se celebren a puerta cerrada– y el traslado de los aficionados de estas regiones y de las provincias de Pesaro, Urbino y Savona a otros lugares.
Además, se cancelan hasta el próximo domingo todas las manifestaciones organizadas o eventos culturales o religiosos abiertos al público. Por ejemplo, no podrán abrir los cines , teatros, discotecas o realizarse celebraciones religiosas. La apertura de los lugares de culto en el católico norte de Italia está condicionada a medidas para evitar la aglomeración de personas, teniendo en cuenta la dimensión y las características de los lugares para que se respete la distancia de al menos un metro.
Esta distancia también se aplicará en los bares, restaurantes y pubs. Los servicios de restauración deben acondicionar sus espacios para que la gente se siente a al menos un metro de otras personas pare evitar los contagios. Lo mismo para los museos y lugares culturales.
En estas regiones también se suspendieron las clases en escuelas y universidades hasta por lo menos el 8 de marzo, así como los cursos profesionales. Los concursos públicos están aplazados excepto los telemáticos y los que tienen que ver con el personal sanitario y de la protección civil. También se limita el acceso a los visitantes en las residencias sanitarias para las personas dependientes, entre otras medidas.
En las provincias de Bergamo, Lodi, Piacenza y Cremona, las más afectadas en la Lombardía y Emilia-Romaña, se ha prohibido la apertura de los centros comerciales o mercados los sábados y domingos, salvo las farmacias, parafarmacias y los puntos de venta de alimentación. En la entera región lombarda y en la provincia de Piacenza también han vetado que se abran los gimnasios, centros deportivos, piscinas, termas o centros culturales o recreativos.
En todo el territorio italiano
En el resto del país también hay normas restrictivas. Las excursiones escolares se prohibieron hasta el 15 de marzo. Quienes se ausentan de las escuelas por enfermedades contagiosas están obligados a entregar un certificado médico para poder ser readmitidos. En las aulas cerradas por la emergencia sanitaria los dirigentes escolásticos tienen que habilitar la posibilidad de enseñar a distancia, lo mismo para universidades o formación artística y musicales.
El coronavirus llega hasta las cárceles: se exige prudencia en las prisiones a la hora de garantizar las entradas en los organismos penitenciarios e institutos penales para menores.
Medidas para paliar el impacto económico
Además del decreto para frenar los contagios, el Gobierno también prevé destinar 3.600 millones de euros, el equivalente a un 0,2% de su producto interior bruto (PIB), a frenar el importante impacto que se prevé que tendrá el coronavirus en la maltrecha tercera economía de la zona euro. El ministro de Economía italiano, Roberto Gualteri, avanzó este domingo en una entrevista con La Repubblica que el paquete que diseña el Gobierno y que se aprobará en los próximos días contendrá “intervenciones a todos los niveles”.
El ministro socialdemócrata contó que seguirá a un decreto ley que ya firmaron el viernes –que, entre otras cosas, suspendía el pago de las facturas de la luz y del gas en los once municipios aislados en la zona roja – y entre las cosas que tienen en mente estudian desde “el crédito fiscal para las empresas que han sufrido una caída en el volumen de negocio de más del 25% hasta una bajada de impuestos”, apuntó.
Como consecuencia, Roma deberá inevitablemente flexibilizar el déficit previsto para este 2020, que el Gobierno había estimado en septiembre pasado en el 2,2% del PIB. El Ejecutivo cree que ese mayor margen que pedirán a Bruselas es “coherente y sostenible” y compatible con las normas previstas por el pacto de estabilidad, ya que son “circunstancias excepcionales objetivas”.
Fuente: La Vanguardia