Una empresa láctea despidió a todos los trabajadores que se encontraban en huelga desde hace dos meses
Una firma ubicada en Buenos Aires tomó la decisión de enviar el telegrama a la mitad de los empleados de la planta, que se encontraban realizando un reclamo pacífico en las afueras de las instalaciones desde hace dos meses.
Luego de dos meses de conflicto en una empresa de Lácteos ubicada en el partido bonaerense de Carlos Casares, la firma decidió despedir a los 26 trabajadores que se manifestaban fuera de las instalaciones de la planta, y a tres delegados de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), quienes comendaban los bloqueos en las instalaciones.
El conflicto con el gremio lechero inició el 11 de agosto pasado en la pequeña localidad Moctezuma, del partido bonaerense de Carlos Casares, finalizó este miércoles con el despido de, prácticamente, la mitad de la planta de la empresa.
El director técnico y apoderado de Lácteos Vidal, Arturo Díaz, dijo en diálogo con Continental Agro que “la situación seguía difícil”. "Después de todo este tiempo llegamos a tomar la decisión de notificar los despidos de los 26 trabajadores y 3 delegados”, dijo en declaraciones a Continental Agro. Según comentó el apoderado de la empresa, “la fábrica hoy está a mitad de máquina, una planta de parada y la otra funcionando al 50% de su capacidad. Es difícil, pero hoy contamos con 26 trabajadores que le pusieron el hombro, que nunca dejaron de presentarse al trabajo y por esos trabajadores estamos luchando hoy, por sus familias y queriendo que la fábrica comience a trabajar en su plenitud, con trabajadores nuevos que se vayan tomando y capacitando”.
En sus orígenes, el planteo fue de 6 trabajadores que reclamaron dejar de estar representados gremialmente por Atilra, a lo que luego sumaron un planteo sobre el encuadre de otros 14 empleados. Así, la disputa fue extendiéndose en el tiempo hasta incluir sucesivas protestas en el ingreso a la planta de Moctezuma, principal fuente de trabajo de la localidad de menos de 500 habitantes. Aunque Lácteos Vidal denunció «bloqueos», el gremio desmintió esa modalidad, afirmando que el reclamo siempre fue pacífico y público, acampando a un costado de la empresa sin prestar tareas.
Los manifestantes, que reivindicaban la pertenencia al gremio lechero como su representación “natural”, denunciaron que la empresa no sólo venía atacándolos de palabra, calificándolos de “mafiosos”, sino tambien que «los violentos antecedentes por parte de la empresa Lácteos Vidal están fehacientemente constatados»
En tanto, declararon que «hubo uso y exhibición de armas de fuego para amedrentar compañeros por parte de uno de los dueños; la embestida con un camión de reparto conducido por otra de las dueñas dañó el portón de entrada y provocó la caída violenta de compañeros presentes; el despido de un delegado en violación a la ley, hoy reinstalado por decisión de la justicia, la forma sistemática de cambiar bajo algún pretexto acuerdo del convenio, cuando la ley no deja librada tales cuestiones a la voluntad de las partes, son muchas de las arbitrariedades a que nos somete la patronal».