Agustín Rearte y Miguel Vergara, dos bomberos de Comodoro Rivadavia, decidieron aprovechar su tiempo libre y embarcarse en una emocionante aventura en El Chaltén, escalando el imponente cerro Fitz Roy junto a una amiga. Sin embargo, lo que prometía ser una jornada llena de diversión y desafíos se convirtió rápidamente en una odisea que requeriría un operativo de rescate.

Aquella mañana, cerca de las 10 horas, emprendieron el largo camino que les llevaba unas cuatro horas de ida y otras cuatro de vuelta. Mientras descendían de la cumbre, comenzaron a escuchar gritos desesperados en medio del silencio y del hostil terreno cubierto de nieve y escarcha. Sin dudarlo, decidieron regresar y averiguar qué ocurría. 

El inicio de la aventura por el Cerro Fitz Roy

Fue entonces cuando se encontraron con dos turistas: una francesa y otra irlandesa, una de ellas visiblemente herida, con una fractura de peroné. La situación era delicada, pero sabían que debían actuar con rapidez y determinación para brindarles la ayuda que necesitaban. 

“Ahi inventamos algo con un trinco y la entablillamos, la atamos con medias de algunas personas que bajaban y nos daban. El tema es que se estaba poniendo muy frío. Así que empezamos a bajar: hicimos hasta culopatín. Después de dos horas llegamos a un refugio”, contó Agustín en diálogo con ADNSUR. Y agregó que “la bajada es complicada. Es compleja de a uno, imaginate bajar entre tres llevando a una persona”.

Los bomberos junto a las extranjeras intentando calentarse en el refugio

Según detallaron, en el refugio lograron calentarse y comer algo de polenta. “Ella (por la chica herida) pudo relajarse un poco. En un momento dado, la que no estaba herida salió afuera y vio un tremendo puma. Lo vi y era hermoso”. 

El puma en inmediaciones del refugio. Video: Agustín Rearte y Miguel Vergara

Además indicaron que cuando estaba por comer, vieron a los primeros rescatistas llegar. “Ahí empezaron a revisar a la chica y luego vino otro grupo con una camilla. Eran cerca de las 12 de la noche”. Allí, los profesionales le comentaron a los bomberos que ese tipo de rescates se hacen en grupos de 8 y 10 personas. 

El momento del descenso

“El loco (por el rescatista que llegó al refugio) no lo podía creer porque pensaba que la mujer ya estaba muerta, porque realmente pudo haber fallecido de hipotermia” 

Después de toda la asistencia comenzaron con el descenso. Finalmente todo terminó bien. Si bien la extranjera sufrió una quebradura, fue atendida de inmediato por profesionales médicos y ahora será trasladada a Buenos Aires para la operación. 

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