Una nena de 9 años fue exorcizada en un hospital público: "Nunca creímos que algo así pudiera pasarnos."
El hecho insólito fue dado a conocer por los familiares de la menor. Fue una médica, ante los síntomas y actitudes de la niña, quien alertó a la familia. Intervino el Arzobispado.
Blanca, una niña de 9 años, se convirtió en el centro de atención de un insólito caso en Salta. Es que de ser la niña alegre y dulce que todos conocían, Blanca pasó a mostrar un comportamiento completamente diferente. En cuestión de días, su risa y su humor se convirtieron en irritabilidad, insultos y agresividad.
Para sus seres queridos, era como si hubiera dejado de ser ella misma. Y la situación se complicó aún más cuando comenzó a presentar síntomas físicos preocupantes: fiebre alta y vómitos que la llevaron a ser ingresada primero en el Hospital de La Merced.
A medida que los médicos intentaban diagnosticar su condición, se encontraron con un enigma difícil de resolver. No había una explicación clara para los cambios en su comportamiento ni para sus síntomas físicos, lo que llevó a su traslado al Hospital Materno Infantil.
La fiebre seguía alta, así como los episodios de agresividad y manifestaciones desconcertantes: su voz cambiaba, emitía insultos y mostraba comportamientos que dejaban perplejos a familiares y personal de salud.
Según publica El Tribuno, la nena entraba en trance entre dos y tres veces por día. Insultaba y maltrataba a la madre. Cuando "volvía" en sí, le pedía a la mamá que le dijera qué tenía y se ponían a llorar juntas.
"Esta niña está poseída", fue lo que una médica le advirtió a uno de los familiares. Fue así que que se contactaron con el Arzobispado de la Catedral, y ellos con Loyola Pinto, reconocido exorcista de la zona.
Con la autorización de los familiares, el párroco realizó un ritual apotropaico en la habitación de la menor. Durante el exorcismo, que incluyó oraciones, fórmulas y encantamientos propios del rito católico. El cambio fue inmediato: la niña dejó de convulsionar, recuperó el conocimiento y su fiebre desapareció.
“Nunca creímos que algo así pudiera pasarnos. Lo veíamos en películas, no en la vida real”, afirmó una de las tías de la menor.
La familia cree que una presencia espiritual habría ingresado en la niña durante el velorio de un tío al cual asistió junto a su familia. “Algo o alguien no quería irse de este mundo y encontró un lugar en ella”, reflexionó la madre ya más tranquila y luego de que su pequeña Blanca volviera a ser la de antes.
Con información de El Tribuno, editada y redactada por un periodista de ADNSUR