"Me cortaron las manos", había asegurado Reartes en ese momento, explicando que con su jubilación no le alcanzaba para reemplazar el vehículo, su principal medio de movilidad y sustento.
Pero la generosidad no se hizo esperar y movilizó a una gran parte de la ciudad de Córdoba. Un grupo de almas solidarias, a través de la fundación "Un tatuaje por una sonrisa" y el influencer Fran Lombardo, organizaron una colecta para regalarle a Américo una nueva camioneta.
"Gracias, no sé cómo agradecerles chicos. Estoy totalmente agradecido", expresó el jubilado con la voz quebrada, al ver cómo se subía a la Chevrolet S10 que le permitirá continuar con sus actividades.
"Todavía existe gente buena, gracias a todos los que colaboraron", agregó Sandra, la hija de Reartes, emocionada por el gesto que devolverá la tranquilidad a su familia.
Al principio, le hicieron una broma mostrándole otro auto, pero finalmente Américo pudo firmar los papeles y descubrir cuál sería su nuevo vehículo, entre lágrimas de felicidad por dejar atrás los días de angustia.
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