Usina, el barrio olvidado de Kilómetro 5
El avance del mar sobre la costa, falta de cloacas, poca presión de agua e instalaciones abandonadas en un lugar que en su momento fue un icono de Comodoro Rivadavia, marcan la realidad del barrio Usina, un sector de Kilómetro 5 que parece abandonado por el Estado, pese a las oportunidades que tiene por su majestuoso paisaje.
Precisamente su calle, Arenales, se encuentra en el interior de una zona que es sinónimo de historia y petróleo: Kilómetro 5. En la costa, a escasos metros de la vieja Usina que alguna vez perteneció a YPF y que ahora está en manos de Centrales Térmicas Patagonicas, se encuentra la antigua casa, ahora restaurada, que habita junto a su mujer y sus tres hijos.
Carlos sabe que es un paisaje de ensueño, un privilegio de la naturaleza en una zona rodeada por cerros y por mar. Sin embargo, el avance del agua es lo que más le preocupa, porque sabe que en los últimos cada vez la calle se ha hecho más angosta, y el agua ha ganado lugar a costa de la tranquilidad de los vecinos que sienten que el barrio Usina, es el barrio olvidado de Kilómetro 5.
El viernes Carlos junto a un grupo de habitantes del sector entregó un petitorio de 7 puntos a las autoridades municipales. Cansados de no recibir respuestas durante más de tres décadas decidieron aprovechar el acto por el 113° aniversario de Kilómetro 5 y hacer entrega de una nota de dos hojas que escribieron para tener respuestas en varias problemáticas: agua, cloacas, el avance del mar, basura, el zanjón, seguridad y asfalto.
“El tema empezó por el muro costero; para mi es el sueño eterno. Hay un proyecto, pero no llega hasta el barrio Usina, entonces la propia vecinal ya nos dejó afuera. Nosotros nos sentimos abandonado”, explicó al respecto a ADNSur Carlos Álvarez, quien vive hace más de una década en el sector.
El vecino está preocupado por lo que sucede en el barrio, no solo por el avance del mar sino también por un zanjón a cielo abierto que bordea la zona s un foco infeccioso para el sector y el lugar ideal para la presencia de roedores, y también por los espacios abandonados.
DÓNDE ESTÁ EL ESTADO
El barrio Usina se encuentra detrás de la planta homónima donde alguna vez funcionó una pileta olímpica que hoy solo es recordada a través de fotografías antiguas que circulan en internet. La realidad del sector es muy distante a aquellos años y hoy lo que era la pileta es solo un predio abandonado que contiene una destruida cancha de paddle, un antiguo quincho donde se celebraron fiestas, y un zanjón donde el agua verde opaca el paisaje. Además el transporte urbano de pasajeros llega hasta donde finaliza el pavimento sobre la Ruta 1, a casi mil metros del barrio.
Angelica Narvaez aún recuerda aquellos años en que todo era diferente. “Hace años teníamos playas, teníamos las pasarelas y después todo eso se sacó y la playa se fue perdiendo cuando empezaron a ganar terreno al mar en Comodoro. El quincho también estuvo en funcionamiento los primeros años. Yo le festejaba los cumpleaños a mis hijos ahí, pero después quedó abandonado: se fue cayendo de a poco, se robaron las cosas y hoy es un aguantadero”, contó a ADNSur.
Angélica asegura que los vecinos más afectados de la zona son los de la calle Arenales, quienes sufren el avance del mar y no tienen cloacas, ya que su sistema pluvial consiste en un caño de gran diámetro que pasa por todos los terrenos y desemboca en la última casa del sector, donde hay un pozo negro.
Lo cierto es que los vecinos esperan respuestas desde hace muchos años. Angélica asegura que desde 1997 hay expedientes por las diferentes problemáticas.
DÉCADAS DE RECLAMOS
Los diferentes reclamos de los habitantes de barrio Usina quedaron plasmados en los medios de comunicación. Gabriela Cabral, quien tiene su casa en Arenales 749, guarda recortes de diarios en su casa de Puerto San Julián, Santa Cruz, donde vive desde hace una década y se repiten los mismos pedidos y las mismas promesas.
“Tenemos años y años haciendo notas y pedidos. Siempre la misma promesa de que nos iban a hacer el murallón costero, pero nunca pasó nada", contó a ADNSur.
La mujer aseguró que Usina "es un barrio muy familiar porque siempre fueron exypefeanos y luego quedaron muchos hijos". Sin embargo, lamentó que hace años están "abandonados, no solo por el municipio sino también por la base, la vecinal”. Además coincidiendo con Angélica, aseguró que a fines de la década del 90 fue la última vez que tuvieron apoyo real del Estado, cuando gobernaba la provincia Eduardo Lizurume, y durante la intendencia Jorge Aubia.
Ahora, mientras las autoridades municipales festejan el 113 aniversario del barrio Presidente Ortiz ellos esperan respuestas, con el deseo de ser convocados a una reunión para comenzar a trabajar en las soluciones necesarias, y porqué no soñar con la puesta en valor de un sector que podría ser aprovechado por toda la comunidad.