Vacunas Covid-19: ¿por qué la inmunidad no dura para siempre?
En un contexto de constante avance de la vacunación contra el coronavirus, surge la duda acerca de por qué la inmunidad brindada por los diferentes compuestos no dura para siempre como si ocurre con otras vacunas del calendario.
En un contexto de constante avance de la vacunación contra el coronavirus, surge la duda acerca de por qué la inmunidad brindada por los diferentes compuestos no dura para siempre como si ocurre con otras vacunas del calendario.
“Una vacuna realmente buena hace que alguien no se infecte incluso si está expuesto al virus. Pero no todas las vacunas son ideales”, afirmó en diálogo con The Wall Street Journal, Rustom Antia, profesor de biología en la Universidad de Emory.
Según el Emory, la protección total contra la infección y la transmisión; protección contra enfermedades graves y transmisión; o protección únicamente contra enfermedades graves son los tres niveles de defensa generados por las vacunas, y su eficacia depende de la magnitud de la respuesta inmune que induce la misma, así como también la ubicación de la infección, la rapidez con la que se descomponen los anticuerpos resultantes y si el virus o las bacterias tienden a mutar.
El umbral de protección, por otro lado, es el nivel de inmunidad suficiente para evitar enfermarse.
“Somos afortunados con el tétanos, la difteria, el sarampión y el virus vaccinia. Hemos identificado cuál es el umbral de protección. Realiza un seguimiento de la disminución de anticuerpos a lo largo del tiempo y, si conoce el umbral de protección, puede calcular la durabilidad de la protección. Con el COVID-19, no lo sabemos“, destacó el experto al respecto.
Según remarcó, las vacunas que han resultado más eficaces a lo largo de la historia son aquellas que utilizan virus replicantes, mientras que las que no los usan o aquellas que están compuestas a base de proteinas ven su duración reducida pero su eficacia puede mejorarse con la adición de un adyuvante.
Este compuesto está presente en la sustancia que Johnson & Johnson desarrolló para combatir el Covid-19, la cual usa adenovirus no replicantes, a diferencia de Pfizer y Moderna -ARN Mensajero- que no contienen ningún virus.
“Hace que sea más complicado que la vacuna funcione”, manifestó Slifka además sobre la gran cantidad de variantes diferentes del coronavirus.
Y agregó: “Estás persiguiendo múltiples objetivos a lo largo del tiempo. La gripe también muta. Con la gripe, nos hemos ajustado al hacer una nueva vacuna cada año que se asemeje lo más posible a la nueva cepa de gripe“.
“Es muy poco probable que las vacunas conduzcan a una inmunidad colectiva duradera para muchas infecciones respiratorias. La inmunidad colectiva solo dura un período de tiempo modesto. Depende de qué tan rápido cambie el virus. Depende de qué tan rápido se desvanezca la inmunidad“, consideró además.
Y cerró: “Tenemos buena circulación en nuestros pulmones y cuerpo, pero no en la superficie de nuestras fosas nasales. Podemos bloquear la enfermedad grave porque hay anticuerpos en el tracto respiratorio inferior".
Sin embargo, el riesgo de infecciones leves puede mantenerse debido a esto.