Viernes santo con inflación en Comodoro: el kilo de mariscos "ronda los $20.000"
Así lo informaron desde una pescadería de la ciudad, y aseguraron que en los últimos meses "el salmón se dejó de consumir". Actualmente, el kilo ronda los $35.000.
¿Por qué no se come carne en Pascuas? El mandato proviene de la creencia cristiana, y nace con la muerte de Jesús. El Viernes Santo es una fecha que rememora la crucifixión del santo por orden del emperador romano Tiberio Julio César Augusto. En tanto, la Iglesia Católica impulsó históricamente a conmemorar a Jesucristo dejando de comer carne, debido a que representaría el cuerpo del hebreo, y eso implicaría un ataque directo a él. Si bien la tradición aún se mantiene por algunos fieles, anteriormente fue más exigente, ya que se extendía a todos los miércoles y viernes del año, e incluso a las vísperas de todos los días festivos, incluyendo los sábados.
En ese marco, y ante el aumento de consumo de pescado por estos días, ADNSUR conversó con Guillermo, empleado de la pescadería “El Perla Negra”, quien reveló que en lo que va de los días previos a Semana Santa, a comparación de otros años, la venta viene “tranquila”. Y esperan mayor volumen de clientes para el jueves o viernes.
En relación a los distintos tipos de pescado, mencionó que hay milanesas de merluza a $7.000 el kilo, mientras que el kilo de merluza sin espina $5.700 o la común que vale $4.800. Después, hay pejerrey a $7.500 kg, y el pez elefante a $5.900.
Para Semana Santa, explicó Guillermo, lo más común es la compra de “merluza, el gallo o elefante”. El kilo de salmón, por otro lado, tiene un costo de $35.500, y la trucha salmonada $19.900. En tanto, el salmón ahumado $42.000.
En el caso del pulpo, tiene un costo de $23.000, y en promedio los mariscos rondan los $20.000. O “cazuelas armadas más económicas entre $14.000 y $15.000”, señaló.
También hay centollas que se venden en bandejas de medio kilo a $23.000 o $25.000, “depende si es pata o es mixta”, indicó.
Durante el año, comentó Guillermo, “fue raro”, y explicó que hubieron días en que trabajaron una o dos horas y el resto de la jornada “muy tranquilo, está todo muy cambiante”. Y agregó, “el salmón en un momento se dejó de consumir”.
