Cordillera del Viento: La majestuosa ruta hacia el Volcán Domuyo, en el corazón de la Patagonia
En el extremo norte de la Patagonia argentina, la Cordillera del Viento se alza majestuosa, con picos que superan los 4.700 metros de altura y un paisaje que cautiva a todo aquel que se aventura a explorarla.
La Cordillera del Viento es una de las joyas ocultas de la Patagonia argentina. Nacida en las faldas del imponente volcán Domuyo, el pico más alto de la región, esta cadena montañosa se extiende por más de 100 kilómetros hasta llegar al paraje de Chacay Melehue, en el sur. En su recorrido, la Cordillera del Viento encierra un mundo de contrastes y bellezas naturales que cautivan a quienes tienen la oportunidad de descubrirla.
El volcán Domuyo, con sus 4.709 metros de altura, es el punto de partida de esta cordillera. Rodeado de fumarolas y depósitos volcánicos activos, este gigante de roca y nieve da origen a tres grandes cadenas montañosas que se extienden hacia el sur. La Cordillera del Viento es una de ellas, destacándose por sus picos que superan los 2.900 metros de altitud, como el Butalón y el La Corona.
A lo largo de esta imponente formación, se suceden valles, arroyos y lagunas que albergan una rica biodiversidad. Entre los arbustos de jarillas, manzanillas y coirones, es posible avistar avestruces, perdices, liebres, zorros y una gran variedad de aves, desde patos y golondrinas hasta cóndores y águilas que sobrevuelan las alturas.
Uno de los senderos más populares entre los amantes del trekking es el que recorre la Cordillera de los Vientos y la Laguna de Aquihueco. Partiendo desde Chos Malal, la ruta de aproximadamente 14 kilómetros asciende hasta los 2.200 metros de altitud, ofreciendo vistas panorámicas de la imponente geografía. En el camino, los visitantes pueden apreciar el macizo del Tromen, el Parque Provincial homónimo y los volcanes cercanos, que dan cuenta del origen geológico de esta región.
Pero la Cordillera del Viento guarda aún más secretos por descubrir. El desafiante ascenso al volcán Domuyo, el pico más alto de la Patagonia, es uno de los grandes atractivos para los montañistas más experimentados. Para recorrer estos senderos, se recomienda la compañía de guías locales registrados, quienes pueden brindar información sobre la geología, flora y fauna de este rincón mágico y poco explorado de la Patagonia argentina.
