Dejó una vida lujosa en Europa para formar una familia en la selva con pocos recursos
En medio de una historia de película, una joven británica viajó de vacaciones a Perú pero se enamoró y se quedó a vivir. Con su pareja viven en el amazonas trabajando en el cultivo de cacao. "El costo de vida es inexistente, hay abundancia a todo nuestro alrededor".
Una joven británica de 34 años dejó una vida lujosa en Europa, luego de viajar a Perú por 10 días durante la pandemia y enamorarse de un joven de 20 años. La mujer, profesora de yoga, decidió quedarse a vivir en el Amazonas en la selva.
Caroline Knight se enamoró de Rómulo Román Roque, ambos viven en el corazón de la selva y a diario se acercan a un poblado con acceso a internet para comunicarse con sus seres queridos. Trabajan juntos en el cultivos de cacao, en una zona donde escasea el acceso al agua potable.
"Rómulo tiene una energía muy bonita y algo de su alma me llamó la atención. Aunque es joven, también tiene sabiduría", aseguró la joven inglesa.
Caroline dejó su vida en Reino Unido por irse a vivir en lo natural y ahora cosecha cacao en la selva amazónica. Su principal dedicación es trabajar en las plantaciones de cacao con su novio, pero también practica yoga y lo enseña a algunas personas del lugar.
"Ella a veces no tiene esa fuerza para cargar el cacao, pero yo la ayudo. También le enseño cómo hacerlo", dijo el joven.
“Ha sido un trabajo muy duro, pero los árboles nos recompensaron con frutas y hemos procesado los granos a mano en cacao crudo. Me rompí las uñas sacándolas de las cápsulas. Hemos recibido nuestros primeros pedidos, principalmente a través de nuestra cuenta de Instagram, Jungle Cacao Peru, y a través de contactos en casa", contó Caroline.
“Con compañeros británicos vine a un campamento, pensé quedarme diez días, pero encontré el amor y pasaron 326 días y el coronavirus. Pese al calor de la jungla, los insectos voraces, la falta de saneamiento y el trabajo agotador, despertar a su lado cada mañana, con el sonido mágico de los monos aulladores, hace que todo valga la pena. Me siento segura y amada”, declaró a la prensa británica la mujer.
También aseguró que "Rómulo es tímido, cariñoso y muy trabajador". Y que vive de una forma poco habitual, además de las condiciones mencionadas ya que “no tiene celular, pero consiguió ubicarme en Facebook".
Caroline solía trabajar como masajista y profesora de yoga y vivía en Stoke Newington, al norte de Londres. Ahora vive con Rómulo en la selva, "con abundantes frutas para comer" a su alrededor, y la ayuda económica de la familia de ella. “El costo de vida es casi inexistente. La comida es barata y abundante”, señaló.
La cabaña donde residen es de madera y no tiene civilización en 100 kilómetros a la redonda. Ella lava la ropa en el río mientras que juntos cultivan y procesan los granos de cacao a mano.