El pasado fin de semana, un hombre intentó escapar de la cárcel pero las alarmas se encendieron, lo detectaron y casi se muere por una insólita decisión.

El hecho ocurrió en la Unidad 39 de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires y el preso fue identificado como José Ezequiel Martínez Ríos, que estaba alojado en la celda 13 del Pabellón No 8 de la prisión.

Según detallaron fuentes policiales, cerca de las 3 de la madrugada Ríos logró destapar un conducto de ventilación por el cual descendió con una soga de sábanas que tenía cinco metros de largo.

Una vez afuera del conducto de ventilación, el recluso cortó un alambrado y llegó a estar a metros del muro de contención de la cárcel cuando un guarda lo divisó y dio la voz de alarma.

En un intento por pasar desapercibido, el preso corrió y se sumergió por el canal de desagüe hasta que fue interceptado y reducido por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Luego se determinó que tenía un principio de hipotermia, por lo que se llamó a personal médico.

Hasta ahora se considera que Martínez Ríos actuó solo, pero de acuerdo al protocolo en estos casos se hizo un recuento de la población interna del penal de Ituzaingó, además de recorridas por el perímetro. Mientras tanto,  fue trasladado a la Unidad 30, una cárcel de máxima seguridad ubicada en Alvear, provincia de Buenos Aires.

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