Bianca Merrick conducía por la autopista de vuelta desde el trabajo hacia su casa en Coffs Harbour, en el este de Australia, cuando de manera repentina notó la presencia del "pasajero" de ocho patas, ubicado a escasos centímetros de su cabeza.
La mujer relató con horror que "miró hacia arriba" y ahí estaba el enorme arácnido mirándola "fijamente". Paralizada por el miedo, Merrick consideró por un momento detener la marcha, pero al no saber "cómo iba a sacar la araña del vehículo", finalmente decidió "continuar conduciendo y hacer de cuenta que no estaba allí".