Tenía dolor de cabeza, pensó que era "resaca" y recibió un devastador diagnóstico
La joven de 19 años padecía vómitos y no le dio importancia. Sin embargo, los síntomas comenzaron a intensificarse y se extendieron durante un año.
De una noche feliz a un año de horror. Una joven de 19 años frecuentaba los boliches, se divertía con sus amigas y transitaba una vida normal. Pero todo cambió una noche cuando tomó dos tragos y comenzó a sentirse mal.
Poppy Beguely tuvo vómitos, dolor de cabeza y le empezaron a salir unas ronchas en el cuerpo. En una primera instancia, pensó que era por sus continuas salidas, aunque todo se volvió pesadilla cuando llegó a su casa y empezó a toser sangre.
Estos síntomas duraron un año y lo que ella pensaba que era una resaca, terminó siendo lo peor: la diagnosticaron mal, tuvo que ser internada en varias ocasiones y, finalmente, le descubrieron una terrible enfermedad: tenía linfoma de Hodgkin en etapa tres, un tipo de cáncer que afecta al tejido linfático.
“Fue una sensación muy agridulce: había pasado mucho tiempo preocupándome por lo que me pasaba, temiendo que algo pudiera haber salido muy mal y que nadie iba a descubrir qué era”, expresó Poppy en diálogo con el medio We Need yo Know.
Durante el tratamiento, Poppy tuvo una extraña reacción a una transfusión de sangre que le provocó un fuerte dolor en los huesos. “Fue lo peor que experimenté en mi vida”, detalló. Pese a ello, poco a poco, la joven pudo recuperarse y entrar en remisión.
“La peor parte de tener cáncer y salir adelante es darte cuenta de que, mientras tu vida quedó en suspenso, el mundo y todos los que te rodean siguen adelante. Durante un tiempo, sentís que retrocediste tantos pasos que te resulta difícil volver a la normalidad, pero eso me dio una visión diferente de la vida”, cerró.