Un hombre inglés vive un calvario desde hace tres años, cuando producto de una cirujía plástica fallida sufrió un inconveniente que no le permite cerrar los ojos.
Se trata de Pete Broadhurst, de 79 años, quien en 1959 se sometió a un tratamiento dental para mover hacia atrás unas muelas que “estaban demasiado hacia adelante en mi boca”.
Producto de la mencionada operación sus mejillas quedaron hinchadas, y desde entonces tenía la ilusión de hacerse una cirugía correctiva.
Fue así que en 2019 cumplió su objetivo, y se sometió a un estiramiento de cuello, una blefaroplastia debajo de los ojos y una rinoplastia. Pese a la felicidad inicial, a las pocas horas comenzaron los inconvenientes.
“Parecía que me habían golpeado. Fue horrible y no podía cerrar los ojos. Estuve enfermo toda la noche y mientras dormía. El día después de la cirugía deseé no haber ido nunca”, dijo al respecto.
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Semanas después asistió al control de rutina, y tras comunicar su dolor al cirujano este le dijo que era un efecto secundario normal.
El tiempo pasó, y tras asistir a otro centro médico para realizarse exámenes médicos generales los médicos le hicieron notar que sus ojos no se cerraban completamente, situación que padece desde hace ya 3 años.