ESTADOS UNIDOS (ADNSUR) - Un empleado del cementerio Washington Memorial Park, en los Estados Unidos, murió enterrado vivo tras ser aplastado por las paredes de la fosa en la que trabajaba.
La víctima, identificada como Rodwin Allicock, de 42 años, se desempeñaba como sepultero del lugar ubicado en la isla estadounidense de Long Island, en el estado de Nueva York, y se encontraba realizando tareas de excavación en una tumba de dos metros de profundidad cuando las paredes de la misma cedieron sobre él.
Pese al esfuerzo realizado por sus compañeros y socorristas del departamento de bomberos y la policía de la ciudad, no lograron rescatarlo a tiempo y el hombre perdió la vida.
Según trascendió, la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional del Departamento de Trabajo abrió una investigación para esclarecer el hecho y determinar con exactitud qué fue lo que sucedió.