Violó a 8 mujeres, lo condenaron a 50 años pero pide que le rebajen la pena por "cruel e inhumana"

CAPITAL FEDERAL - El 21 de marzo, la Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó la pena de 50 años de prisión impuesta a Fabricio Alberto Álvarez Albarracín, un violador serial que abusó de ocho mujeres durante 2009 en los barrios porteños de Agronomía, La Paternal y Villa Urquiza. Ahora, la defensa oficial del condenado pidió que su pena sea reducida por considerarla "cruel e inhumana" y que su caso sea tratado por la Corte Suprema de Justicia.

Según argumentó en el recurso extraordinario, el abogado sostiene que darle 50 años es equivalente a la pena de muerte, ya que saldría a los 70. De acuerdo con Déborah Huczek, defensora de las víctimas, el pedido no debería aceptarse dado que "no es un tema federal y la sentencia está bien fundamentada". "Por eso, nosotros contestamos el pasado 22 de mayo solicitando el rechazo. Si así fuese, el abogado defensor deberá plantear la queja directamente ante la Corte Suprema", indicó la jurista.

En un fallo inédito, los camaristas Juan Carlos Gemignani, Luis María Cabral y Ana María Figueroa coincidieron en la calificación los hechos y la responsabilidad del condenado, pero –al igual que De Luca– señalaron que sentenciarlo a medio siglo implicaba "un trato cruel e inhumano" y ordenaron al tribunal de Juicio N° 16 que reviera la decisión y que los sentenciara como pena máxima, a 37 años y medio de prisión.

Finalmente y luego de varias idas y vueltas, el primer fallo fue confirmado y por ahora Albarracín deberá pasar sus días en la cárcel hasta que cumpla al menos 70 años.

"No se trataba de una pena cruel e inhumana en virtud de que el castigo proferido (la condena) debe ser equivalente y proporcional con el daño proferido y con la culpabilidad demostrada. Que los jueces del Tribunal 16 fundamentaron en los hechos y el derecho vigente el quantun impuesto, teniendo en cuenta que cosificó a las víctimas, el daño físico y psíquico causado, que las víctimas recibieron un trato humillante, degradante, que se aprovechó de la nocturnidad para llevar a cabo los delitos de robo y violación y que todas estas constituyen circunstancias agravantes. Estos datos habían sido denominados como cacería humana por el TOC 16", dice el fallo que confirmó los 50 años.