Día Mundial de la Siesta: cuánto tiempo recomiendan descansar y cuál es el mejor momento
Se celebra cada 11 de marzo y los expertos coinciden en que puede ofrecer importantes ventajas para la salud o el rendimiento. En esta nota, te contamos todo lo que necesitas saber para aprovecharla al máximo.
Este martes 11 de marzo se celebra el Día Mundial de la Siesta, una de las prácticas más tradicionales y queridas en muchas partes del mundo.
Este breve descanso en medio del día ha sido valorado a lo largo de la historia por sus efectos revitalizantes, tanto para el cuerpo como para la mente.
Aunque no falta el debate sobre sus beneficios y posibles inconvenientes, cada vez más estudios apuntan a que, cuando se realiza de manera adecuada, la siesta puede mejorar nuestra salud, aumentar la productividad y ayudar a combatir el cansancio. En esta nota te contamos todos los detalles que tenes que tener en cuenta a la hora de tomar una siesta.
CUÁNTO TIEMPO ES RECOMENDABLE DESCANSAR DURANTE LA SIESTA
El tiempo ideal para una siesta depende de varios factores, pero la clave está en no excederse. Mientras que algunos afirman que dormir durante largos períodos durante el día podría interferir con el sueño nocturno, otros sugieren que un descanso breve puede ser más beneficioso. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hay diferentes tipos de siestas y la duración influye considerablemente en sus efectos sobre el cuerpo.
- Siesta corta (15-30 minutos): Esta duración es perfecta para mejorar la alerta y el estado de ánimo sin afectar el descanso nocturno. Es ideal para quienes necesitan un impulso de energía durante el día y para aquellos que desean evitar la sensación de aturdimiento al despertar.
- Siesta larga (90 minutos): Este tipo de descanso permite completar un ciclo de sueño completo, incluida la fase REM. Puede ser beneficioso para la consolidación de la memoria y el rendimiento cognitivo, por lo que es recomendable para aquellos que necesiten un descanso reparador y profundo.
- Siesta intermedia (40-60 minutos): Si bien puede inducir un sueño profundo, los expertos advierten que este tipo de siesta puede generar inercia del sueño, lo que provoca sensación de aturdimiento y somnolencia al despertar. No es la opción más recomendada si se busca mantenerse completamente alerta tras el descanso.
Con respecto al momento ideal para dormir la siesta también juega un papel fundamental en los beneficios que se obtienen de ella. Según los expertos, el mejor periodo del día para tomar una siesta es entre las 13:00 y las 15:00 horas. Este rango de tiempo coincide con el denominado “bajón post-almuerzo”, que es una disminución natural en los niveles de energía y concentración debido al ritmo circadiano.
Tomar una siesta durante este periodo no solo ayuda a combatir la fatiga, sino que también evita que interfiera con el sueño nocturno, lo cual podría afectar el ciclo de descanso y el rendimiento al día siguiente. Además, la digestión juega un papel importante en este proceso, ya que comer en exceso puede contribuir a un aumento de la somnolencia.
CUÁL ES EL MEJOR LUGAR PARA DESCANSAR
El ambiente en el que se toma la siesta también es crucial para aprovechar sus beneficios. Para garantizar un descanso efectivo, se recomienda dormir en un lugar oscuro y tranquilo, lejos de ruidos que puedan interrumpir el sueño. Si no es posible encontrar un entorno completamente libre de sonidos, el uso de tapones para los oídos o un antifaz puede ser útil para bloquear distracciones externas.
La temperatura del ambiente también influye en la calidad del descanso. Un lugar fresco y cómodo permitirá que el cuerpo entre rápidamente en el proceso de relajación y sueño, evitando la incomodidad por calor o frío excesivo.
LOS BENEFICIOS DE UNA BUENA SIESTA
Cuando se realiza correctamente, la siesta tiene una serie de beneficios para la salud. Diversos estudios han demostrado que ayuda a mejorar la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo. Según un estudio realizado por la Sleep Foundation de Estados Unidos, las siestas también pueden contrarrestar la fatiga diurna, aumentar la capacidad de realizar tareas complejas y ser particularmente útiles para personas que trabajan en turnos irregulares.
Además, se ha vinculado la siesta con la salud cardiovascular, ya que algunos estudios sugieren que las personas que duermen siesta una o dos veces por semana tienen un menor riesgo de sufrir infartos o derrames cerebrales. También se ha comprobado que puede reducir el estrés y fortalecer el sistema inmunológico.
Aunque la siesta tiene muchos beneficios, también puede tener efectos negativos si no se toma correctamente. Investigaciones han vinculado las siestas prolongadas, especialmente aquellas que superan los 90 minutos, con ciertos problemas de salud, como la hipertensión arterial, el aumento del riesgo de diabetes tipo 2 y trastornos relacionados con la ansiedad y la depresión.
Los especialistas advierten que la siesta no debe reemplazar un sueño nocturno adecuado. Si alguien se ve en la necesidad de tomar siestas largas y frecuentes durante el día, podría ser indicio de un trastorno del sueño subyacente, como el insomnio o la apnea del sueño.
Con información de Infobae, redactada y editada por un periodista de ADNSUR
