Quería comprarse una muñeca y con solo 7 años arrancó en Comodoro su propio emprendimiento de pulseras y origamis
Delfina tuvo una ingeniosa idea para poder llegar a reunir el dinero y costear los gastos de un juguete a tan temprana edad. En comunicación con ADNSUR, la joven emprendedora cuenta que se despierta bien temprano, mucho antes de ir a la escuela, para poner manos a la obra en su trabajo.
Una joven comodorense de tan solo siete años arrancó con su emprendimiento de pulseras y origamis para poder reunir el dinero en busca de comprarse una muñeca para tener su “auto regalo” en su cumpleaños.
Delfina buscaba a toda costa costear los gastos y regalarse una Barbie “sirena”. Pese a que en su familia se lo ofrecieron, ella tomó una decisión diferente y optó por meterse de lleno en las ventas de sus propias creaciones. “Ella cumple el 1° de mayo, yo le di la idea de pedirlo, pero decidió juntar peso por peso emprendiendo, vendiendo pulseritas y origamis”, relató su mamá en comunicación con ADNSUR.
Y detalló: “arrancó viendo videos de YouTube, las creaciones las fue buscando, fue creando estos origamis y luego empezó con las pulseras. Los canutillos se los regaló la familia y así fue. Los diseños los iba juntando desde qué colores le gustaba a la gente y cuáles combinaban. Decidió hacer su tienda, le pidió ayuda a los abuelos y al papá, el cartel lo creó ella como ‘Creaciones Delfi: origamis y pulseras’”, relató.
Asimismo, la mamá de la joven emprendedora sorprendió al contar que “Delfi se levanta muy temprano para hacer sus producciones, se dio cuenta que su público podía llegar a ser de bebés, entonces fue con las pulseritas de más chiquititas a más grandes. Está desde las ocho de la mañana, dos horas sentada, hasta que se tiene que ir al colegio. Vuelve, y sigue y así... Le encanta”, admitió.
También en comunicación con este medio, la pequeña explicó cómo fue que inició con su trabajo: “empecé viendo videos que me inspiraron. Yo quería comprar una Barbie que me gustaba mucho y lo quería hacer sola. Me levanto a las ocho o a las siete de la mañana, es verdad. Aprendí a hacer los origamis viendo videos, los de caballos me costaron mucho y tuve que practicar bastante, entonces hice solo dos".
La joven realiza sus ventas en el Parque de la Ciudad, ubicado en Kilómetro 3, a pocos metros del Chalet Huergo y del colegio Salesiano Dean Funes.
