Sean eternos los laureles: Los poderes proféticos y usos medicinales de la hoja de laurel
En la antigua Grecia, se creía que las hojas de laurel tenían propiedades adivinatorias y curativas. Descubre cómo esta planta emblemática era utilizada en ritos y ceremonias, y los múltiples beneficios que aún hoy se le atribuyen.
El laurel, con su característico follaje verde y fragante, ha sido una planta emblemática desde la antigüedad. Más allá de su uso culinario, este árbol gozaba de una reputación mística y profética en la Grecia clásica, donde se le atribuían poderes sobrenaturales.
Según el libro "Diccionario de creencias, religiones, sectas y ocultismo" de George A. Mather, la práctica de adivinación con hojas de laurel se conocía como "dafnomancia", y se originó en el Santuario de Delfos, lugar de adoración al dios Apolo, deidad de la adivinación.
El proceso de dafnomancia consistía en arrojar ramas con hojas de laurel al fuego e interpretar el sonido que producían al arder. Se creía que si el fuego era intenso y las chispas sonaban fuerte, era un buen presagio, mientras que el silencio era una respuesta negativa a la consulta.
Otra forma de dafnomancia involucraba a los augures, sacerdotes romanos especialistas en adivinación, quienes masticaban las hojas de laurel con gran concentración para alcanzar visiones proféticas.
LA CORONA DEL LAUREL
La planta de laurel está estrechamente asociada a la victoria, la realeza y la gloria, un símbolo de la cultura griega que tiene su origen en la leyenda del dios Apolo. Según se cuenta, cuando Apolo intentó desposar a la ninfa Dafne, su padre la transformó en un árbol de laurel para protegerla. Ante la imposibilidad de casarse con su amada, Apolo decidió llevar las hojas de laurel consigo en forma de corona.
Años después, la corona de laurel se convirtió en un símbolo de autoridad, utilizada para coronar a emperadores y figuras de poder tanto en Grecia como en Roma.
PROPIEDADES MEDICINALES
Más allá de sus usos simbólicos y proféticos, el laurel también ha sido apreciado por sus propiedades medicinales a lo largo de la historia. Según un artículo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del gobierno de España, las hojas de laurel contienen un aceite esencial cuyos principales componentes, el cineol y el eugenol, le confieren propiedades carminativas y hepatoprotectoras, reduciendo los gases y mejorando la digestión.
Además, el laurel es rico en ácidos orgánicos, minerales como hierro y calcio, y sustancias antioxidantes como la vitamina A, lo que le otorga beneficios para diversos sistemas del cuerpo humano. Desde estimular el apetito y regular el ciclo menstrual, hasta favorecer la expulsión de mucosidades y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, el laurel ha sido ampliamente utilizado en la medicina tradicional.