Tesoros ocultos de la flora patagónica: los usos medicinales y cosméticos de nuestras plantas nativas
La flora autóctona de Comodoro Rivadavia y la región posee propiedades que muchos desconocen. Belén Encina es descendiente de originarios mapuches tehuelches y su tarea es divulgar la existencia de estas plantas, sus propiedades y los usos en medicina natural y en cosmética.
Las grandes extensiones de esta zona están pobladas por plantas nativas que, por sus formas achaparradas, de pinchos y colores apagados según la estación, pueden ser percibidas como plantas que solo brindan un pobre y seco paisaje.
Belén compartió en una entrevista con ADNSUR algunos de sus conocimientos sobre esta flora autóctona e invitó a indagar y conectar con el paisaje patagónico que nos rodea sin ostentaciones y que ofrece una riqueza natural.
“Nuestro entorno posee una gran variedad de flora autóctona, que combina colores grisáceos, especies llenas de flores y con una gran variedad de usos”, comentó Belén.
EL SABER ANCESTRAL
Belén Encina posee un conocimiento que le fue transmitido por las mujeres mayores de su comunidad y actualmente los divulga a través de talleres que dicta en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y también junto a la Dra. Arianna Vega, médica generalista.
Belén nació en la cordillera y recordó cuando de niña iba a la escuela y su abuela le ofrecía algún té de hierbas para prevenir resfríos. En ese momento no se cuestionaba ni preguntaba, solo sabía que eso le hacía bien.
El aprendizaje fue un proceso, ella no concurrió a ningún taller donde le explicaran los usos. Su abuela le ofrecía ramitas para que consuma y plante en el patio de su casa. Con el tiempo aprendió a identificar los olores y las partes útiles de las plantas.
“Las abuelas nos enseñaban más profundamente cuando nos convertíamos en madres”, relató Belén.
Belén vive junto a su familia en zona norte, en una casa ubicada sobre lo que alguna vez fue un pequeño cerro. El viento azota en las alturas, pero su hogar está protegido por árboles de diferentes especies. Allí conviven gallinas, con malvas e hinojo silvestres. Un verdadero jardín cuyo encanto radica en la espontaneidad y libertad de sus habitantes.
JARDINES Y PLANTAS AUTÓCTONAS
Un jardín se define como un terreno donde se cultivan plantas con fines ornamentales, pero cuando Belén habla del suyo, poco tiene que ver con la belleza estética, sino con todo lo que esas plantas le brindan diariamente.
La tradición de tener plantas autóctonas en convivencia con las que se cultivan de semillas y que llegan de otras regiones viene de sus ancestros.
“Después de la colonización, las mujeres mapuches necesitaron forzosamente hacer jardines en sus hogares, ya que no podían acceder a las tierras donde habitualmente cosechaban sus plantas y así comenzó esta práctica”, relató Belén.
¿Por qué no pensar entonces en nuestro paisaje patagónico como un verdadero jardín que se brinda y se dispone para que convivamos con él en respeto y lo disfrutemos?
Caminar campo adentro puede ser una actividad saludable desde todo punto de vista. Conectar con el ambiente y aprender a mirar con más atención es una tarea que puede resultar reconfortante.
Al comenzar una caminata ya se despiertan los sentidos y el olfato es uno de los que se despabila con rapidez.
🌱 El algarrobillo tiene un olor muy intenso, sus semillas son duras y se encuentran dentro de una vaina. Se puede utilizar para harinas y café.
🌿El calafate se puede consumir en dulces o como fruta. Posee propiedades antioxidantes como todos los frutos rojos.
🌻El botón de oro aporta un gran valor proteico para la tierra en donde se lo encuentra y propiedades analgésicas; se lo puede usar para dolores musculares o granitos en la piel.
🌱El tomillo silvestre es una de las plantas más aromáticas y se la utiliza para las enfermedades que afectan los pulmones y es también digestivo.
🌻El diente de león sirve para depurar y fortalecer los huesos.
🌱La zampa tiene varias funciones, entre ellas sirve para hacer jabones y champú.
Belén tiene una larga lista de hierbas en su cabeza y aunque no todas son autóctonas de la región, no es algo tan importante porque hoy se encuentran aquí en estos campos y en convivencia, como sucede en su jardín.
TALLERES
Belén recorre la ciudad dictando talleres para el reconocimiento de las plantas que es una de las cuestiones más importantes y posteriormente la de preparados naturales como cremas, ungüentos, etc.
“Lo que pretendo en los talleres es la buena utilización de las plantas y la verdadera conexión con la tierra. Hay que hacer un ejercicio de cuidado y no depredar”, resaltó Belén.
Si todos tuvieran más conocimiento sobre las variedades que crecen naturalmente en sus patios y alrededores podrían dar usos desde los más sencillos hasta los más elaborados. Desde la utilización de aromáticas, hasta la elaboración de un botiquín natural.
“En mis talleres busco la manera más sencilla de hacer un montón de productos, con el tomillo nativo, por ejemplo, ungüentos expectorantes”, expresó Belén.
En las familias, en las comunidades siempre existió el intercambio de saberes. Dentro de las comunidades originarias mapuche tehuelche el Trafkintu, que consiste en el intercambio de bienes y de conocimientos, sigue vigente.
Para esta joven, la medicina está en los alimentos y en el uso de las hierbas. La naturaleza que forma parte del entorno es muy rica. Al caminar por la costa se encontrarán plantas muy diferentes de las que están arriba de un cerro.
La estepa patagónica posee una belleza rústica para algunos y otros podrán interpretar que simplemente es humilde y que solo está a disposición de aquellos que sienten la necesidad de conectarse, y así descubrir sus verdaderos dones que brinda, a través de una rama con pinchos, o escondida en una flor que crece pegada a una piedra.