¿Qué cambió en Chubut? La “nueva etapa” hacia el 2023 y las alianzas que podrían adelantar las elecciones en la provincia
La convocatoria del intendente Juan Pablo Luque generó un hecho político de repercusión nacional con una foto que era impensada hace meses atrás. A pesar de ser un distrito menor en caudal electoral, nuevamente Chubut –que días atrás había tenido la visita de María Eugenia Vidal- se posicionó en el centro de la escena. El mensaje de trabajar todos juntos y la chance de que se vote antes.
La definición sobre el inicio de una nueva etapa en Chubut no es nuestra: la hizo nada menos que el Ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, en su discurso del último miércoles en el acto de aniversario de Comodoro Rivadavia. Y la expresión que resume esta nueva etapa, la dio en su mensaje el intendente Juan Pablo Luque, que se ha convertido en la figura políticamente más convocante de los últimos tiempos, al expresar “acá nos tiene el gobernador para tirar todos juntos y sacar la provincia adelante”.
Si bien el año anterior este mismo acto había alcanzado una trascendencia importante en las presencias políticas, la repercusión esta vez fue ampliamente superada. Es un dato objetivo que no hay otra figura hoy en Chubut que haya logrado como lo hizo Luque, reunir a tres pesos pesados de la política nacional –la foto de Máximo Kirchner, Sergio Massa y Wado De Pedro dio la vuelta al país- así como al gobernador Mariano Arcioni y su gabinete, a la mayoría de los intendentes, los presidentes de las dos principales operadoras petroleras, junto a los dirigentes gremiales más fuertes de la zona.
Si bien la foto por sí sola no necesita más descripciones, no se trató sólo de algo gestual, sino que los mensajes verbales fueron claros y contundentes. “Quiero felicitar al gobernador que, en dos años muy difíciles de pandemia, equilibró los números de la provincia y hoy podemos decir que empieza una nueva etapa para la provincia del Chubut”. La frase de Wado De Pedro fue un mimo, un respaldo enorme, como hacía tiempo no se veía.
Meses atrás, las expresiones desde Nación sobre el gobierno chubutense no eran las mejores. Recordemos lo que fue la visita del Presidente Alberto Fernández un año atrás a la cordillera. Un elogio a la gestión provincial era algo impensado. Por eso nuestra pregunta de apertura: ¿qué cambió?
Para empezar a responderla, no puede dejarse de lado lo que fue el resultado electoral del mes de noviembre, con el amplio triunfo de Juntos por el Cambio en Chubut, que no ocurría hace 20 años. Fue en una elección donde las fuerzas del justicialismo y del gobierno chubutense fueron divididas, como viene ocurriendo desde 2011. Cada uno jugó por su lado, así como dirigentes del Frente de Todos, como Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre, no lograron coordinar una estrategia en conjunto.
Luego de ese resultado más que gráfico, la sensación general que quedó dentro de la coalición gobernante fue “si nos mantenemos divididos, nos come el enemigo”. Y en este sentido, no podemos dejar afuera del análisis que unas horas antes había estado en la zona, recorriendo Puerto Madryn y Comodoro, una figura nacional de Juntos por el Cambio como María Eugenia Vidal, quien incluso se animó a tirar a la parrilla las candidaturas de Ignacio Torres a gobernador y de Ana Clara Romero y Matías Taccetta como intendentes.
La “nueva etapa” suena entonces a borrón y cuenta nueva: las críticas y las diferencias deben quedar en el pasado, y se debe dar el respaldo al trabajo realizado a un gobernador que no tiene reelección a la vista, con el objetivo de que su sucesor sea del Frente de Todos (o el nombre que tenga el espacio que se arme en el futuro) y encuentre la provincia en las mejores condiciones posibles.
LA INVITACION
La idea de la visita a Chubut de Massa, Kirchner y De Pedro nació hace una semana, en una reunión en la que participaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estos mismos actores junto a Juan Pablo Luque, y los hermanos Ricardo y Gustavo Sastre. En realidad, allí se habló concretamente de la necesidad de salir a respaldar de manera institucional a la gestión provincial de Mariano Arcioni, compromiso asumido por todos los actores.
Y fue de manera improvisada que surgió la invitación, para hacer pública esta muestra de apoyo: “¿por qué no se vienen al acto de Comodoro?”. Y la respuesta de Máximo Kirchner y Sergio Massa fue inmediata: “ahí estaremos”, a pesar de que en esos días había un ruido enorme por el anuncio de Kirchner de renunciar a la presidencia del bloque oficialista.
El objetivo fue mostrarse todos juntos como un gesto de apoyo a la provincia. Pero fue leída además como un espaldarazo al proyecto provincial de Juan Pablo Luque, que fue el anfitrión y el hombre clave de la jornada.
No viene de más aclarar que la relación del sector Comodoro con los hermanos Sastre pasa por un buen momento, y lo ratificó la presencia del intendente madrynense Gustavo Sastre en primera fila. El vicegobernador Ricardo Sastre no pudo estar presente aparentemente a causa de un estudio de salud, y quedó afuera de la foto de la unidad. Pero el mensaje coincidente desde ambos lados es que intentan trabajar de manera mancomunada. Basta con comparar este acto con el de un año atrás, en el no estuvieron ni Arcioni ni ninguno de los Sastre.
El broche de oro a la foto del evento, la dieron la presencia de Pablo González, presidente de YPF, y de Marcos Bulgheroni, CEO de Pan American Energy. Estuvieron representadas las dos operadoras petroleras más importantes, y sus referentes estuvieron sentados junto a los principales dirigentes gremiales del sector, a pesar de que por estos días se discute un aumento salarial en paritarias. El capital y el trabajo, junto al sector político, todos en una imagen de “paz social” que fue destacada en el acto por el mismo Sergio Massa.
Como contracara, horas después, en el municipio con mayores índices de pobreza del país como es Trelew, un operador político cercano al intendente Adrián Maderna y pareja de la diputada Leila Lloyd Jones, agarraba a trompadas al funcionario municipal Sebastián De la Vallina. En el medio, denuncias penales y cruces por redes sociales sobre negociados en torno a la obra pública.
Trelew es históricamente el segundo municipio en importancia de Chubut, y cuna de gobernadores y dirigentes políticos. Es inevitable la comparación de las violentas imágenes que se vieron a través de las cámaras de seguridad, en contraste con la foto del acto de Comodoro con todos los actores sentados juntos y los discursos sobre trabajar unidos.
Las diferencias en los indicadores económicos y sociales que separan a ciudades como Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia respecto a los de Trelew son evidentes. Y lo reflejan las encuestas de imagen de sus dirigentes que están en manos de todos los asesores. Las gestiones de Luque y Sastre tienen altísimos niveles de aprobación. En cambio, Trelew es “tierra arrasada”: el descrédito de los vecinos con la dirigencia es tan alto, que todos los partidos están buscando candidatos desde cero, y casi es una ventaja no haber tenido participación en la cosa pública.
PROYECTO EN MARCHA
Otro de los datos políticos de la semana, fue la nota concedida por el gobernador Mariano Arcioni a Canal 12 y ADNSUR, en la que dejó un anticipo importante: más allá de las especulaciones que rondaban hace tiempo, no escondió que le sigue pareciendo una buena idea separar las elecciones provinciales de las nacionales, por lo que el escenario apunta a un adelantamiento de fecha para 2023.
De este modo, el gobernador parece mostrar las cartas de manera anticipada de cuál sería la estrategia del oficialismo: el desdoblamiento de elecciones no tendría ya tanta oposición en la Legislatura como en 2019 (cuando el justicialismo hizo lo imposible para doblegar el decreto de convocatoria) y permitiría separar las boletas locales de las presidenciales, donde quizás Juntos por el Cambio tenga una fórmula fuerte.
Todo parece indicar que en Chubut se estaría votando varios meses antes (en 2019 las PASO fueron en abril y las generales en junio) y que varios municipios podrían adherir a esta convocatoria, como por ejemplo Comodoro Rivadavia. Los diseñadores del armado provincial de Luque, se imaginan una boleta con un candidato de Comodoro para la gobernación, junto a su candidato o candidata local en el municipio, que el mismo intendente dijo, saldrá seguramente de su propio equipo del gabinete.
La entrevista que brindó Luque a esta agencia en las últimas horas confirmó su futura participación en un proyecto 2023 que lo va a tener como protagonista muy activo, nadie imagina que en otro lugar que no sea como postulante gobernador. Por ello las recorridas por la provincia en el último tiempo, en un ida y vuelta muy fluido con sus colegas intendentes, con quienes habla de terminar con la “desintegración” que sufre Chubut.
Ya dejando establecida su línea sucesoria a nivel local, Luque quiere comenzar a recorrer tranquilo la provincia junto a equipos técnicos que reciban las propuestas de cada zona y elaboren un proyecto general. El objetivo es que la candidatura no sea impuesta de una manera “mesiánica”, sino que surja como algo natural y consensuado con todos los adherentes.
En el entorno de Luque, a nadie le gusta la palabra “liderazgo” pero en realidad es lo que pide el resto de la dirigencia política. Así se lo hicieron saber en los últimos encuentros gastronómicos que hubo por el aniversario, incluso intendentes que no provienen del justicialismo y que se quieren sumar a la propuesta.
De hecho, la idea del intendente es que el armado de la oferta electoral, más allá de que por supuesto debe incluir al PJ como partido clave, no sea identificada exclusivamente con el peronismo, sino con un frente mucho más amplio que incluya a otros colores políticos, incluso radicales. No fue casual que en su último mensaje haya recordado una frase del ex presidente Raúl Alfonsín, en lo que fue un guiño para sumar nuevos aliados, a quienes busca separar de sus socios del PRO.
Luque aún debe resolver cómo sería un hipotético acuerdo con el otro aspirante a gobernador dentro del espacio, que es Ricardo Sastre. Por ahora, ambos dan señales de que buscarán integrar la misma propuesta; aunque ninguno se imagina una fórmula conjunta, puede haber una PASO, o uno de los dos directamente podría apostar a otro cargo y esperar una oportunidad a futuro.
Lo que está claro es que el sector político del actual gobernador, Mariano Arcioni, no tiene un candidato a pelear por la provincia para dentro de un año, aunque sí la idea de terminar de lanzar el Frente Renovador y estar a la expectativa de las alianzas que se cierren. La fecha de elecciones es una herramienta clave, y los gestos que se vieron en el acto del último miércoles, tanto desde la Casa Rosada como desde el municipio, permiten avizorar un pacto de convivencia en el corto y mediano plazo.