Cara chica, cara grande y banda azul: la diferencia entre billetes de dólar también se siente en Comodoro y por qué pueden pagarte menos en el ‘blue’
Si pensás ahorrar en dólares, tené en cuenta estos factores que explican por qué un billete de 100, de los más antiguos, puede cotizar menos que uno de los nuevos. Y además: ¿hasta cuánto podría subir la cotización?
El mercado paralelo no es la excepción a lo que se refleja en la city porteña y por un billete de 100 dólares ‘cara chica’, en referencia al tamaño de la imagen de Benjamin Franklin, se pueden perder entre 10 y 15 pesos sobre el valor de pizarra. En este informe, las razones que explican un fenómeno único de la Argentina.
Una primera aclaración importante: todos los modelos de billetes de dólares americanos tienen exactamente el mismo valor técnico y son reconocidos por los bancos. Sin embargo, en el mercado paralelo hay algunas ‘reglas’ que escapan a aquella normativa oficial y aplican su propia lógica.
Esto ocurre con el dólar ‘cara chica’, que es el modelo de billete emitido entre los años 1914 y 1996, con un ‘Franklin’ ocupando un espacio proporcionalmente bajo en el centro del billete. Muchas casas de cambio lo rechazan en Buenos Aires, o bien se acepta, pero pagando un valor más bajo sobre su cotización real.
“En realidad esto se debe a que el dólar se usa como moneda de ahorro o como bien transaccional, para grandes operaciones, como la compra venta de una casa –explican desde una casa de cambio comodorense, ante la consulta para este informe exclusivo de ADNSUR-. Generalmente, quien vende la propiedad sólo acepta dólares nuevos, que no tengan marcas ni sellos, ni nada por el estilo”.
A partir de esa primera distinción, el dólar ‘cara chica’ termina valiendo menos que sus otras versiones (ya llegaremos al ‘cara grande’ y al banda azul, que es el más nuevo y el que va ganando mayor preferencia).
“Quien vende su propiedad no acepta los billetes cara chica, entonces en las casas de cambio los podemos aceptar, pero su cotización es menor a la oficial. Generalmente, para un billete de 100 pesos, puede ser de unos 10 ó 15 pesos menos que la cotización de ese momento”, explicó un operador local.
Y si bien es cierto que los bancos lo toman al valor oficial (que de todos modos, es inferior al que se obtiene en el mercado paralelo o ‘blue’), estos también pueden entregar la misma versión del billete a la hora del retiro, por lo que no hay garantías de que en una entidad bancaria se puedan cambiar billetes ‘viejos’ por ‘nuevos’.
El ‘cara grande’ se acepta en Comodoro, pero en Buenos Aires ya se empieza limitar
Luego del ‘cara chica’, está el dólar ‘cara grande’, con un Franklin sin enmarcar y ocupando un lugar más amplio dentro del billete de 100. Este diseño fue emitido entre los años 1996 y 2013. Aunque algunas ‘cuevas’ porteñas ya rechazan también el dólar ‘cara grande’, en Comodoro Rivadavia al menos por ahora no hay problema con esa versión del billete. Sin embargo, puede haber otro inconveniente:
“El problema con el cara grande es que es el billete más utilizado, es decir el de mayor circulación y que está más gastado –explicó nuestro informante cambista-. Es el que usan mucho los ‘arbolitos’ en Buenos Aires, entonces le ponen unos sellitos para identificar operaciones, sobre la que ellos cobran comisiones y puede pasar que uno de estos billetes tengan 4 ó 5 de esos sellos. Hay gente que no los acepta con esa marca, pero para nosotros sigue valiendo lo mismo. Mientras el mercado lo compre y acepte esas condiciones, no va a haber problemas”.
De todos modos, el operador reconoce que esas condiciones podrían cambiar. “Si mañana pasa lo mismo que con el billete ‘cara chica’, entonces el ‘cara grande’ también podría tener un diferencial en menos sobre su cotización. Pero esto es algo que pasa exclusivamente en Argentina -enfatizó-, en ninguna otra parte se dan estas diferencias”.
El fenómeno podría no tardar en empezar a reflejarse en Comodoro Rivadavia, ya que un informe reciente de diario El Cronista, especialista en finanzas, da cuenta de que hay casas de cambio de Buenos Aires que ya comenzaron a rechazar este diseño, para empezar a inclinarse por el billete ‘azul’, que es el modelo más reciente.
A todo esto, vale preguntarse qué pasa con el billete ‘cara chica’. Algunas casas de cambio locales lo venden a ‘Casa Piano’, que también por lógica paga menos por el valor. Y si no logra reinsetarlo en el mercado local, termina exportándolo hacia Estados Unidos, donde vuelve a tener el mismo valor original, o bien puede ser reemplazado por los bancos de aquel país.
El dólar banda azul
Finalmente, el diseño con banda azul muestra un billete de dólar de tono más azulado, con un Frankliln fuera de marco, más bien parecido a un rorcker sesentoso que se niega a cambiar de look (y a aceptar el paso del tiempo), que a un prócer americano.
Según explican los especialistas, la banda azul incorpora una moderna tecnología anti falsificación, de allí que se cree que en los próximos años este diseño terminará siendo el de mayor presencia en el mercado, ya que lentamente comenzará a ser más valorado su uso por sobre los demás diseños.
En todo caso, vale repetir el concepto: todos los dólares tienen la misma validez ante una entidad bancaria, pero el mercado paralelo tiene su propia dinámica y es posible que las diferencias continúen acentuándose.
Entre las recomendaciones para reemplazar los billetes, la más obvia es llevarlos a Estados Unidos, o cualquier otro país para quienes piensan vacacionar o viajar por negocios al exterior, ya que las distintas versiones son aceptadas sin inconvenientes.
También se apunta la posibilidad de depositarlos en una caja de ahorro nominada en dólares, pero ya fue dicho que el banco puede luego entregarnos también la misma vieja versión. Según el informe de El Cronista, sin embargo, la extracción por cajero automático permitiría retirar sólo billetes actualizados.
Otra sugerencia de los especialistas es utilizar los modelos viejos para compras en el exterior, ya que pueden ser utilizados para abonar consumos que se realicen a distancia y a través de internet, como pueden ser, por ejemplo, pasajes de avión u otros productos.
¿Hasta dónde podría subir el blue?
La suba del dólar blue en los últimos días, que volvió a superar hasta los 320 pesos el jueves último, es explicada por actores del mercado en base a dos variables principales: el precio se había atrasado, tras un tiempo de relativa quietud, pero principalmente porque el peso continúa devaluándose.
“No es que el dólar suba, sino que el peso baja por la gran cantidad de emisión que hace el gobierno, que lo hace por la vía tradicional y también a través de otros mecanismos, como las Leliqs”, comentaron desde el sector.
La otra variable es que se han escuchado fuertes comentarios, debido a los inconvenientes del gobierno para responder precisamente a vencimientos de las Leliqs, a que pueda haber algún tipo de medida que afecte depósitos de particulares. No conviene ahondar en los rumores, pero basta recordar que las distintas experiencias históricas del país llevan a agitar fantasmas y temores de otros momentos, por lo que esto se ha evidenciado también en la conducta de ahorristas:
“A partir de esos comentarios, se ha visto que muchos ahorristas que tuvieron vencimientos de plazo fijo, en lugar de renovarlos buscaron pasarse al dólar. Y esa mayor demanda hizo que el mercado volviera a moverse”, explicó el operador.
Desde esa perspectiva, se prevé un diciembre con más saltos. “No sería extraño, después del año 2001, diciembre siempre es el ‘mes cuco’. No nos va a sorprender si el ‘blue’ vuelve a llegar hasta los 340 ó 350 pesos, como llegó a estar en el mes de julio”, fue el vaticinio final.