La abogada que abandonó la profesión para dedicarse a diseñar escarapelas y montar un emprendimiento de accesorios
Soledad Pérez Dunaj es de Comodoro Rivadavia, tiene 36 años y es abogada de profesión, pero en plena pandemia algo le hizo click y se preguntó si quería dedicar toda su vida a la actividad. Con alma de hacedora y un emprendimiento en marcha, la joven decidió dar un giro de 180 grados a su vida y dedicarse de lleno a Perica Checa, su marca de accesorios que la rompe con las escarapelas made in Comodoro.
Hace cinco años, Soledad Pérez Dunaj comenzó a pensar si toda la vida quería ejercer la abogacía o dedicarse de lleno a su pasión, la creación de accesorios. Recién había sido madre y lo venía pensando. Estaba en ese proceso hasta que un día tuvo respuesta y se dijo a sí misma: “si vuelvo con los accesorios tengo que arrancar con todo”.
Así nació Perica Checa, un emprendimiento de accesorios de moda que en Comodoro la rompe con escarapelas dedicadas a mujeres que hicieron historia.
Por estos días, el teléfono de Soledad no deja de sonar. Las fechas patrias incrementan la cantidad de pedidos de estos atractivos accesorios que le dan un toque especial a los colores celeste y blanco. Sin embargo, pocos conocen la historia de su creadora; esta joven comodorense que se animó a dejar su carrera de abogada para emprender y hacer lo que siempre había querido.
UNA PASIÓN QUE LLEVA DE CHICA
Soledad cuenta que siempre le gustó crear. De chica aprendió a coser y diseñar sus propias prendas, y ya de grande, cuando llegó el momento de definir el futuro, soñaba con estudiar diseño de indumentaria. Sin embargo, el presente del país no era bueno.
Es que la crisis del 2001 dejó a muchas familias sin trabajo y a otras las limitó en sus ingresos o crecimiento, y muchos chicos de la generación que nació a mediados de los 80 tuvieron que elegir. Ella supo enseguida que el diseño no iba a ser una posibilidad y decidió elegir la segunda alternativa que arrojó el test vocacional: abogacía.
Pero mientras aprendía Derecho Romano, el Código Penal y cientos de artículos en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, continuaba creando, sin saber que estaba dando los primeros pasos en lo que años más tarde sería su propio emprendimiento.
Cuenta Soledad que en forma autodidacta comenzó a hacer accesorios con hilo encerado. Más tarde introdujo el alambre y se dio cuenta que dentro de la rama de la moda también estaba la posibilidad de hacer accesorios. Así, mientras estudiaba, creaba, descubriendo también su veta emprendedora.
Es que en sus inicios, Soledad fue una de las impulsoras de la Feria de Diseño “Date una vuelta” que en la actualidad realiza la Municipalidad a través de la Secretaría de Cultura bajo el nombre "Feria de Arte y Diseño".
Por ese entonces su marca se llamaba "Quid Pro Quo Accesorios" y se dedicaba a la creación de collares y aros con hilo encerado o alambre.
Pero hace unos años todo comenzó a cambiar para Soledad. La joven fue madre de Lolo, un pequeño que tiene cinco años que muchas veces la acompañaba en el taller, y entró en duda. Sabía que su carrera tenía futuro, pero por otro lado la pasión la llevaba a otros lugares, y un día pensando y pensando encontró respuestas y se dijo a sí misma: “no sé si yo quiero seguir con esto, me gusta más mi emprendimiento”.
Lo cierto es que el destino ya tenía marcado el futuro de Soledad, y luego que Betiana Vera, de Book Temático, la invitó a realizar las coronas de la elección de la reina de Comodoro Rivadavia, supo del todo que lo suyo iba por otro camino, y tras ese certamen decidió hacer el rebranding de su marca.
“Dije ‘tengo que cambiar esto’ y comencé a trabajar con una diseñadora. Le dije ‘tengo que cambiar todo. Si arranco, lo hago de cero, completo’ y empezamos”.
Cuenta que la diseñadora Vanesa Pasteni de Frank Studio, le recomendó que utilice su nombre ya que las marcas de accesorios de moda suelen hacerlo. A Soledad la idea no le cerraba, quería separar su vida profesional de su vida creativa. Así empezó a jugar con su apellido y encontró “Perica Checa”: Perica por su apellido Pérez y el apodo que siempre le dijo su padre a ella y su hermana; y Checa por el origen de su apellido materno.
Mientras transitaba este camino, también avanzaba en su carrera en Derecho de Familia, hasta que llegó la pandemia y algo hizo click, tal como cuenta a ADNSUR.
“Yo sabía que algo no cerraba, pero creo que también es como todo; uno va evolucionando y transitando las diferentes etapas de la vida. En un momento tenía mi marca, con un logo muy lindo, pero que no sumaba, y un nombre complicado. Y después de Lolo dije ‘hago poquitas cosas y me dedico a esto’. Pero cuando llegó la pandemia fue como un click, porque la verdad es que siempre había querido impulsar mi tienda online, y también arranqué con la soldadura de estaño y fue un camino de ida, porque me encanta, es muy versátil”.
Precisamente con esta nueva técnica, Soledad encontró un accesorio que le ha dado muchas satisfacciones: las escarapelas de mujeres que inspiran.
Ella cuenta que todo comenzó intentando. “Me acuerdo que comencé haciendo aros, y un día dije ‘¿Si busco una escarapela?’ Y así surgió la colección, de a poquito, porque primero fue probar y de repente me di cuenta que tenía 15 diseños. Así surgió ‘Mujeres que inspiran’ porque la volqué a diferentes mujeres, tanto de la historia argentina como de afuera, pero que han sido como referentes en muchos aspectos en nuestra sociedad”.
En la actualidad ya son 18 las escarapelas que integran la colección. La última es en homenaje a María Angélica Barreda, la primera abogada argentina. Pero esto no es todo. En sus causas, como ella misma lo denomina, también está el pin por el cáncer de mama; un accesorio hecho con cinco gemas de diferentes tamaños y un lazo de metal con un lema que dice todo: “Por mí, por vos, por nosotras, y las que están en la lucha y por las que perdieron la batalla”.
Además también realiza el pin de visibilización del colectivo LGBT. “Es una causa re importante, hoy muy en boga, pero que siempre digo que tenemos que llevar, porque somos una generación bisagra y no podemos criar a nuestros hijos como nos criaron a nosotros. Tenemos que tener esta amplitud, ser más comprensivos y empaparnos de los temas”, dice al explicar por qué lo realiza.
Este año, por primera vez Soledad se dedicó de lleno a su emprendimiento. La pandemia terminó siendo una especie de transición entre la abogacía y la creación, y ella se anima a soñar. “Me gustaría ser una marca reconocida a nivel nacional, pero capaz que se da o capaz que no, pero lo que quiero y me gusta es tratar de brindar un poco de conocimiento, porque quiero que la marca crezca por sí sola, entonces trato de enseñar a través de las mujeres que inspiran, el pin del cáncer de mama y el pin que engloba los géneros, accesorios que me acercan desde otro lugar a la gente”, dice esta joven que se animó a hacer lo que tanto le gustaba y que hoy, muchas mujeres eligen sus productos.