Nadie duda de que el Ministerio de Educación es una “papa caliente”, el área más conflictiva y que más ha costado ordenar en los últimos años en Chubut. Con 17.850 empleados, 700 escuelas y la mitad del presupuesto provincial, se convirtió en un elefante blanco que deglute ministros como hormigas.

Los problemas no son nuevos, y vienen de arrastre hace por lo menos una década; pero la escandalosa salida de Florencia Perata por gravísimos errores de su equipo en el manejo de la obra de una escuela que pudo haber costado la vida de muchos alumnos, generó una expectativa enorme por su reemplazo. Esta vez, el gobernador Mariano Arcioni debía tener un ojo sagaz para dar con la persona indicada para agarrar semejante desafío.

Nadie tenía su nombre en carpeta en los días previos, pero quienes conocen al gobernador saben que siempre la tuvo en su radar, y que varias veces estuvo a punto de llamarla en los últimos meses. La futura ministra de Educación, Valeria Saunders, es muy conocida por el mandatario y buena parte del gabinete, porque fue miembro del equipo hasta hace dos años y medio, cuando dejó una gestión ordenada y valorada en el Ministerio de la Familia.

Su llegada fue un golpe de efecto totalmente distinto a lo que se venía barajando: primero porque es mujer, y se mantiene la presencia femenina dentro de un gabinete que sólo tiene en los lugares de preponderancia a otra representante del género, como Mirta Simone en Familia; segundo, porque es del mismo color político, ya que es integrante de Chubut Somos Todos desde su nacimiento; tercero, porque es docente de vocación, con más de 20 años de recorrido por las aulas.

Saunders asumió en el Ministerio de Familia en septiembre de 2018.

Es cierto que en la consideración de Arcioni hubo otro perfil que se evaluó al mismo tiempo, como fue el del Secretario de Hacienda de Rawson, Martín Sterner. En ese caso, se trataba de una opción más vinculada la faz administrativa y el orden en los números, antes que un perfil centrado en lo pedagógico. Y no era un dato positivo que proviniera de una gestión de otro color político, como la del intendente radical, Damián Biss.

Ante las alternativas en su cabeza, el gobernador terminó apostando por alguien de su riñón, que trabajó para él en la campaña de 2019 y sigue contando con altos índices de valoración en su localidad. Quizás el principal “enemigo” de Saunders sea el intendente de Esquel, Sergio Ongarato, y en esa localidad se bromeaba que seguramente el jefe comunal dará el visto bueno a sus concejales para que voten la licencia a Saunders, para de este modo liberarse de uno de sus principales dolores de cabeza en el plano legislativo local.

Miembros del gabinete ya le habían comenzado a advertir a Saunders el martes que se prepare porque el gobernador la iba a llamar. Pero esto no fue tomado tan en serio porque algo similar había pasado ya en diciembre, cuando Arcioni estuvo a punto de convocarla para el mismo cargo.

Aquella vez, hubo dos cuestiones que postergaron el llamado: primero, la postura del gobierno por la zonificación minera, lo que en aquellos días ponía a Saunders –con una postura pública contraria a la minería- en un lugar incómodo. Y segundo, el gobernador evaluó que era mejor dejar pasar el comienzo del ciclo lectivo con todo el desgaste de la negociación paritaria y el inicio de clases, para hacer un recambio más adelante.

Martín Sterner y Mauro Carrasco: fueron evaluados como posibles ministros de Educación.

De hecho, en marzo, Arcioni tuvo una charla con el secretario de Ciencia y Tecnología, Mauro Carrasco, pero su perfil nunca terminó de cerrar del todo para un área tan compleja y que requiere, además de un saber técnico, mucha muñeca política. Lo concreto es que desde fines del año pasado que se venía evaluando seriamente un reemplazo en Educación, una decisión que los sucesos de El Maitén terminaron acelerando a pasos agigantados.

EL OFRECIMIENTO

Después del terrible susto que originó la intoxicación masiva en la escuela 7719 de El Maitén la semana pasada por una fallida obra en una caldera, era una obviedad que Florencia Perata –quien venía en la cuerda floja hace meses- no iba a continuar al frente de Educación. Su renuncia fue presentada el lunes y aceptada oficialmente el martes, por ser la responsable política del área que hizo la contratación.

El llamado del gobernador Arcioni a Saunders llegó el jueves a la mañana. Para la concejal fue una sorpresa y no lo esperaba. Pidió un tiempo, que fueron apenas unas horas, para responder y plantear algunas condiciones antes de aceptar, como era de esperar. La primera y principal fue que, como ministra, no estaba dispuesta a firmar ni un solo contrato de obra para una escuela.

“Yo no estoy para evaluar el grosor de una chapa de un techo; soy docente, y estoy para garantizar el dictado de clases y la llegada de los contenidos a los alumnos”, habría dicho Saunders al mandatario, quien por supuesto coincidió en el planteo. Ambos acordaron que, de aquí en más, será exclusivamente el Ministerio de Infraestructura el que se hará cargo de todas las obras, desde las más grandes hasta las más pequeñas, en cada uno de los edificios escolares distribuidos por el enorme territorio provincial.

Desde el vamos, el primer tema a resolver en materia edilicia lo tiene en el propio ministerio de Educación en Rawson: un edificio que está literalmente “explotado”, con superpoblación de empleados que trabajan en oficinas improvisadas en los pasillos, con baños clausurados, y que fue motivo de asambleas y protestas de los auxiliares, que lograron la visita del propio ministro de Gobierno, Cristian Ayala, el último viernes para hacer una recorrida.

El ministro de Gobierno, Cristian Ayala, recorrió el viernes el edificio de Educación y escuchó el reclamo de los empleados.

La relación entre Saunders y Arcioni comenzó en 2014, cuando se conocieron en la campaña de Mario Das Neves a gobernador. En 2018, el gobernador Arcioni la convocó como ministra de Familia, con el objetivo de poner orden a un área muy bastardeada. Lo logró y se sentía cómoda en la función, y por eso le dolió tener que dejarlo para asumir en su banca en 2019.

Con Arcioni siempre mantuvo un nexo vigente, incluso cuando a Saunders le había tocado salir a criticar públicamente al gobierno hace un tiempo atrás. Estos cuestionamientos nunca generaron un roce entre ambos, porque desde Rawson se entendió que la edil esquelense debía mantener sus postulados de campaña a sus electores a nivel local.

La dirigente cordillerana siempre aceptó que formaba parte de un proyecto político, por lo que en su momento se puso la camiseta para la campaña, y se mantuvo fiel a su pertenencia a Chubut Somos Todos, de la que no reniega. Y por eso no dudó en aceptar el ofrecimiento para el área educativa, que es el desafío más complejo de todo el gabinete.

Valeria Saunders volvió al concejo Deliberante de Esquel, donde pedirá licencia este lunes.

Muchos de sus allegados no lo podían creer cuando se enteraron, pero ante los cuestionamientos por agarrar semejante papa caliente, les respondió “trabajé para que Arcioni sea gobernador, siempre lo defendí más allá de algunas diferencias, y si hoy me necesita en Educación no me voy a negar”.

HISTORIA DOCENTE

Inmediatamente después de conocerse la noticia de su nuevo destino, el teléfono de Saunders explotó con llamados de dirigentes de Atech de diferentes seccionales, ex alumnos de hacía 20 años, diputados de los diferentes bloques, ex compañeros de gabinete. Los deseos de éxitos sonaron genuinos, porque todos los vecinos de Chubut coinciden en que debe haber un golpe de timón en educación, un área que debe ser la más importante del Estado porque se encarga de la formación de las futuras generaciones.

De hecho, ese fue otro de los planteos de Saunders a Arcioni: en lo que resta de su mandato, Educación debe ser la prioridad número uno. Esto significa que se debe asegurar el dictado de clases –algo que parece una obviedad pero que lamentablemente no lo es tanto en los últimos años- y para ello debe contar con herramientas administrativas y quizás del ámbito legislativo, para tomar las decisiones necesarias.

Marcha de docentes en Chubut: por los reclamos salariales se perdieron innumerables días de clases en los últimos años.

Saunders tiene una formación de maestra de nivel primario en contextos de encierro, y comenzó a dictar clases en 1989 en Esquel. Luego en 2004 pasó al nivel secundario, a la escuela 758. Ha dictado clases en comisarías y en cárceles, como la Unidad Penitenciaria Federal N° 14. Cuando fue funcionaria del intendente Rafael Williams, en vez de pedir licencia, pasó a dar clases en horario nocturno.

Además de la docencia, Saunders cursó la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de la Patagonia en Esquel. Hoy ya cuenta con los años de aporte y está en condiciones de jubilarse como maestra. Por ello, hay quienes esperan que desde adentro discuta por un salario docente digno, porque conoce la causa como maestra chubutense por más de 25 años.

Si bien la idea del gobernador es que los ministros no se desgaten en las negociaciones salariales, los que conocen a Saunders no descartan que quiera sentarse cara a cara a dialogar con los representantes gremiales. Algunos opinan que una cara nueva, sin desgaste y con un hándicap de confianza, puede dar oxigenación a una negociación que hoy está empantanada.

Su experiencia por el Ministerio de Familia, y su historia como militante social dentro del justicialismo, hacen pensar en que Saunders puede aportar también una mirada diferente en otras de las áreas muy cuestionadas –especialmente desde la oposición en la Legislatura- como es el programa Nutriendo Chubut y los alimentos que se dan a los chicos en los comedores.

ENORME DESAFÍO

Las áreas a trabajar son innumerables: en lo edilicio, las mejoras en las escuelas las hará Infraestructura, pero las demandas siempre las canaliza Educación, en un mecanismo que tiene que estar bien aceitado; en materia gremial, además de la paritaria salarial, se exige la regularización de trabajadores precarizados, terminar con distorsiones entre diferentes sueldos, homologar convenios ya firmados; se debe rever el programa que solventa a los comedores, y se debe evaluar el funcionamiento del transporte escolar en el interior, entre otros asuntos.

Hay que recordar que el Ministerio de Educación arrastra hace años un sistema de datos absolutamente arcaico y obsoleto, que es ultra burocrático y lento. Aunque parezca increíble, a veces parece ser defendido por los algunos actores del sistema, que en ciertas ocasiones se benefician con el desorden en la carga de información. Un dato positivo es que la Legislatura aprobó hace unos meses la aplicación de un sistema más moderno y ágil con una aplicación para las altas, bajas y licencias, que coordina la subsecretaría de Modernización del Estado.

Pero lo que especialmente preocupa a Saunders es que no se sigan perdiendo días de clase: es su principal objetivo, luego de años de medidas de fuerza que, sumadas a la pandemia, generaron un efecto catastrófico en los datos de deserción escolar y calidad de aprendizaje. Las desigualdades en el sistema público de educación son enormes, como hemos analizado en este espacio en alguna oportunidad.

Lo que resta definirse por estas horas es el equipo de trabajo. Saunders no traerá consigo a ninguna figura en especial y, tal como hizo en su momento en Familia, su idea es sentarse con la gente que ya viene trabajando y marcarle sus objetivos, dispuesta a sostener a quien quiera continuar. De todos modos, la idea en la cabeza del Ejecutivo es renovar todo el equipo, y que no continúe ninguno de los funcionarios anteriores, al menos en las primeras líneas, es decir, en las subsecretarías.

Quizás sería importante volver a darle relieve a la Subsecretaría de Recursos, Apoyo y Servicios Auxiliares del ministerio, un área donde -por ejemplo- en la gestión de Mirtha Romero, fue clave el contador Gustavo Castán. Ahí deben canalizarse todas las cuestiones que hacen a la demanda de obras y servicios, como por ejemplo, la calefacción. El intercambio entre esa subsecretaría y el área de Infraestructura es clave. Allí debe designarse a alguien idóneo que libere a la ministra de tiempo y preocupaciones para los temas exclusivamente pedagógicos.

El próximo miércoles, Valeria Saunders se convertirá en la sexta ministra de Educación en cuatro años, con el objetivo de terminar lo que resta del mandato en los próximos 18 meses. Deberá contar con un amplio respaldo, primero de su jefe político que es el gobernador, pero también de todo el arco político, si se pretende que haya reformas de fondo que pongan a la educación en un lugar de prioridad que lamentablemente se fue perdiendo en los últimos años.

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