Manual de Instrucciones para leer el nuevo equilibrio de fuerzas en la Legislatura: la política en Chubut con la brújula hacia 2023
Se profundizará el rompecabezas de minibloques atomizados: el cierre traumático de 2021 dejará huellas, con jugadores de peso que ya trabajan en el armado electoral del año próximo. Se romperán ciertos acuerdos y renacerán otros, mientras un actor nuevo se sumará a la escena. Las clases y el Presupuesto Judicial, los dos temas con los que arrancará la agenda.
La pretensión del analista en la búsqueda de claridad, es poder sacar una foto de un momento político y tratar de explicarlo. Pero esa tarea con esta Legislatura es absolutamente imposible, porque cualquier intento de explicación queda desactualizado a la siguiente semana. Muchas veces ni los propios protagonistas saben responder cómo y dónde están parados, inmersos en un devenir que tiene una lógica inmanejable que los lleva puestos.
Quizás, en vez de querer sacar una foto, sea más apropiado tratar de ver la película. O más actual con la lógica de estos tiempos de plataformas de streaming, sea mejor comparar a esta Cámara de Diputados con una serie. Seguramente se trate de la serie política con el peor guionista del mundo: pasaron las temporadas 2020 y 2021, y ahora llega la tercera, la de 2022.
Esta columna vendría a ser una especie de tráiler, de avance de lo que está por venir. Y lo que se aproxima, va a ser más caótico aún de lo que ya se viene observando, porque lejos de ordenarse un panorama claro -recordemos que en 2019 se votaron tres listas con tres bancadas de 16, 8 y 3 diputados-, lo que se viene es la profundización de la atomización.
Como en un Big Bang, los tres bloques originales estallaron en mil pedazos, y para tejer alianzas o juntar la mayoría de votos para una ley, hoy es necesario mantener reuniones con todo tipo de actores. Esto proceso ya se viene observando, y va a ser aún peor. En un escenario donde faltan referentes, y donde cada uno “hace la suya”.
No por nada a la Legislatura se la conoce como la “caja de resonancia”: es el reflejo de la manera en que se construye política en los últimos años. Y es terriblemente difícil explicarla porque es el producto de alianzas electorales que se cerraron en febrero de 2019, hace exactamente tres años, en el armado de las listas para las elecciones anticipadas con primarias en abril y generales en junio.
Y esas alianzas electorales hoy ya no existen más, una consecuencia lógica de que faltan liderazgos fuertes, nadie respeta la palabra, y la lealtad es un valor desacreditado. El compromiso asumido un día se cae al siguiente, y es muy difícil construir, dicho esto como un análisis descriptivo, más que valorativo. Es la política de estos tiempos, la que no casualmente llevó a Chubut a la crisis más profunda de su historia.
Hecha esta introducción, vamos a meternos en la descripción del panorama de bloques con el que arrancará la Legislatura en la primera semana de marzo, y que muestra un abanico de posibilidades de acuerdos, en el que cualquier cosa puede pasar.
LAS MAYORIAS
Si tratamos de darle un poco de orden al análisis, hay que comenzar por el bloque de Chubut al Frente, es decir, el oficialismo. En este caso, se trataba de un bloque de 16 que sufrió una división primero en 2020 con el interbloque, y luego se partió con el bloque de Chubut Unido. Concretamente, hablamos en la actualidad de 12 legisladores; pero es una descripción un poco engañosa, porque hay un grupo que responde al Ejecutivo, comandando por Juan Pais; y otro que responde al vicegobernador Ricardo Sastre.
Este grupo político acaba de sumar un integrante, en circunstancias no deseadas por nadie, porque se debió al triste fallecimiento de Ángel Chiquichano, el único diputado que aún se mantenía fiel a la conducción del intendente de Trelew, Adrián Maderna, y que pertenecía al bloque Chubut Unido.
Decimos que el oficialismo sumó un diputado, porque el primer suplente es Mariano García Aranibar, ex intendente de Gaiman, quien oficiaba de asesor de la presidencia. En rigor de verdad, se trata de un legislador que no va a responder a la conducción del gobernador Mariano Arcioni, sino más bien a la figura de Ricardo Sastre.
Pasando en limpio entonces, el sector “arcionista” son 7 diputados: Juan Pais, Carlos Gómez, Emiliano Mongilardi, Graciela Cigudosa, María Cativa, Pablo Nouveau y Roddy Ingram. El sector “sastrista” son cuatro: Xenia Gabella, Mariela Williams, Miguel Antín y Mariano García Araníbar.
Respecto a estos 11 de Chubut al Frente, hay que sumar también a la diputada trelewense Gabriela De Lucía, cuyo referente es el dirigente mercantil Alfredo Béliz y que vota con el oficialismo (se lleva mejor con Sastre que con Arcioni). Por lo tanto, de ahí sale el número de 12 diputados, apenas a dos de la mayoría simple.
En cuanto a número, le sigue el bloque del PJ Frente de Todos que, en teoría, hasta hoy, tiene 6 integrantes, aunque puede pasar cualquier cosa en el reacomodo de piezas de cara a 2023. La foto de esta bancada cerró el año con seis miembros: Adriana Casanovas (presidenta), Carlos Mantegna, Mónica Saso, Rafael Williams, Mario Mansilla y Belén Baskovc.
Ya se vienen notando fracturas en algunos temas, la más evidente de todas fue con la zonificación minera. El devenir de este bloque dependerá de la relación entre sus referentes, como Juan Pablo Luque y Gustavo Mac Karthy. Y de la relación de estos con el gobierno. Pero se nota un ambiente proclive a cerrar determinados acuerdos en ciertos temas con el oficialismo, que en algunos casos pueden llegar a hacer implosionar al bloque.
LOS MICROBLOQUES
Después de haber hecho el repaso por los dos bloques más grandes, que suman 18 votos, nos queda describir a los otros 9 diputados, lo que es todo un desafío, porque se trata de un bloque de 3, otro de 2, tres bloques unipersonales, y una diputada que nadie sabe definir por el momento.
Siguiendo con el orden, hay que decir que el bloque de Chubut Unido, con la ya mencionada desaparición física de Chiquichano este verano, sufrió una baja y ahora tiene tres miembros: Leila Lloyd Jones, José Giménez y Rossana Artero. Es el sector más enfrentado al gobierno, y con el discurso más opositor.
Se trata de un desprendimiento del bloque de Chubut al Frente original, que nació con figuras que estaban vinculadas al intendente Adrián Maderna, aunque hoy ese panorama cambió de manera drástica. Si bien la ex intendenta de Rawson, Rossana Artero, juega su propio juego, y su obsesión en los últimos tiempos pasó a ser que el oficialismo no logre aprobar su proyecto de reforma de la ley pesquera, lo más interesante pasa por sus dos compañeros.
Lo que se observa es una “ruptura” de relaciones en la sociedad entre Lloyd Jones-Giménez con Maderna, a juzgar por los problemas en la sucesión de ese municipio para 2023, y en las publicaciones de la legisladora en redes sociales contra funcionarios de la gestión municipal, acusándolos de hacer negociados.
Esto derivó en cruces en el ámbito judicial, que a todas luces dejan ver que la sociedad política con el intendente está agotada. Si se quiere buscar un referente de estos dos legisladores por estas horas, hay que apuntar a Gustavo Cardoso. Se trata del marido de Lloyd Jones, quien oficia de “operador político” de ella y Giménez. Como ya viene ocurriendo, tendrá la voz cantante de estos diputados en los temas polémicos, y sus votos dependerán de los acuerdos que se tejan con su persona.
El otro microbloque es la UCR, presidido por Manuel Pagliaroni y en compañía de Andrea Aguilera. Difícil de describir en un solo párrafo, es una bancada que se ha movida de forma muy hábil en los últimos tiempos. Hasta aquí, han actuado como el tero, poniendo los gritos en un lado y los huevos en el otro. Con un discurso con sonido opositor, hasta aquí fue uno de los pocos sectores con los que el gobierno pudo sentarse a dialogar en los temas más sensibles, y logró cerrar acuerdos confiables.
Ocurre que el tema de la zonificación minera dañó seriamente la relación política que existía entre el gobernador Mariano Arcioni y el intendente de Rawson y candidato a presidir el radicalismo, Damián Biss. Si esto se prolonga, es probable que la postura de Pagliaroni se endurezca y se parezca más a la de Aguilera, que ya viene mostrando un discurso muy duro contra el gobierno en los últimos meses. Resta preguntarse, si esto sigue así, si la seguirán manteniendo en la presidencia de la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales.
LOS UNIPERSONALES
Y aquí llegamos al festival de bloques unipersonales, una práctica que se hizo habitual en los últimos períodos legislativos: diputados que no comulgan con su bloque original y terminan armando un bloque propio en el que son los únicos miembros, y exigiendo que la Legislatura les brinde la estructura que necesitan.
Un mal hábito de la política de los últimos tiempos, que también lo vimos en el caso del bloque Chubut Unido. Se arman listas sábana detrás de un candidato, y una vez que un legislador llega a la Cámara, como no comparte el criterio de la mayoría de la bancada, genera primero una división interna –votando en contra del resto del bloque- que deviene en una ruptura con bloque aparte.
Si uno lee la Constitución, claramente no es el espíritu que allí está plasmado: quizás habrá que rever todo el sistema, porque la nueva política ya no se hace de manera orgánica. El sistema democrático clásico está armado en base a los partidos políticos, de donde salen los candidatos que van las urnas, bajo un criterio programático.
Históricamente existieron siempre mayorías y minorías que se hicieron contrapeso, expresando de manera fiel lo que marcaban los votantes: el oficialismo gobernada y la oposición controlaba. Esto se fue degenerando con el tiempo, y esta Legislatura es el fiel ejemplo: diputados que llegaron por el oficialismo comenzaron a hacer oposición apenas juraron, y otros que fueron votados para oponerse, se separaron de sus bloques originales para comenzar a hacer acuerdos en solitario.
El fenómeno no es nuevo, ya en las dos Legislaturas anteriores ocurrió. Y va a seguir pasando, mientras las listas no se armen en base a un acuerdo programático e ideológico, sino como un rejuntado, una especie de combo de sectores que se unen para ir a las urnas, donde prima el individualismo por sobre el proyecto colectivo.
Así las cosas, en esta Legislatura hay tres diputados con bloque propio. Sebastián López, al romperse el bloque de Juntos por el Cambio -cuando se difundió una cámara oculta que lo mostraba en otras épocas hablando sobre trabajar a favor de la minería-, formó Integrando Chubut. No sólo se separó de los radicales, sino que también rompió con el PRO que conduce Ignacio Torres. Llegado este punto, López se refugió en las huestes de Sastre y Arcioni, y cortó su discurso anti oficialismo. Es probable que siga en ese lugar.
Otro caso es el de Tatiana Goic, la diputada del Sindicato de Camioneros, que es la única referencia política a la que responde. Si bien llegó por el bloque del PJ, está alejada de toda doctrina partidaria, tiene una mirada absolutamente individual sobre cada tema, y es imposible de predecir. Su lugar va a estar siempre donde esté ubicado su referente, que es Jorge Taboada. La volatilidad en su máxima expresión.
Otro ejemplo es el de Carlos Eliceche: de larga experiencia y trayectoria en la política chubutense, el madrynense se siente muy cómodo en su bloque individual Visión Peronista, en el que puede negociar cada tema por separado con todos los sectores. Si bien en el último tiempo se lo vio muy cerca de Ricardo Sastre, la cuestión minera dejó heridas en todos los ámbitos, y habrá que seguir sus pasos. Tiene un excelente diálogo con el gobierno de Arcioni y ha retomado contacto con dirigentes del justicialismo. Seguramente se irá ubicando en base a las alianzas que se vayan tejiendo hacia 2023.
Y para el final, el caso especial de la esquelense Zulema Andén. Si bien nunca anunció un bloque propio, se maneja como si lo tuviera, de manera absolutamente personal. Vota de acuerdo a lo que le dicta su conciencia, sin acatar mandatos, y a veces lo hace con el oficialismo y otras con la oposición. Así blanquee su ruptura o no, ya se alejó definitivamente del arcionismo y no se la puede considerar oficialista de ninguna manera.
DOS TEMAS
Para el cierre del análisis, así como este tráiler de la temporada 2022 describe a los actores y sus papeles, podemos hacer un anticipo de los temas. No es sencillo hacer predicciones, pero al menos, de acuerdo a las charlas previas, podemos inferir por dónde pueden girar los tópicos al menos de las primeras sesiones del año.
Hay una cuestión que quedó pendiente en el cierre de 2021, y que pocos recuerdan: si bien hubo acuerdo total en votar los pliegos del Superior Tribunal, los diputados sólo aprobaron los presupuestos para el Ejecutivo y el Legislativo, pero dejaron en comisiones el presupuesto del Poder Judicial.
Los legisladores que hablan con esta columna afirman que de ninguna manera les cierran los números volcados por la Justicia, con un incremento interanual del 95 %, triplicando en esa suba por ejemplo el presupuesto de la Legislatura. Los que han tenido tiempo de analizarlo, cuestionan el cálculo salarial que prevé un aumento de haberes del orden del 60 % para 2022, totalmente alejado de las previsiones provinciales y basado en el criterio que fija la Suprema Corte.
Todo indica que, si en el Poder Judicial quieren tener presupuesto aprobado, van a tener que trabajar mucho, y van a tener que visitar la Cámara de Diputados varias veces. ¿Habrá una exigencia para afinar el lápiz y que ese poder se ajuste a los parámetros del resto del estado? Hay que recordar que, a fines de 2020, esta Legislatura congeló los haberes de los judiciales por 6 meses, aunque rápidamente se pusieron al día a fin del año pasado. A todas luces, hay un frente abierto.
Por otra parte, es indudable que uno de los temas centrales en marzo será la cuestión del retorno a clases en las escuelas. Si bien dependerá de las negociaciones entre el gobierno y los gremios, el atraso educativo en los últimos años es un tema de fondo. Por caso, la UCR ya volvió a presentar el proyecto para declarar la emergencia educativa en Chubut, que había perdido estado parlamentario.
Más allá de esta iniciativa, se sabe que otros diputados están evaluando otras propuestas, que apuntarían a garantizar el servicio de la educación a futuro, para evitar repetir los paros interminables que vienen sufriendo los alumnos en los últimos años.
Falta un mes para que inicie el período ordinario de sesiones, y se trabaja a contrarreloj para reparar los daños que sufrieron las instalaciones en las últimas manifestaciones, que afectaron en este caso a todo el frente vidriado que da hacia la plaza, donde está la Defensoría del Pueblo y la presidencia del bloque oficialista.
En este sentido, y luego del clima de violencia social, un tema a resolver será si regresan o no las sesiones con público presente. Más allá de lo que se defina, la primera votación interesante será en la sesión preparatoria, con la definición de las autoridades de la casa. Ahí es donde se verá por primera vez cómo juega cada espacio. Comienza la temporada legislativa 2022, veremos qué nos depara el primer capítulo.