"Comer en cuotas", una tendencia peligrosa que crece con los precios de los alimentos
Sobre una canasta básica total de más de 224 mil pesos en la ciudad, el gasto en comida es de casi la mitad, pero se eleva más en sectores de bajos ingresos. En Chubut, el 34% de las compras con Ahora 12 es en ropa y calzado.
Comprar comida o medicamentos con tarjeta de crédito es una modalidad financiera que crece en el país y se transforma en un grave problema al observar la evolución del costo financiero de esa operación, que empieza a multiplicarse cuando se adquieren esos consumos básicos en cuotas, o no se llega a pagar el total del vencimiento de la tarjeta del mes y se ‘patea’ deuda para el siguiente.
Según un informe elaborado por la CEPAL y el Ministerio de Economía, sobre fines de 2022, la mitad de los hogares del país tiene que recurrir a formas de financiamiento, formal o informal, para la compra de alimentos y medicamentos. Por descarte, la vía más habitual para esas compras es la tarjeta de crédito, cuyo alto costo puede derivar en un gran dolor de cabeza.
El problema obedece a dos variables, que a su vez son causa y consecuencia. La principal es la inflación, que se ha acelerado fuertemente desde inicios de este año, lo que se combina con salarios o ingresos que no alcanzan a cubrir el ritmo al que crecen los precios.
La definición la dio el presidente de la Cámara de Comercio días atrás, Guillermo Ceriani, cuando en una entrevista con radio Del Mar describió una postal de estos tiempos, en relación a la ampliación del límite de gastos con tarjetas de crédito que dispuso el gobierno a mediados de mayo:
“La gente viene consumiendo comestibles, comiendo con tarjetas y pagando en cuotas. Aunque se agrande el monto de gasto con tarjeta, con la inflación actual en dos meses vuelve a saturarse”, dijo el directivo de la institución local.
EN COMODORO, EL COSTO DE LOS ALIMENTOS ES MAYOR A LA INFLACION GENERAL
“Lo que nosotros notamos en Comodoro es que el costo de la Canasta Alimentaria viene creciendo por encima del ritmo de la inflación”, comentó el economista Alejandro Jones, integrante del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas.
En concreto, sobre la canasta básica total, que en mayo alcanzó en Comodoro Rivadavia la cifra de $224.217, el costo exclusivamente de los alimentos representó un 46,5% del total, cuando un año atrás la incidencia era 4 puntos más baja, del 42,5%. “Esto se explica especialmente por los precios de la carne, que un año atrás era del 30% sobre el total de alimentos y ahora subió al 35%, como también de las frutas y verduras, que pasaron del 23 al 25%”, comentó Jones.
Al subir la incidencia de los alimentos, la consecuencia lógica es que el valor de cada venta es menor: “Si en el súper o en el almacén gastaba un carrito, ahora hago compras más pequeñas, con menos cantidad de mercadería en el carrito”, reflejó el analista.
En esa evolución de tendencia, el tercer hábito que aparece es la necesidad de financiar el consumo, ya que una o dos de las compras que se hacen habitualmente por mes comienzan a pagarse con tarjeta de crédito, en lugar de efectivo o débito. “Incluso, algunas de esas compras comienzan a hacerse en 3 cuotas”, sumó Jones, al describir el cambio de hábitos que provoca la crisis, que se plantea en la teoría del consumo y se verifica en la práctica.
“El problema más grave –añadió el analista- es para los sectores sociales más vulnerables, porque esa incidencia del 46% del costo de los alimentos en la canasta total es mucho más alta para las familias de menores ingresos, porque dejan de comprar otras cosas y tienen que destinar la mayor parte de su ingreso solamente a la compra de comida”.
EL COSTO FINANCIERO DE LAS TARJETAS DE CRÉDITO Y EL EFECTO “BOLA DE NIEVE”
Una vez que se ingresa en ese circuito, Jones explicó que la complicación sobreviene con la acumulación de gasto y el momento en que nos e alcanza a pagar el total del resumen de la tarjeta de crédito, o se paga el “mínimo” o poco más de ese monto.
“Ahí empieza el problema, porque el costo de ese financiamiento es muy alto, con una tasa anual que puede estar en el 150%, que al sumar el Costo Financiero Total (CFT, que incluye gastos administrativos, comisiones bancarias, seguros, etc) se eleva por arriba del 300%”.
Jones refirió que el coso financiero aplica para todo tipo de productos. “En una cadena electrónica de Comodoro se ofrece un televisor en 12 cuotas, pero cuando mirás el CFT es del 340%. Eso es lo que hay que mirar, como decían nuestros mayores, ‘la letra chica’, porque a veces nos tentamos con un producto porque nos parece que la cuota fija se va a poder asumir, pero se termina pagando tres veces más de lo que vale el producto”.
La situación, advirtió el economista, podría derivar en una ruptura de la cadena de pagos, tanto en sectores empresarios que encuentran dificultades para el crédito, como para el sistema de tarjetas de crédito que utilizan las familias para financiarse.
“Estos son los indicadores que hay que seguir para observar la gravedad del problema”, añadió el analista.
AHORA 12: CÓMO FUE EL USO EN CHUBUT DURANTE EL ÚLTIMO AÑO
Entre las medidas que lanzó el gobierno a mediados de mayo se cuenta la reducción de la tasa de interés para los planes Ahora 12 mediante tarjeta de crédito, que se redujo desde algo más del 77,4% hasta el 72,7% nominal anual.
“En ese caso es distinto –explicó Jones-, porque el gobierno arma un fideicomiso con bancos mayoristas y financia una tasa más baja, porque el Estado paga el diferencial de tasa para favorecer el consumo de determinados productos y asegura la rentabilidad del fideicomiso. Es un subsidio indirecto, para fomentar el consumo con una tasa menor”.
Sin embargo, advirtió el analista, quien ya está complicado con el uso de su tarjeta de crédito no podrá aprovechar esa ventaja, porque deja de tomar el crédito al saber que ya hoy tiene dificultades para pagar sus consumos habituales. “Por eso, la venta de electrodomésticos sigue cayendo”, observó.
Por otra parte, un informe elaborado por el Observatorio de Empresas de la Patagonia, que dirigen el economista Facundo Ball, permite conocer la evolución del uso de esta herramienta financiera en la provincia y en la región.
Durante el primer trimestre de este año, en Chubut se hicieron compras por un total de $6.802 millones, lo que significa el 20,2% de la Patagonia y el 1,2% de las operaciones realizadas en todo el país. En el primer trimestre de este año, además, en la provincia hubo un aumento de casi un 4% en el volumen de operaciones, tomando en cuenta valores constantes, es decir descontando al inflación.
Según ese análisis, el mayor volumen de transacciones mediante ‘Ahora 12’ lo tiene Neuquén, con con un acumulado de $ 10.795 millones en el 1° trimestre 2023. Esto representa el 1,9% del total país y el 32% del total Patagonia. El segundo lugar en Patagonia, lo ocupa Río Negro con ventas acumuladas por $ 7.353 millones, lo que significa el 1,3% de Argentina y el 21,9% de la región Patagonia. Los últimos lugares los ocupan Tierra del Fuego y Santa Cruz, con $5.655 y $2.998 millones, respectivamente.
En Chubut el 27% de la facturación del Programa Ahora 12 corresponde a ventas de Indumentaria, en tanto que un 22% es Electrodomésticos, un 16% en Materiales de Construcción y un 7% en calzado. Es decir, que la ropa calzado representan el 34% del total de las compras con tarjeta de crédito, financiadas en 12 cuotas: no es casual, ya que la indumentaria es uno de los rubros que mayores incrementos tuvo en el Indice de Precios, durante los últimos dos años.