¿Es posible reutilizar el cauce del río Chico para abastecer de agua a Comodoro? La novedosa propuesta para resolver un histórico problema
Tendría un costo estimativo de 250 millones de dólares. La propuesta fue presentada en distintos ámbitos y será evaluada en el marco de la crisis del sistema acueducto.
Una novedosa propuesta, que por ahora tiene forma de ante proyecto, es impulsada en forma particular por el ingeniero Favio Roldán para resolver . Se trata del reaprovechamiento del cauce natural del río Chico, desaparecido décadas atrás, para transportar agua por un canal a cielo abierto, hasta un punto distante a 60 km de la ciudad, desde donde se construiría un nuevo sistema acueducto hacia la ciudad.
La iniciativa, que ya fue presentada a anteriores gobiernos, pero sin haber sido tomada en consideración, podría ser motivo de un renovado interés a partir de la necesidad de buscar alternativas que hoy exige la precaria situación del acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia.
Ante la evidencia de que la crisis de agua no hará más que agravarse, salvo que se pretenda tapar el sol con la mano, se han activado búsquedas de soluciones posibles que por ahora están sólo en el plano de los enunciados, pero que tendrán que ser profundizadas y definidas en el corto plazo.
Desde la optimización de los acuíferos hasta la evaluación de plantas desalinizadoras, también la opción del ‘río Chico’ volvió a mencionarse en las últimas semanas. ¿En qué consiste?
UNA IDEA APLICADA EN CALIFORNIA, QUE PODRÍA TRAERSE A LA CUENCA SAN JORGE
Corrían los primeros años del siglo 21 cuando Favio Roldán, ingeniero civil que se desempeñaba como representante de una empresa que realizaba obras en Comodoro y Sarmiento, pudo escuchar la opinión de un experto extranjero que había llegado a la zona para evaluar el acueducto recientemente (en ese momento) inaugurado, desde fines de 1999, luego de décadas de espera y sufrimiento de la ciudad para encontrar una solución al histórico problema del agua:
“No va a durar -fue el lapidario dictamen del experto-, porque la protección catódica está mal hecha”. En menos de dos décadas después, aquella sentencia empezó a verificarse en toda su dimensión, ante la frecuencia con la que el ducto ‘nuevo’ comenzó a romperse, encontrarse hoy en peor estado que la cañería de 1966.
Tiempo después de escuchar aquel comentario, Roldán tuvo la oportunidad de residir un tiempo en el exterior, donde conoció la infraestructura aplicada en Los Ángeles, California, para el abastecimiento de agua. Se trata del acueducto que toma agua del lago Owens, con una longitud de 544 kilómetros a través de canales de hormigón a cielo abierto, además de un ducto que atraviesa una montaña llamada San Gabriel.
“A partir de ahí empecé a pensar en esta idea, que por ahora es una propuesta y para transformarse en un proyecto tendrá que estudiarse desde distintas disciplinas, pero he encontrado gente que me dijo que puede ser viable y por eso lo presenté también ante la SCPL”, relató Roldán, en diálogo con ADNSUR.
Nacido en Comodoro Rivadavia, la motivación del ingeniero fue la de “hacer un aporte desde mi generación, para un problema que atraviesa la historia de la ciudad y que no hemos podido resolver”, contó.
UTILIZAR EL CAUCE DEL RIO CHICO PARA EVITAR INUNDACIONES EN SARMIENTO Y ABASTECER DE AGUA A COMODORO CON APORTES DE LA VERTIENTE DEL PACÍFICO
La propuesta tiene un punto de partida importante. Es necesario reforzar el caudal del río Senguer, que se prevé hacer con aportes de agua del río Corcovado o Carrenleufú, cuyo caudal es de 130 metros cúbicos por segundo (transporta agua desde el lago Winter hacia la vertiente del océano Pacífico), hacia el valle del río Genoa o Cherque.
“Esto se haría a través de las nacientes del Ñirihuao y Putrachoique, los cuales se encuentran muy cerca del río Corcovado -precisó el ingeniero Roldán-; todos estos tributarios del río Senguer solucionarían el aporte en situaciones de extrema sequia, con un canal a cielo abierto tendría una longitud aproximada de 180 km”.
A partir de ahí, entonces, estaría resuelto el caudal del río Senguer, que suele reducirse a límites muy bajos (afectando la superficie del lago Musters) en la temporada de verano. Llegados a ese punto con mayor volumen de agua, viene la segunda parte del anteproyecto, que es el de recuperar un cauce de agua desaparecido décadas atrás.
En efecto, el río Chico comenzó a secarse, hasta desaparecer en los años 40, a partir de las sequías sucesivas del lago Colhue Huapi, que por su gran superficie y escasa profundidad fue gravemente afectado por la evaporación y disminuciones del caudal del río Senguer, en especial en épocas de primavera y verano, que se tornó insuficiente para abastecer al lago Musters y por derivación, al Colhue Huapi.
Ese fenómeno natural transformó a la cuenca en ‘endorreica’, es decir sin salida al mar, ya que el cauce del río Chico desembocaba en lo que es hoy el espejo de agua del dique Ameghino, confluyendo allí con el río Chubut, para luego derivar hacia el océano Atlántico.
Ahora, Roldán apunta a revertir aquel proceso natural, reutilizando el valle de lo que alguna vez fue el cauce de un río (hoy totalmente sedimentado), mediante una serie de obras de reconducción de agua desde el lago Musters para volver a alimentar el Colhué Huapi y su posterior derivación.
“La propuesta consiste en realizar una serie de obras de conducción, esclusas y canales a cielo abierto de hormigón armado o conformados con membrana geotextil”, propone Roldán en su presentación, tomando como referencia la citada estructura que observó en Estados Unidos.
CANAL PARA APROVECHAR LA PENDIENTE Y NUEVO ACUEDUCTO
El canal se extendería, en su punto de inicio, desde el “falso” Senguer hasta la unión con el canal del Cerro Negro, con una extensión aproximada de 25 km. Este tomaría un caudal mínimo de 10 m3/segundo, con una capacidad máxima de transporte del canal de 20 a 30 m3/segundo, “derivando el excedente a través de esclusas hacia el lago Colhue Huapi, el cual disminuiría su superficie del total de 900 km2 a 200 ó 100 km2, según la época del año”.
Un segundo canal, de 37 kilómetros de extensión, se construiría en Cerro Negro, con el propósito de derivar los excedentes de agua de la cuenca en situaciones de crecidas, para evitar inundaciones en la ciudad de Sarmiento, conduciendo este excedente hacia el canal de toma del ‘Falso Senguer’ y su posterior destino hacia el río Chico y lago Colhue Huapi.
Finalmente, el canal principal se construiría sobre uno de los laterales del antiguo cauce del río Chico, para aprovechar la pendiente natural de un metro por cada kilómetro recorrido. El mismo se extendería durante 65 km, hasta un punto aproximado a 60 km de Comodoro Rivadavia, donde “se realizaría una olla de rebalse para la captación del agua del futuro acueducto hacia la ciudad, garantizando un flujo constante y sostenido, mientras que el agua residual seria encauzada rio Chico.
Para evitar el impacto de un mayor nivel de agua en el Dique Ameghino, la propuesta sugiere el aprovechamiento del agua del río para distintos emprendimientos productivos que podrían revitalizarse a lo largo del recorrido, como la vitivinicultura y ganadería, revirtiendo el estado de abandono de los campos de esa zona.
OTROS USOS POSIBLES: ACUEDUCTO A CAMARONES
En el punto de referencia, a unos 60 km de Comodoro Rivadavia, se debería construir un nuevo acueducto, con varias ventajas en relación a las instalaciones actuales: un trayecto que equivale a menos de la mitad del recorrido actual, con la mayor parte del recorrido impulsándose por gravedad, lo que significa mucho menor gasto de energía y costos para la impulsión.
A futuro, eventualmente el resto del caudal del río reactivado podría abastecer también un acueducto hacia Camarones, ya que los 20 m3/segundo del caudal es mucho mayor que la cantidad de agua que hoy demanda el sistema acueducto: mientras aquella representa significa unos 93.600 metros cúbicos por hora, el sistema transporte hoy unos 4.800 m.3/h y para satisfacer la demanda actual alcanzaría con 7.000 m.3/h.
En conclusión, el volumen de agua transportado sería mucho mayor al necesario para el abastecimiento de agua de Comodoro y Rada Tilly, por lo que podrían pensarse nuevos usos para el aprovechamiento productivo.
“La idea generó interés en los sectores en los que puede presentar la propuesta, que ya era conocida en algunos ámbitos -concluyó Roldán-. El costo estimado sería de 250 millones de dólares, pero esto es algo que podría afinarse en caso de que se haga un proyecto ejecutivo. Mi intención es que esto se conozca y se discuta, como un aporte que tal vez no sería la solución única, porque se necesitan varios proyectos, pero que podría contribuir a atenuar un problema tan grave como el que tenemos en la región”.