Con la tasa del 118% anual: ¿por qué el plazo fijo no conviene a más de 30 días?
Antes de renovar el próximo depósito, conviene tener en cuenta algunos tips muy sencillos para no perder frente a la inflación.
Con la inflación disparándose por encima del 10% mensual, la necesidad de cuidar un ahorro o pequeño capital antes de hacer un negocio puede transformarse en una decisión bastante difícil, porque dependiendo de lo que se haga, esa plata puede terminar perdiendo gran parte de su valor.
Vender un auto o cobrar una indemnización pueden ser situaciones en las que un pequeño ahorrista se encuentra de repente con la necesidad preservar el valor de ese dinero, con el temor de que la inflación termine por quitarle gran parte del poder adquisitivo en poco tiempo.
La opción más común en el país es la compra de dólares, pero con la situación actual ese objetivo no es tan sencillo como el mero hecho de enunciarlo, ante la escasez de billetes y las crecientes trabas para conseguirlos. Y si bien muchos van al mercado paralelo, no siempre hay garantías de que al momento de venderlos, el precio sea más alto que al comprarlos, sobre todo si el ahorro está pensado por poco tiempo.
La otra opción, en el peldaño menos complejo del mundo financiero, es el plazo fijo. Hoy, con una tasa del 118% nominal anual, que puede transformarse en un 208% al cabo de 12 meses, parecería la alternativa más viable para pelearle a la inflación. Sin embargo, no siempre es así.
LOS CONSEJOS QUE BRINDA UN EXPERTO, ANTES DE HACER EL PLAZO FIJO
Ariel Mamani es asesor de inversiones y publica habitualmente sus videos de divulgación en el canal de Inverarg, por youtube. En uno de sus últimos posteos, analizó la evolución del plazo fijo entre enero y agosto de este año, comparándolo contra la inflación acumulada en el año.
A continuación, presentó un ejemplo de un ahorrista que hizo un depósito a plazo fijo desde principios de año, para renovarlo mensualmente.
“De enero a marzo, la tasa de interés que te daba un plazo fijo se mantuvo en el 6,16% por mes. En abril subió al 7,47%, pero fue sobre fines de ese mes, entonces si vos ya habías empezado el plazo fijo a principios de abril, porque venías renovando desde principios de año, ese mes quedaste por debajo de la inflación, porque fue del 8,4%”, comparó el analista.
Luego hubo otras subas, hasta llegar en agosto al 118% anual, que significa un 9,8% mensual, por lo que dependerá de cuál sea el índice final de la inflación de este mes, para saber si la tasa quedó por debajo o por encima, lo que parece poco probable por la devaluación aplicada el 14 de agosto y el inmediato traslado a precios de casi toda la economía.
“El interés acumulado hasta agosto me da un 59%, mientras la inflación estimada hasta el 31 de agosto inclusive es del 60,3%”, dijo el experto, haciendo una estimación conservadora del Indice de Precios al Consumidor de este mes, al que ubicó por debajo del 10%.
“Claramente la inflación es más grande que el interés del plazo fijo –concluyó-. Si bien te lo fueron actualizando, el tema es que se actualiza después de que se conoce la inflación y si bien es probable que en algunos meses tu rendimiento le gane a la suba de precios, en el largo plazo termina perdiendo”.
El analista brindó además una explicación sobre por qué el constante crecimiento de la tasa de interés termina alimentando a la inflación, para reforzar su idea de que al extenderse en el tiempo, el plazo fijo termina en el mismo punto de partida:
“Cada vez que te suben la tasa de interés, te generan más inflación. Si tenemos 100 pesos, para dar un ejemplo fácil y te ofrecen un interés del 20%, eso se cubre con emisión de billetes, por lo que se emiten 120 pesos. Como hay más moneda en circulación, aumentan los precios, o sea que se genera más inflación y termina en lo mismo. Sube la tasa y por un par de meses podés ganar, paro a la larga se pierde, sobre todo comparando contra otro tipo de inversiones”.
Teniendo en cuenta esto, es entendible por qué tampoco sería conveniente tener la plata en plazo fijo durante un año, incluso haciendo interés compuesto y renovando puntualmente todos los meses el capital y los intereses. Aun cuando hoy el resultado sería del 208%, al final de ese período la inflación acumulada podría resultar superior o prácticamente igual al rendimiento.
EN QUÉ CASOS CONVIENE EL PLAZO FIJO Y CUÁNDO HAY QUE EVITARLOS
El analista aclaró sin embargo que el plazo fijo puede ser una buena opción en determinadas circunstancias, al considerar que es el peldaño más simple de los instrumentos financieros, accesible para quienes no tienen conocimientos básicos sobre el manejo de una inversión.
Ese sería un primer motivo para optar por este instrumento de ahorro, sumado a que habitualmente suele ganarle a la inflación en el primer mes en que se da una suba de tasas, como ocurrió en varios momentos de este año, aunque agosto y septiembre podrían ser la excepción, quedando los precios por encima de la tasa de interés.
“En segundo lugar, el plazo fijo es una buena opción cuando no conocés de inversiones y no tenés idea de cómo funciona la bolsa o las criptomonedas, algo que no te conviene porque estarías haciendo apuestas sin entender. Si no sabés usar esos instrumentos, el plazo fijo es una manera de perder un poco menos frente a la inflación, sobre todo si no hicieras nada”, explicó.
Particularmente, puede ser un buen instrumento para el corto plazo. “Si ya sé que el mes que vienen tengo que pagar una deuda de lo que sea, por ejemplo de 100.000 pesos y ya la tengo hoy a esa plata, el plazo fijo puede ser una buena opción, porque es súper conservador y lo vas a cobrar. Ahora, un gasto así de predecible en Argentina es bastante improbable, salvo que hayas comprado algo con tarjeta de crédito, por ejemplo en un plan de 3 cuotas fijas y entonces sabés que vas a tener que pagar ese valor de cuota”.
Cuando ya se conoce de antemano el valor de la deuda que se debe cubrir y se cuenta con el margen de 30 días necesario para esperar el vencimiento del plazo fijo, esta opción es mucho más conveniente que el interés que ofrecen las billeteras virtuales como Mercado Fijo o Naranja X, que si bien ofrecen la ventaja de contar con la disponibilidad del dinero en forma inmediata, el interés que pagan es bastante inferior al del plazo fijo.
Mamani dejó además una sugerencia para lector verá si la toma o no: a su entender, no sería conveniente estar atado a un plazo fijo en un período que incluya las elecciones del 22 de octubre, por la volatilidad que puede haber en el mercado en los días previos y en los posteriores, dependiendo del resultado. Si hay suba de la tasa porque el dólar volviera a escaparse, entonces claramente el ahorrista estaría perdiendo frente a la inflación, si renovó un plazo fijo a principios de septiembre.