“Esto arrancó con la propia vivencia familiar”, dice Paola Solé, y suspira. Mientras habla con simpatía, la abogada se adentra en su propia historia para explicar las razones que la llevaron a especializarse en discapacidad. Pao es abogada, graduada en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, y en primera persona sabe lo que se siente tener que ayudar a una persona discapacitada. La burocracia del Estado a veces es demasiado grande.

“Esto arrancó por mi mamá”, dice a modo introductorio. “Ella tiene una discapacidad desde que tengo 7 años, y siempre todo fue tan difícil y tan complejo, que me parecía que era la herramienta que tenía para poder aprender a defenderla a ella y al grupo familiar, y también para ayudar a otras personas para que no vivan lo mismo. Arranqué con esa mirada, después todo se fue ampliando”. 

Paola cuenta que estaba cursando sus estudios primarios en el Instituto María Auxiliadora cuando a su mamá le detectaron Esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa que ataca el sistema nervioso y que va quitando la fuerza de todos los músculos del cuerpo. 

Era chica y admite que no terminaba de entender qué sucedía. Sin embargo, poco a poco fue aprendiendo.  

“De entrada no entendía qué era lo que estaba pasando. Me acuerdo que por ahí íbamos caminando por la calle de la mano con mi mamá y se caía. Yo pensaba que se había tropezado. Es como que de chico no terminás de entender, pero en la adolescencia eso cambió y hubo un cambio de rol porque yo la cuidaba”.

La joven cuenta que no tuvo una adolescencia normal. Sin embargo, lo entiende, “son cosas que nos tocan y que hacés por amor”, dice con una tierna sonrisa. Pero admite que fue difícil. 

“Fue muy difícil, yo quería tener la misma vida que mis amigos pero son cosas que nos tocan. Por ejemplo, me acuerdo que nos juntábamos a merendar con mis amigas y ellas llegaban a su casa y tenían la comida preparada, la casa limpia, el guardapolvo impecable y yo no tenía nada, y era como que nadie vivía lo mismo. Pero creo que era algo normal de la edad, porque no es tan común que a esa edad le pase algo a un adolescente”. 

Su mamá padece esclerosis múltiple y decidió estudiar abogacía y especializarse en discapacidad para ayudar a otros

Paola cuenta, con orgullo y amor, que siempre acompañó a su madre, y esa necesidad de cuidarla la llevó poco a poco a meterse en un mundo de trámites, papeles y reclamos permanentes. Así, cuando terminó la secundaria supo que quería estudiar abogacía. 

Paola se recibió en los cinco años que demanda la carrera y en ese camino se dio cuenta, en primera persona, lo importante que es saber de leyes para ayudar a quienes padecen alguna discapacidad. 

“Fue algo que me di cuenta con el tiempo. Me acuerdo que los primeros años fueron muy difíciles porque era chocarse con una pared, era peticionar y la respuesta era siempre ‘no’, o siempre faltaba una documentación. Quizás sin ningún tipo de fundamento te decían que no. Entonces una vez que empecé a estudiar y fui teniendo las herramientas y sabía cómo reclamar, cambió completamente la mirada hacia la discapacidad y mi problema propio con mi mamá, porque primero no sabía qué más hacer, no sabía dónde recurrir, cómo solucionarlo, y después fue mucho más fácil porque tenía las herramientas”.

La abogada se metió tanto en el tema que terminó diplomándose en derecho de daños y salud, y hace un año comenzó a vincularse con Luz de Esperanza, la Fundación de Electrodependientes que nuclea cerca de 100 personas de Comodoro Rivadavia, quienes dependen de la energía eléctrica para alimentar los equipos que los ayudan a vivir. Se involucró tanto en el tema que terminó convirtiéndose en la abogada de la entidad.

“HAY LUZ AL FINAL DEL TUNEL”

Desde el rol de abogada Paola ayuda a otras familias en diferentes situaciones, algo que entiende a la perfección. “Sé profundamente lo que se siente. Entonces cada vez que intervengo en un caso les digo que los entiendo, que sé lo que están pasando y que tratemos de hacer todo lo posible para que la situación mejore, porque no es fácil tener una persona con discapacidad en tu familia. No es fácil, es muy triste, muy duro, se necesita mucho apoyo y es muy complejo. Uno ve todo el panorama muy negro, pero justamente quiero transmitirle a la gente que hay luz al final del túnel, que tenga esperanza porque se puede reclamar”.

Precisamente, esto será parte de lo que presentará este domingo a las 14:30 hs en la Expo Funda 2023. Paola expondrá sobre los “Derechos de las personas con discapacidad. Tips para gestionar reclamos en el sistema de salud”.

“La idea es hablar de la discapacidad, promover la empatía y la protección de sus derechos. Muchas veces parece que las personas con discapacidad son personas invisibles para muchos y no es así, pero para promover la inclusión social, la empatía y el respeto, hay que hablar de discapacidad. Por eso son importantes estas jornadas libres y gratuitas. En mi caso, voy a hablar sobre el aspecto legal de la discapacidad. Quiero contarle a la gente cuáles son sus derechos y la forma de protegerlos, qué tienen que hacer cuando reciben una negativa, cuando tienen un incumplimiento de las obras sociales o las empresas de medicina prepaga o el mismo servicio de salud pública del Estado”.

Su mamá padece esclerosis múltiple y decidió estudiar abogacía y especializarse en discapacidad para ayudar a otros

Paola asegura que le llegan muchas consultas a su oficina de Dorrego al 1500, de gente que no sabe qué hacer o adónde ir ante determinada situación. Cada caso es diferente, pero en muchos las personas no cuentan con recursos para contratar a un abogado y desconocen los derechos que los amparan. “Hay mucha gente que no sabe que existe la Defensoría Pública o que pueden ir a la Superintendencia de Servicio de Salud a hacer un reclamo electrónico sin moverse de su casa. Básicamente es eso, darle las herramientas para que ellos sepan que sus derechos tienen que ser cubiertos de forma integral y tienen la potestad de poder protegerlos y los tiene que hacer valer”.

La joven promete que será una charla interactiva, donde responderá las preguntas más frecuentes y habrá intercambio con la gente para seguir colaborando desde su rol, a que haya un cambio de paradigma y entre todos se pueda “promover una sociedad más solidaria, más empática y más respetuosa con los derechos de las personas con discapacidad”. Es que, como dice, sabe de qué se trata y quiere ayudar a que otros no tengan que pasar por toda la burocracia que alguna vez tuvo que romper.

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