El bar campero de Comodoro que respira folclore y tradición se prepara para su primer festival
Surgió como una despedida de año, pero terminó convirtiéndose en un homenaje a los cantores que durante 33 años pasaron por Nido Gaucho, el bar tradicionalista de la calle Viamonte que en 2019 fue declarado de Interés Cultural. Antonio y Nelitor, su hijo, se preparan para el primer Festival al cantor del boliche Campero, un evento que promete música, empanadas, asado y buen vino.
‘Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar’. dice Antonio Óscar Ferreira al contar lo que le dijo a su hijo, Meliton (25), el día que le contó que quería hacer un festival de fin de año. “Le dije metele nomás. Si te va bien o te va mal, no importa, vos hacelo nomás, porque hay que animarse a hacer cosas”.
Son las cinco de la tarde del jueves y “Nido Gaucho” está a pleno. El sol de la primavera invita a sentarse afuera de la calle Viamonte para tomar una cerveza y degustar una rica empanada. Antonio está adentro, charla con algunos paisanos, mientras se escucha la música de fondo. Ante la pregunta invita a conversar afuera, frente al cartel que recuerda que en 2019 el lugar fue declarado de Interés Cultural por la Municipalidad de Comodoro Rivadavia.
“Este es el primer festival que va a hacer mi hijo para todos los guitarreros que vienen acá. Es el festival de la familia Ferreira, un encuentro mancomunado porque lo hacemos entre todos, pero con el puntual mio. Lo venimos organizando hace un montón de meses, tratando de juntar a todos los guitarreros que han pasado por esta peñita”, dice con entusiasmo.
Como cuenta Antonio, la idea fue de Melitón, su hijo menor que lleva el nombre de su abuelo. “La fiesta es un homenaje a los cantores del boliche”, dice el joven a ADNSUR. “Porque este es un boliche tradicional al que viene mucha gente. Capaz vos no sabés quién es, pero es terrible cantor. Nosotros habíamos hecho festivales pero despedida de año. Yo era muy chico en ese entonces. Lo hacían en la Aguadita, que es un campo que está como a 20 kilómetros. Pero quería hacer una despedida de año y dije voy a ponerle el Cantor del boliche campero. Así surgió. Le estamos dando ficha nomás”.
El Primer Festival del Cantor del Boliche Campero se realizará el 10 y 11 de diciembre en la Chacra Don Guzmán, ubicada en Kilómetro 17. La actividad comenzará cerca del mediodía y promete extenderse hasta la medianoche con los sabores típicos de Nido Gaucho. “El puntal nuestro es la empanada casera, los buenos asados, todo regado con buenos vinos también”, dice Antonio. Por supuesto, la música será la protagonista principal, con folclore, chamamé y alguna milonga, “es la esencia del lugar”, dice Melitón.
Ya confirmaron su presencia, Daniel Lanezan, Quilito Vargas, el Vasco Salaberry, Esteban Muia, Los Master del Chamamé, Nahuel Hueche y su banda, Esteban Salaberry, Luis Huencheque, entre otros cantores que en estos 33 años alguna vez pasaron por el Nido Gaucho.
EL BAR CAMPERO DE COMODORO
El bar fue creado por Antonio hace 33 años. El hombre nacido en Comodoro fue cadete de farmacia, bolichero en diferentes peñas y campero hasta que decidió independizarse y alquiló el bar que funcionaba sobre la calle Viamonte.
Desde entonces pasa sus mañana y sus tardes en el boliche campero, donde todos los días llegan parroquianos en diferentes horarios; clientes fieles que van a tomar unos mates, degustar una ginebra o almorzar unas ricas empanadas o un buen asado.
Con 82 años Antonio sigue disfrutando de su casa, apuntalando a Melitón para que siga la tradición del boliche. Por supuesto, él joven tiene sus propios planes. “Me gustaría que sea algo más grande, que se agrande, que la gente que venga a Comodoro piense dónde puedo ir a comer y piense en el Nido Gaucho. Más grande pero con la misma tradición, y que vengan a comer una parrilla o escuchar folclore porque en Comodoro hay peñas, hay de todo, pero esto es distinto, acá capaz es lunes y estamos compartiendo, tocando la guitarra. Es algo lindo”.
Sin duda, Nido Gaucho es un lugar distinto en Comodoro Rivadavia. Así se escucha y se siente. Por eso quieren hacer también el festival de fin de año, para que más gente conozca la esencia del lugar y se contagie de esta forma de vida que siente Antonio, porque como dice “el cristiano que no tiene música en el alma es un alma muerta”.