Una reunión de trabajo terminó convirtiéndose en uno de los momentos más lindos de su vida - hasta ahora - casi un festejo mundialista frente a sus computadoras y un sueño cumplido: tener la posibilidad de llegar a la NASA. 

Cuando lo cuenta, Santiago Nuñez aún no lo puede creer. Tenían esperanza de poder ganar el certamen, pero a su vez sabía que era muy difícil: competían ante miles de personas de diferentes países. “La verdad no lo podíamos creer”, dice a ADNSUR. “Es un orgullo, porque la realidad es que tampoco lo esperábamos. Fuimos pasando etapas y pensábamos que cada logro estaba bueno, habíamos llegado a la final, así que era genial, pero cuando estábamos en la reunión semanal de trabajo y uno de los chicos dijo ‘che, ¿leyeron el email? Parece que ganamos’, no lo podíamos creer, no entendíamos nada”. 

Santiago lo confiesa, tuvo que leer varias veces el email de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) para tener certezas de que sí, habían ganado el certamen. Sin embargo, había un pequeño detalle: no podían difundirlo hasta diciembre, cuando la NASA anunciara los ganadores.

El secreto quedó guardado bajo cuatro llaves hasta que finalmente, la última semana, se hizo pública la noticia: un equipo argentino, integrado por un comodorense y con la mentoría de otra comodorense, ganó la hackatón “International Space Apps Challenge”. El certamen les permitirá presentar su aplicación en la NASA.

Santiago Nuñez y Sol Maldonado son los dos comodorenses, graduados de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que visitarán la NASA.
Santiago Nuñez y Sol Maldonado son los dos comodorenses, graduados de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que visitarán la NASA.

Por estos días, los chicos están preparando todo para que el próximo 4 de junio estén en Estados Unidos, sabiendo que hay muchos trámites por hacer, pero también mucho dinero que juntar para poder cumplir el viaje profesional de sus vidas; una aventura que los puede acercar un poco más a la luna de la mano de sus dos proyectos: Aoniken y Robertito. 

Pero para entender esta historia es necesario ir bien al principio, porque si bien los chicos ganaron este hackatón, hace varios años vienen trabajando con la luna. 

EL ASCENSO AL ESPACIO

En 2021, te contamos cómo estos jóvenes que tenían “entre 23 y 25 años” realizaban “un robot que podría llegar a la luna”.

La ingeniera electrónica Sol Maldonado Betanzo, se había enterado por su pareja que la NASA iba a realizar el “Open Space”, un certamen que busca inspirar a jóvenes en nuevos proyectos espaciales. Juntos decidieron participar y desarrollar un rover de menos de 2 kilos que transite la superficie lunar. 

Para hacerlo conformaron un equipo, al cual se sumaron los comodorenses Santiago Nuñez, que por entonces estudiaba ingeniería electrónica y analista programador, la ingeniera civil Cecilia Laskowski y Nicolás Herrera, en ese momento estudiantes de la licenciatura en Biología.

El certamen requería desarrollar el rover, estudiar el ambiente lunar y lograr que llegue al espacio, y lo lograron. Finalmente, el equipo ganó el certamen y Robertito podría llegar a la Luna en 2024, aunque todavía resta terminar el modelo de ingeniería.

El equipo que participó de Open Space.
El equipo que participó de Open Space.

EL PROYECTO AONIKEN

En ese trabajo estaba el equipo del año pasado, cuando a Sol Maldonado le llegó una propuesta para ser mentora en “International Space Apps Challenge”, la hackatón espacial y científica más grande del mundo. 

Por supuesto, ella de inmediato pensó en alguien de “Open Space”, sabía que los integrantes del equipo tenían potencial para participar de este tipo de competencia.

“Pensé ‘esta es una oportunidad que los chicos tienen que aprovechar’, porque veía que tenían muchas chances, para mí tenían todo para desarrollar una aplicación y ganar. Entonces les mandé la propuesta, los convencimos y armaron un grupo de seis personas, que era los máximos que se podían presentar. Así empezó todo”.

El equipo denominado SpaceBee estuvo integrado por Tomi Liendro, Fabián Burgos, Santiago Nuñez, Juan Marcos Losarcos, María Dolores Avalis y Lautaro Mendieta. El objetivo era claro: en una competencia de 48 horas tenían que desarrollar una aplicación relacionada a la luna. Así surgió la idea de desarrollar Ainoken, un mapa 3D de la luna donde se muestran los lunamotos medidos con sensores dejados durante las misiones Apolo. Y donde cualquier persona puede subir proyectos o compartir información sobre la luna para que sea un espacio de divulgación. En este sentido, Robertito fue el primer proyecto que se subió a la plataforma. 

Make a Moonquake 2.0! Nasa SpaceApps - Spacebee

Los chicos compitieron ante más de 3000 personas de todo el mundo, pero a diferencia de las competencias locales, donde los equipos competían y eran evaluados por un jurado en la ciudad, el equipo de Santiago, a través de la virtualidad, era evaluado directamente por NASA compitiendo contra miles de personas.

Así, el 7 y 8 de septiembre, a las 9:00 hs comenzaron la maratónica tarea de desarrollar una aplicación que le guste a la NASA y realizar su presentación, incluyendo un video explicativo.

Los jóvenes fueron superando cada una de las etapas, primero metiéndose entre el 10% de los nominados globales y luego entre los proyectos finalistas, y finalmente siendo seleccionados como uno de los 10 equipos ganadores entre 57 mil personas y 8715 equipos de todo el mundo.

El equipo Spacebee que participó de la hackatón.
El equipo Spacebee que participó de la hackatón.

A la distancia, Santiago, reconoce que fueron dos días muy intensos, pero valió la pena.  “Empezamos temprano el sábado, a full. Me acuerdo que el domingo se cortó la luz, dije ‘no, tengo que seguir’. Estuve con datos y batería y al rato volvió. Y hasta último momento estuvimos ultimando detalles del proyecto. Tomy estaba con el video y 23:55 hs fue el último cambio que hicimos en el código para algunos arreglos. Ahí entregamos, subimos y estaban subidos los trabajos de los otros competidores”.

Santiago y Sol reconocen que estaban cansados, habían sido dos días largos de intensa actividad y muchos nervios. Ella además de ese equipo estuvo de mentora en Mendoza con otros 140 grupos. Sin embargo, la curiosidad pudo más y esa noche se quedaron hasta las 3 de la madrugada mirando el resto de los trabajos. 

Santiago admite que tenía esperanza de ganar pero lo veía como algo muy lejano. Por eso, cuando se enteraron que habían obtenido el premio a Mejor Tecnología la alegría fue doble.

“Fue algo muy lindo, porque es un orgullo. La realidad es que tampoco lo esperábamos, pero es algo muy importante, porque vamos a ir a NASA a presentar la aplicación que desarrollamos, pero también queremos ir a presentar nuestro otro proyecto, generar vínculos y contactos. Entonces para nosotros es muy importante ir para poder crecer y desarrollar el roven, porque para llevarlo a la luna necesitamos mucha más inversión, mucho más contacto y generar esos vínculos”.

Robertito es el roven lunar que desarrollo el equipo SpaceBee.
Robertito es el roven lunar que desarrollo el equipo SpaceBee.

Por supuesto, los chicos ya se ilusionan con el viaje, sabiendo que el equipo completo conocerá la NASA y podrá disfrutar de esta importante experiencia para su recorrido profesional. 

“Es algo muy grande. Vamos a la NASA que es la institución más grande a nivel mundial. En Washington vamos a las oficinas generales y también al Space Center. Conocer eso es como algo que vemos muy lejano, es demasiado llegar ahí”, admite Santiago.

Sol, que fue becaria de Pan American Energy y hoy trabaja en el Invap, no se queda atrás. Está entusiasmada y lo demuestra. “Es el sueño de toda persona, un sueño realizado, ya estoy lista para ponerme mi remera que diga NASA. Es llegar al mundo donde se comenzó a realizar todo este tipo de desarrollo, pero bah, creo que es el sueño de toda persona de esta área pero también de cualquier persona porque es una total locura ir a conocer la NASA. Por otro lado, tener la posibilidad de que los directivos de la NASA que te den su tiempo para escucharte es una enorme posibilidad, no solo para presentar el desarrollo de la aplicación sino también el proyecto de fondo que es Robertito, el primer rover lunar de latinoamérica”, dice con orgullo.

Lo cierto es que ahora tienen un nuevo desafío, solventar los costos que demanda viajar a Estados Unidos. La NASA, por ser un organismo del Estado, solo realiza la invitación para poder seguir avanzando en estos procesos. Y esa es la parte difícil, mucho más en un momento difícil de la economía argentina y con un dólar alto.

“Calculamos que por una semana allá necesitaremos 3500 dólares, aproximadamente. La idea es abaratar costos lo más posible, pero lo más caro son los pasajes. El cambio que tenemos nos mata, pero estamos viendo cómo poder financiarlos y buscando sponsor para poder llegar. Nos parece importante poder ir para poder seguir con nuestro proyecto del rover, hacer contactos, porque a todos nos sirve”, admite Santiago. 

Lo cierto es que Santiago y Sol ya están volando, como también lo hace el resto del equipo, y tienen motivo para hacerlo, llegar a la NASA es casi imposible y ellos lo lograron desde el sur del mundo y en la Universidad pública, el lugar que los formó para tener su propia aventura lunar.

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