Vivir en Comodoro y no conocer el mar. No saber lo que es un abrazo y tampoco decir te amo. Parecen cosas absurdas; sin embargo, es la realidad de muchos chicos de Comodoro, pequeños que no encontraron en su familia de origen la contención necesaria, sino que, por el contrario, tuvieron que sentir en carne propia la vulneración de sus derechos, en su máxima expresión: maltrato, violencia o estar rodeados por un mundo de consumo y vulnerabilidad.

En la actualidad, unos 30 niños de entre 0 y 17 años viven en la Casa del Niño, la histórica institución de Comodoro Rivadavia que contiene a chicos que por algún motivo fueron separados, transitoriamente, de su familia de origen. Se trata de chicos que necesitan contención, apoyo y, sobre todo, amor, para poder ver la otra cara de la vida y reconstruir el lado roto que tienen.

Sofía Carrizo (27), es trabajadora social, y hace dos años se desempeña en el Servicio de Protección de Derechos, la oficina que depende de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia de la Municipalidad y que trabaja con este tipo de casos. La profesional lo admite: “No han pasado situaciones que, la verdad, te impactan. Lamentablemente, hoy la situación es bastante grave, en el sentido de que está muy naturalizado el consumo, el maltrato y la violencia. Cada día son más los casos de niños que necesitan un sostén familiar que les pueda brindar cuidado o protección, porque su familia de origen los ha vulnerado y no tienen familia extensa ni vínculos afectivos que les puedan brindar estos cuidados.” 

“Hoy hay 30 niños con medidas de protección excepcional que fueron separados de su familia de origen por situaciones de maltrato, negligencia, abusos… son niños que literalmente son vulnerados en todos sus derechos y esos derechos hay que repararlos, y ese es uno de los objetivos de una familia solidaria”, explica.

En la actualidad, hay 30 niños que esperan por una familia del corazón en la Casa del Niño. Foto: Prensa Municipalidad de Comodoro
En la actualidad, hay 30 niños que esperan por una familia del corazón en la Casa del Niño. Foto: Prensa Municipalidad de Comodoro

UN PROGRAMA QUE BUSCA CONTENER

Familias Solidarias o del Corazón es un programa municipal que funciona desde hace más de 20 años. Su objetivo es “brindar acogimiento transitorio a niños, niñas y adolescentes de 0 a 18 años de edad; chicos que provisoriamente no pueden convivir con su familia de origen porque les han vulnerado sus derechos de alguna manera”, dice Sofía. 

Se trata de un periodo corto de vinculación que puede durar hasta 180 días, según estipula la ley. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el plazo puede ampliarse, en virtud de que los padres o encargados del menor no cumplen con el plan de trabajo estipulado por la justicia para volver a recuperar el vínculo con los niños. Obviamente, hay excepciones.  

En este contexto, resulta fundamental contar con familias solidarias, vecinos de Comodoro y Rada Tilly que quieran ayudar a estos chicos a transitar este proceso, sabiendo que una vez que termine, los chicos volverán con su familia de origen o podrán ser adoptados por otra familia. 

La mala noticia es que en la actualidad solo hay 10 familias solidarias y muchos niños esperando un corazón que les permita salir de la institucionalidad y encontrar un hogar transitorio.  “Hoy tenemos 10 familias inscriptas y están integrando a niños”, detalla Sofía. “Dos integran a grupos de hermanos. Una hace dos años y otra en octubre cumple un año integrando a dos nenes”. 

Precisamente uno de esos casos, de dos mellizos, fue el que permitió, por su difusión, que se integren nuevas familias al programa. Sin embargo, ahora, con 30 chicos en Casa del Niño y solo 10 familias, se hace imperioso contar con más apoyo para sacar a los chicos de la institucionalidad.

La convocatoria es amplia, pueden ser familias monoparentales, es decir, una madre o padre con sus hijos; homoparentales (parejas del mismo sexo) o familias ensambladas. Aunque también hay casos de personas solteras que se animan a transitar este proceso para ayudar a otros. Por ejemplo, recientemente, una profesional de la salud, durante casi seis meses, integró a un bebé recién nacido por los problemas de consumo que tenía su madre. Su cuidado fue fundamental para contener a ese niño hasta que la justicia dictaminó que se integrara con su abuela en el norte del país. 

FAMILIAS DEL CORAZÓN: CÓMO ES EL PROCESO

La última semana, luego del lanzamiento de una nueva convocatoria, llegaron nuevos adultos interesados en ser familia del corazón. El proceso es sencillo. El primer paso es el interés y el segundo una primera entrevista, donde se evalúa la solicitud. Es que se trata de niños y no siempre los adultos están listos para afrontar un proceso de estas características, por lo que significa y también por los temores, las expectativas y lo que representa dar amor.  Este es uno de los principales miedos de muchos adultos. “Muchos vienen preocupados por cómo va a ser el desapego, si se van a encariñar o no, pero nosotros hacemos hincapié en la satisfacción del niño reparado en sus derechos, todos los progresos que va teniendo y cómo sale de esa familia, porque cuando llegan es impresionante la mirada de tristeza que tienen y cómo cambia cuando se van, son otros niños”, dice Sofía. 

Florencia Burgos (30) es psicóloga del servicio y hace más de un año forma parte del equipo que evalúa las solicitudes. La profesional cuenta que se analizan diversos aspectos, principalmente para proteger a ese niño que ya fue vulnerado. “Evaluamos muchas cosas, pero principalmente si emocionalmente a la familia le va a costar dejar ir a ese niño y si va a poder sostener el vínculo, porque si no se termina vulnerando más a ese niño, porque los dejas unos días y al mes tiene que ir a otra familia. Y tratamos de que eso no pase”.

“Nos ha pasado que viene gente que no puede tener hijos  y la experiencia del programa nos ha demostrado que cuando son mujeres que no han podido tener hijos no lo pueden sostener, por todo lo que se genera alrededor de la vinculación”, explica.  

Por supuesto, los temores son muchos. No solo encariñarse, sino que también surge la duda sobre cómo será el vínculo con la familia de origen. En este sentido, el programa es contundente y busca resguardar a la familia del corazón y a los niños, explican las profesionales. 

“A las familias les explicamos que no hay vinculación entre la familia solidaria y la familia de origen, más que nada por una cuestión de resguardo, porque hay situaciones graves”, cuenta Sofía. “Incluso solicitamos en los pedidos judiciales que no se pongan sus nombres completos y cambiamos algún número del DNI, pero les explicamos que hay situaciones en las que sí amerita realizar vinculaciones con los padres, porque han avanzado en su plan de trabajo. Y en ese caso la garantizamos nosotros, sin tener contacto entre las dos familias”.

Acompañar para ayudar a sanar. En Comodoro, hay solo 10 familias del corazón activas. Foto: Imagen Ilustrativa - Municipalidad de Comodoro Rivadavia.
Acompañar para ayudar a sanar. En Comodoro, hay solo 10 familias del corazón activas. Foto: Imagen Ilustrativa - Municipalidad de Comodoro Rivadavia.

Precisamente, ese es el objetivo del programa, que los niños puedan mantener su vínculo familiar y que los padres modifiquen el accionar que los alejó de sus hijos. Sin embargo, no en todos los casos es posible, aunque hay excepciones. 

“Hace poco tuvimos a un niño de cuatro años integrado a una familia solidaria y su mamá adhirió a su plan de trabajo e hizo mucho mérito para recuperar a sus hijos, porque también tenía un hijo de 17. La violencia venía de sus abuelos. Entonces, la madre salió de su entorno familiar, hizo terapia, buscó trabajo, un alquiler, y hoy la familia solidaria forma parte de la red de apoyo de esa madre. Eso fue muy satisfactorio para nosotros porque no buscamos que el niño se desligue de la familia solidaria”, dice Sofía con orgullo.

Florencia asegura que son impresionantes los cambios que se vieron en el niño. “Llegó un niño que le faltaba el desarrollo del lenguaje, que estaba muy poco estimulado y volvió a ser un niño completamente diferente, que ya hablaba, que socializaba más. Y eso es lo lindo”, asegura.

Muchos niños llegan rotos, pero gracias a las familias del corazón pueden sanar. Foto: Minuto Fueguino.
Muchos niños llegan rotos, pero gracias a las familias del corazón pueden sanar. Foto: Minuto Fueguino.

AYUDAR A SANAR

Esto es parte de lo que puede ofrecer una familia del corazón, un cambio de vida que ayude a los chicos a sanar. Para lograrlo, las familias cuentan con el apoyo de los profesionales del servicio, que cada quince días visitan los domicilios para acompañar la situación. 

Pero por qué una familia adulta accede a este tipo de programas. La respuesta es sencilla: “la mayoría manifiesta su deseo de ayudar, de poder darle algo a la comunidad. También la mayoría dice su deseo de cuidar a un niño y todos son muy conscientes de que es transitorio, que el fin no es la adopción, sino poder brindar amor y cosas que estos niños no han vivido con su familia, porque tenemos niños que incluso no conocían el mar y somos una ciudad donde el mar está ahí, o no conocían comidas que nosotros ya tenemos naturalizadas, como un plato de papas fritas”, ejemplifica Florencia.  

“Por supuesto, también tenemos otros casos. Ahora, justamente, tenemos un niño que ha llegado por maltrato físico y psicológico, y la verdad es que está teniendo muchas dificultades en cuanto a su comportamiento. Por ahí tiene momentos en que tiene retroceso, vuelve a etapas anteriores, y por ahí logra expresar el maltrato que han cometido los padres y también a su hermanito. Son situaciones delicadas”, admite. 

La convocatoria a Familias del Corazón es urgente. No solo por la cantidad de chicos que hay en la Casa del Niño, sino también porque llegaron solicitudes de otras familias y saben que hay niños por nacer que ya vienen de un contexto de consumo. 

“Entonces estamos muy urgidos, pero tiene sus frutos y es muy satisfactorio el resultado porque ese niño llega y se va como una persona reparada. Suena feo, pero es lo que sucede realmente: lo reparás, porque se integra muy lastimado en el amplio sentido de la palabra y se van unos nenes completamente diferentes gracias a familias solidarias que le pueden brindar esa contención que su familia no pudo darle”. 

Quienes estén interesados en formar parte del programa y tengan la posibilidad de brindar un hogar transitorio a un niño, deben comunicarse al teléfono 297-4002366 o enviar un correo electrónico a [email protected].

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