Junjo, el vecino de Comodoro que consiguió trabajo a través del "Buen día Comodoro"
Hace seis meses, Juan Carlos Rearte se había quedado sin trabajo. Lo pasó mal, se deprimió y estaba a punto de sucumbir sin poder pagar su alquiler. Sin embargo, su buena onda con “Buen Día Comodoro” dio sus frutos. Es que Junjo fue un fiel seguidor del ciclo que terminó la última semana, y Sole Chorny más de una vez pidió ayuda para él. El mensaje fue escuchado y, hoy, nuevamente tiene empleo. “Gracias a Dios ahora voy a estar mucho mejor”.
“Es feo quedarse sin trabajo cuando uno tiene familia”, dice Juan Carlos Rearte y se lo ve agradecido. El vecino de Comodoro que fue un habitual seguidor de Buen Día Comodoro, el ciclo de ADNSUR que culminó la última semana, consiguió trabajo luego de estar desempleado durante seis meses y está muy agradecido.
ADNSUR se reunió con Junjo para conocerlo y contar parte de la historia de este hombre que se hizo conocido por ir todos los días caminando a su trabajo, llueve, truene o haya un viento infernal, y su mensaje conmovió a todos: “Gracias de corazón, no hay palabras. Gracias a Dios ahora voy a estar mucho mejor”, dijo emocionado.
Junjo contó que hace poco comenzó a trabajar en una empresa de construcción con el mismo patrón que inició su vida laboral hace más de 25 años. El hombre que prefirió no ser nombrado, también veía “Buen Día Comodoro” y una mañana escuchó a Sole Chorny pedir ayuda para el vecino de Comodoro que todos los días saludaba en el ciclo.
Enseguida se dio cuenta de quién era y llamó al teléfono para convocarlo a trabajar.
“Ellos insistieron mucho”, recuerda Junjo. “Sole siempre decía ‘si alguno tiene algo para hacer que se comunique’ o ‘le vamos a dar una mano porque sé que entre todos podemos’. Yo decía ‘bueno, nunca hay que bajar los brazos’, y un día justo mi jefe lo vio y me llamó. Nos encontramos y me dijo ‘’ ¿Por qué no viniste antes? No sabía que estabas acá’.
Juan Carlos admite que recibió el llamado en el momento justo. Cuenta que ese era el último mes que iba a poder mantener su alquiler y ya no tenía margen de maniobra. “No podía sostenerlo más, estaba deprimido y encima las cosas subieron, el alquiler también subió, pero justo salió trabajo y ahora ya puedo respirar”.
UN FIEL SEGUIDOR
Juan Carlos siempre se dedicó a la construcción. Hijo del barrio Pietrobelli de la zona de Huergo y Saavedra, donde alguna vez estuvo la cancha de Huracán, una vez que dejó la secundaria comenzó a trabajar en el rubro.
Comenzó siendo ayudante y terminó como oficial trabajando en diferentes áreas. Con orgullo, cuenta que estuvo en Las Heras y Los Perales en una época en que no había nada por esa zona. También trabajó en los yacimientos de Repsol y Pan American Energy y en los últimos años se desempeñó como camionero en una importante firma. Sin embargo, en febrero se quedó sin trabajo y tuvo que volver a empezar, a los 48 años.
“Dejé de trabajar por un tema gremial y me costó mucho conseguir este trabajo, porque a mi edad es difícil conseguir. Lo pasé mal, estuve medio deprimido, y me ayudó mucho comenzar a bailar comerciales. Estoy muy agradecido a Gloria de Cultura Comercialera, Monkey, Ana, la Pitu, Julieta y Veros, siempre estuvieron al lado mío”.
Juan Carlos está agradecido, no solo a quienes lo acompañaron, también a Sole y “Marito” porque pudo encontrar trabajo gracias al ciclo que acompañó a los comodorenses durante los últimos cinco años. Su buena onda, enviando mensajes y saludando todos los días desde cualquier punto de la ciudad, hizo que se creara un vínculo que se selló un día que salió en el móvil de ADNSUR.
Su particularidad de ir siempre caminando hizo el resto, como una muestra del esfuerzo de quien quiere trabajar. Así, Juan Carlos tuvo su recompensa y encontró trabajo, algo fundamental en estos días que se viven. De su parte es todo agradecimiento. “Gracias de corazón, no hay palabras”.