La suba de precios equiparó viajar a Coyhaique: qué buscan los chubutenses en el país vecino
Luego de un impasse en que la diferencia cambiaría y se hacía casi imposible viajar a Chile, la suba del peso argentino equiparó el valor con la moneda chilena y el turismo local volvió a elegir el vecino país para una escapada corta. Una opción cada vez más elegida para comer diferente, disfrutar hermosos paisajes y comprar desde ropa hasta electrodomésticos a precios mucho más económicos.
Cruzar la cordillera o recorrer las rutas argentinas es la pregunta que muchos argentinos se realizan al momento de planificar un viaje cerca de casa. En tiempos de Milei y suba del valor del peso argentino, viajar a Chile es una posibilidad acorde a los precios que tenemos en el país, algo que hace rato se había perdido: la diferencia cambiaria entre ambas banderas. ¡Ojo!, no se trata de un beneficio, sino una situación económica que nos puso a la misma altura cambiaria del vecino país. Es que bien lo decía un funcionario en una reunión municipal la última semana: “no recuerdo un momento de la historia en que el peso chileno y el argentino haya estado 1 a 1”.
En ese marco, Coyhaique es una invitación para cruzar la frontera. La ciudad más grande de la vecina región de Aysén se encuentra a 451 kilómetros, apenas 30 más que Puerto Madryn, pero hay un problema: parte del camino es de ripio. La buena noticia es que está en buen estado dentro de todo, es apto para vehículos livianos a una velocidad adecuada y suele tener mucho tránsito durante el día.
Estamos hablando del paso fronterizo Hito 45, conocido también como Coyhaique Alto. Por supuesto, hay otras opciones para llegar, (Balmaceda o por Chile Chico) pero la opción recomendada por todos, incluso por las autoridades chilenas, es el paso fronterizo cercano a Aldea Beleiro.
El viaje en total puede demandar entre 6 y 7 horas dependiendo de la velocidad. Para llegar desde Comodoro, se debe pasar Sarmiento, llegar a la entrada de Río Mayo y en la rotonda, previo a la bajada donde se encuentra el Monumento al Esquilador, girar a la derecha. Ahí comienza el camino de ripio, el momento de armarse de paciencia.
Primero se cruza Ricardo Rojas y más tarde Aldea Beleiro, previo a llegar al paso fronterizo argentino. En ese lugar se debe presentar toda la documentación: DNI, Tarjeta Verde o Azul del vehículo, licencia de conducir y seguro. En caso que viaje un menor y no esté uno de los padres, debe contar con una autorización para salir del país.
El turista deberá cruzar tres puestos, incluido Aduana, donde deberá indicar bajo declaración jurada si lleva algún producto que no entre dentro del equipaje personal. En tiempos de igualdad cambiaria y precios altos, los neumáticos y la tecnología se vuelven dos tipos de productos que suelen ser revisados con mayor detalle. Es que no es un secreto que por estos días muchos argentinos viajan a Chile para comprar neumáticos, tecnología e incluso alimentos, aunque en este último rubro la variación de precios depende mucho del tipo de producto.
Luego de pasar el paso llega la frontera chilena, donde la DPI controla la documentación y la unidad. Y una vez en Chile solo resta una hora de viaje por un angosto camino para llegar a la vecina ciudad trasandina.
Algo que llama mucho la atención al visitante es el contraste de colores. Como si la naturaleza supiese de fronteras, una vez que se ingresa al territorio chileno todo se vuelve verde, entre cordillera, árboles frondosos y hermosos valles de campo. Más cerca de la ciudad el contraste es total, con casas prefabricadas o de madera y techos a dos aguas, sin losa ni ladrillos o bloques como estamos acostumbrados en esta zona de Argentina.
PRECIO MÁS BAJOS Y OTRA VARIEDAD
Coyhaique tiene su encanto, no solo por su paisaje sino también por su arquitectura. La ciudad está directamente conectada a Aysén y Puerto Chacabuco, dos pequeños poblados que no se pueden dejar de visitar. En atractivos turísticos, el Velo de la Novia y la Piedra del Indio son lugares que llaman la atención, pero lo cierto es que sumergiéndose en diferentes caminos es posible encontrar hermosos paisajes para contemplar, tomarse una fotografía o descansar al aire libre.
En este sentido, es necesario saber que la región se caracteriza por su clima lluvioso y húmedo, también por ser una zona fría. Todo dependerá de la suerte.
Si hablamos de precios, la relación varía de acuerdo a lo que se busque. Una habitación puede costar desde 40 mil pesos argentinos hasta más de 163 mil. Hay opciones para todos los gustos.
En cuanto a comida, los valores pueden ser similares a Comodoro Rivadavia. Por ejemplo, en un reconocido restaurante del centro de la ciudad se puede comer un sándwich clásico por 6.500 u 8.900 pesos, chilenos. Mientras que un ceviche de salmón puede alcanzar los 12.000 pesos chilenos y una chuleta de cerdo con papas fritas los 12.500 pesos. Una pichanga o una parrillada, en cambio, oscilan entre los 33.000 y 20.000 respectivamente para dos o tres personas.
Por supuesto, los valores dependen de cada comercio y es posible encontrar precios más económicos. La vida comercial pasa cerca del centro y alrededor de la plaza, donde hay puestos de artesanos, locales de comida y tiendas de ropa para todos los gustos.
En el rubro textil sí hay una gran diferencia de precio, aunque todo depende de la marca. Una campera de montaña, marca internacional, puede costar desde 70.000 mil hasta 210.000 mil pesos, un valor muy diferente a lo que sucede en Argentina. Mientras que en las cadenas de tiendas se pueden encontrar prendas desde 4.000 pesos en adelante.
Quienes viajan destacan la calidad de la ropa que se vende en el vecino país. Así, para muchos turistas traer un regalo siempre es una buena opción, desde una mochila por 40.000 mil pesos o un jean por 16.000.
Al momento de viajar, el combustible siempre es un elemento a tener en cuenta. La nafta premium cuesta 1471 por litro. Aunque a diferencia de Argentina también se puede encontrar combustible de 93 octanos por $1388 y 94 octanos por $1430. El gasoil, en cambio, supera los $1151 y $1264 chilenos.
Por supuesto, pasar por el supermercado en todo país es una buena opción, para conocer nuevos productos y probar otros sabores. En Chile no es la excepción y se encuentra de todo, desde gaseosas importadas y nacionales, como las tradicionales Bilz y Pap o Canadá Dry. Cervezas también hay de todos lados, incluso Coyhaique tiene su propia fábrica. D'Olbek no solo se encuentra en bares sino también en el supermercado o su propia planta ubicada en el sector de Puente La Cruz, sobre la avenida Baquedano.
Chocolates ($4.200), guagüitas, dulces Watts ($1580), mantequilla ($5200) y cecinas ($5290), son otros productos tradicionales del mercado de ese país que pueden conseguirse en los supermercados.
Así, Chile puede ser una buena opción para viajar, comprar alguna muda de ropa y algún producto de supermercado, aunque hay que tener en cuenta que solo se pueden pasar productos autorizados por una franquicia de USD 300 para los mayores de 16 años y USD 150 para los menores de esa edad.
Si se supera ese monto se debe pagar el Tributo Único, un impuesto que se cobra por el ingreso de mercaderías con una alícuota del 50% sobre el exceso de la franquicia. Aunque vale aclarar que dentro de estos conceptos no están autorizados ni neumáticos ni tecnología, solo productos que sean considerado equipaje: “objetos nuevos o usados que un viajero utiliza para consumo personal o para obsequiar, siempre que la cantidad, la calidad, la variedad y el valor no permitan presumir que se importan o exportan con fines comerciales o industriales”.
Así, viajar a Chile es una posibilidad en tiempos de Milei; un destino cercano para disfrutar de un paisaje diferente.