Los índices de inflación se reflejan en todos los indicadores de la economía y obviamente los alquileres no son la excepción. Tras un intento de modificar la ley que dispone un modo de actualización anual que no satisface ni a inquilinos ni a propietarios, lo cierto es que el mercado continúa atravesando los mismos cimbronazos que al resto de los sectores. 

Sin embargo, hay características específicas, que dan lugar a un fenómeno que se consolida con dos caras opuestas: de un lado, el crecimiento de los asentamientos ilegales. Del otro, propietarios que pierden rentabilidad ante la dificultad para actualizar el precio de sus viviendas a un ritmo acorde a la inflación.

Foto: Mario Molaroni.

El coeficiente de actualización para los contratos de alquiler que deben afrontar la actualización anual en el mes de noviembre ascendió al 73,3% sobre el valor que se pagaba hasta el mes anterior, por lo que por ejemplo una vivienda que se pagaba hasta octubre en 50.000 pesos, pasará desde este mes a 86.650 pesos.

El índice para actualizar los alquileres es una combinación entre la inflación anual y la evolución de los salarios que registran el INDEC y el Ministerio de Trabajo, por lo que el sistema busca seguir de cerca al Indice de Precios al Consumidor.

Tal como informó ADNSUR, el mes pasado los alquileres habían subido, en los casos que tocaba la renovación anual, un 67,5%, mientras que un mes antes alcanzaba la barrera del 60%. A este ritmo, referentes de inmobiliarias comodorenses habían estimado que la actualización puede llegar a niveles del 100% entre marzo y junio del año próximo.

La distorsión de precios

Aún con la suba de este mes, que se incrementa casi 6 puntos con relación al mes pasado, analistas del sector local advirtieron que la actualización anual no alcanza todavía la inflación acumulada en el último año.

Según el último dato disponible del INDEC, la inflación acumulada entre septiembre de este año y el mismo mes de 2021 alcanzó un 83%, lo que significa que la equiparación de los alquileres estaría todavía 10 puntos por debajo de esa referencia.

Esto se debe a que el índice considera no sólo la inflación, sino también la evolución de los salarios.  La otra conclusión posible es que evidentemente, los acuerdos paritarios van a un menor ritmo que los precios de la economía, de ahí que terminan ‘ralentizando’ el precio del alquiler.

El alquiler de un dos ambientes puede estar hoy en los 60.000 pesos. Foto: Estudio Flamig.

Claro que afirmar que “los alquileres suben más ‘lento’” puede resultar un doloroso contrasentido para quienes deben pagar todos los meses por una vivienda que no es propia, sobre todo en sectores asalariados que destinan gran parte de sus haberes a ese pago, en el marco actual en el que la economía tiene un ritmo prácticamente hiperinflacionario y diluye los ingresos.

Desde el lado de los propietarios tampoco hay conformidad. Por ejemplo, un pequeño cuentapropista dio como referencia que mientras el alquiler de una vivienda familiar puede estar en torno a los 50.000 pesos, hay productos suntuosos, o mucho menos esenciales que una casa, al precio de un alquiler. Por ejemplo, una paleta de pádel, que puede encontrarse en 52.000 pesos en algunas vidrieras comodorenses. 

Una palea de pádel en 52.000 pesos puede equiparar el valor de un alquiler actual, sobre todo en el mercado informal o de acuerdo entre particulares.

De todos modos, los alquileres desde noviembre tienen nuevos valores como punto de partida, al momento de intentar iniciar un contrato de alquiler. Una vivienda familiar de dos dormitorios puede partir hoy desde los 65.000 pesos, según confiaron desde una de las principales inmobiliarias de la ciudad, mientras que en 3 dormitorios no bajaría de los 75.000 a 80.000 pesos. Un departamento de 1 dormitorio, en torno a los 50.000 pesos.

Una amplia gama de valores

Según se observa en el mercado local, un departamento en la Loma, de dos ambientes, es ofrecido en 60.000 pesos, con cocina integrada, habitación amplia y baño completo. Un departamento de 2 dormitorios, en km. 8, se ofrece en 70.000 pesos. Un dúplex en barrio Pueyrredón, en 150.000 pesos.

Estos valores, mencionados en inmobiliarias, pueden ser más bajos en los acuerdos entre particulares. “Yo pagaba 45 y me querían llevar a 54, pero hablé con el propietario y acordamos en 49”, contó María, una vecina que alquila un departamento de 3 dormitorios en Las Torres. En ese caso, las actualizaciones se hacen cada seis meses, pero entre particulares pueden pactar distintos mecanismos, incluso hasta 3 meses.

Para locales comerciales, la actualización puede seguir realizándose cada 6 meses, a diferencia de las viviendas residenciales, que deben actualizar cada un año. Foto: Mario Molaroni.

“Nosotros no podemos salirnos de lo que dice la ley, que es una actualización anual y en base al coeficiente que da el Banco Central”, explican desde las inmobiliarias, desde donde se caracteriza al mercado comodorense a partir de una alta demanda, que explica el sostenimiento de precios y de casas ocupadas en forma casi permanente.

Esa circunstancia explica por qué la distorsión de precios es hacia arriba y hacia abajo: si bien hay alquileres de viviendas que hoy equivalen a una paleta de pádel, también los puede haber en más de 150.000 pesos mensuales, o, según definió un referente del mercado, “hasta lo que pidan”.

Las viviendas en Comodoro: 20 por ciento de los  hogares son inquilinos

Un informe elaborado por el contador César Herrera, director del Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.N.P.S.J.B, permite un acercamiento a la situación de viviendas en Comodoro Rivadavia.

A partir de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, el investigador realizó una radiografía del régimen de tenencia de vivienda en la ciudad y concluye que el 72% de los hogares son propietarios de la vivienda (en algunos casos, puede tratarse del terreno y en otros, únicamente de la vivienda); hay un 20% de hogares que alquilan; y el 8% restante se distribuye entre posesión con y sin permiso; préstamo o comodato (con pago de impuestos, expensas, etc.).

Situación de viviendas en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly. Elaboración: César Herrera/OEFCE.

Herrera también apuntó que el 92% de los comodorenses vive en casas y 8% en departamentos. Si se aplica el criterio del INDEC, de estimar 3,1 habitantes por hogar, podría proyectarse que en la ciudad hay 49.600 inquilinos y otros 18.600 vecinos en viviendas prestadas, heredadas u ocupadas. 

En números absolutos, sobre un total de 82.000 hogares en Comodoro y Rada Tilly, 50.000 son propietarios; 16.000 viviendas están alquiladas y otros 6.000 hogares son ocupados por personas que los tienen en préstamo, u ocupan la vivienda en trámite sucesorio o también se ubican en alguno de las decenas de asentamientos ilegales de la ciudad.

En ese último punto, hay que recordar que de acuerdo con el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), en la ciudad hay 34 asentamientos, de los cuales 14 son villas, según precisó la concejal Liliana Carnevale. La diferencia, indicó, es que en los primeros se respetan ciertas trazas y posibilidades de urbanización posterior, mientras que en las últimas hay mayor desorden y abigarramiento, que la funcionaria definió como “tugurización”.

Hasta mitad del año pasado, sobre un registro de 19 asentamientos, la estimación era de 15.000 personas residentes en esos espacios, mientras que los datos actualizados hasta un mes atrás elevaron la cantidad de barrios populares en casi un 80%. 

En ese último caso, eventualmente también puede haber viviendas alquiladas o incluso operaciones de compra venta, de allí que hay propietarios de casas sin titularidad del terreno que ocupan.

Ingresos y alquileres

El investigador local también observó los niveles de ingresos de la población, en el marco de un trabajo en el que busca determinar otros aspectos vinculados a pobreza bidimensional.

En ese marco, en base a datos del INDEC para el primer semestre de este año, estableció que el 40% de los hogares de la región reunía ingresos superiores a 155.000 pesos mensuales, hasta un máximo de 885.000 pesos. En ese sector se aglutina el 65% de los ingresos totales.

El mercado inmobiliario local sigue caracterizado por un alto nivel de demanda y escasez de viviendas en alquiler. Foto: Estudio Flamig.

En el extremo más bajo de la pirámide local, un 20% de la población reside en hogares que a valores de la primera mitad del año reunía ingresos de entre 5.000 y 70.000 pesos, lo que representa un 6,5% del los ingresos totales.

En un nivel medio, se concentran hogares con ingresos de entre 70.000 y 155.000 pesos. Los datos reflejan que las circunstancias pueden ser muy variables a la hora de establecer una vinculación entre ingresos y costo de alquiler de viviendas en la ciudad, donde algunos precios pueden responder a la capacidad de pago de los sectores de mayores ingresos, pero abren un gran interrogante hacia el extremo que recibe la parte más chica de la torta.

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