Adicción al sexo: Qué es y cómo evitar el "problema" que tuvo Fede Bal tras separarse de Sofía Aldrey
Luego de la escandalosa ruptura con su ex, el actor brindó detalles de su tratamiento y sorprendió a todos. Marta Rodríguez, médica psiquiatra de Comodoro, habló con ADNSUR sobre esta conducta compulsiva, en qué afecta y cuál es su tratamiento
Esta semana, Fede Bal volvió a ser noticia en los principales programas del espectáculo y tiene que ver con su adicción al sexo.
Tras la escandalosa separación con Sofía Aldrey y luego de nueve meses soltero, el hijo de Carmen Barbieri rompió el silencio y brindó detalles de una terapia particular que lleva a cabo con un psiquiatra.
El “lavarropasgate” invadió las redes sociales a principios de 2023 y tras quedar en el ojo de la tormenta, el conductor reveló cómo lo afectó aquella infidelidad en el día a día. “La adrenalina es algo de lo que este último tiempo, o estos últimos 34 años de mi vida, lo tuve muy cerca. Pero es muy feo normalizar que el sexo o los vínculos no van de la mano si no es con adrenalina. Es triste”, admitió.
"Yo con mi psicólogo aprendí y estoy aprendiendo que tengo una necesidad de estímulos muy grandes, que muchas veces las parejas que tengo no la cumplen. No por ellas. No es la necesidad de hacer el amor todos los días, a la mañana, a la noche, a la tarde", sostuvo Fede Bal.
"Hay una cosa también de estímulo, de necesito que me llegue una fotito, una cosita de mi novia. Tal vez hoy no hacemos el amor y tal vez en esta semana no lo hacemos. Está todo bien, pero yo necesito saber que te gustó, si pensás en mí, qué te pasa. Soy muy hijo único", cerró.
QUÉ ES LA ADICCIÓN AL SEXO
Marta Rodríguez, médica psiquiatra de Comodoro Rivadavia, habló con y contó de qué trata la adicción al sexo.
En primera instancia, reveló que “no estaba reconocida como una patología específica, sino que estas conductas adictivas, estaba dentro de otros cuadros más específicos y se lo puedo ubicar dentro de algunos trastornos vinculados al control de los impulsos. De ahí aparecen lo que tendría que ver con este comportamiento sexual exacerbado, que aparece que puede estar tanto en mujeres como en varones”.
En este contexto, aseguró que esto predomina en edades “entre los 25 y 40 años. Por ahí no está reconocido porque en general para las personas, cuando lo piensan, creen que por ahí no debería ser un problema o hay gente que bromea creyendo que podría ser divertido tener este problema”.
A la hora de las consultas, la doctora indicó que “siempre viene motivada porque la persona lo ve como un síntoma que empieza a generar disfuncionalidad en su fantasías, pensamientos o el impulso sexual interrumpe sus quehaceres”.
QUÉ AFECTA
En primer lugar, la adicción al sexo puede “generar problemas interpersonales, donde tal vez alguien que tiene el deseo de tener un vínculo de pareja, termina teniendo problemas de infidelidad”, informó Rodríguez.
La persona reconoce cierta falta de control sobre una conducta que afecta en primer lugar el desempeño habitual. “El acto sexual motivado por el impulso es irrefrenable, hay culpa no necesariamente por una cuestión de infidelidad, también puede sumar la culpa con personas que tal vez no tenían antes, o después una vez que pasa el impulso reconocen de que en realidad no es algo que realmente deseaban hacer”, resaltó.
En cuanto a las formas de calmar estos impulsos, Rodríguez detalló que una persona generalmente acude a la “masturbación, el ver de forma repetitiva videos pornográficos, es el continuo estímulo sexual de distintas maneras”. “Es una línea delgada, ver vídeos de este tipo en el trabajo podría ser algo que generaría más problemas o hasta también puede ser visto como una perversión sexual para para algunas personas”, agregó y ratificó que esto no distingue géneros.
TRATAMIENTO
La médica psiquiatra afirmó que, para este tipo de problemáticas, lo correcto es llevar a cabo “tratamientos combinados. Se puede pensar en la psicoterapia de tipo cognitiva, donde se empieza a reconocer el problema, entender cuáles serían como los puntos pro y en contra. Eso también ayuda mucho a la persona a ordenarse y ver dónde viene esto”.
El siguiente paso podría vincularse a “la psicofarmacología, utilizando algún medicamento que pueda ayudar a mejorar los síntomas de ansiedad, como por ejemplo, al reprimir la conducta, aparecen síntomas que tienen que ver con la intranquilidad que farmacológicamente se pueden regular”.
Por último, es fundamental “el trabajo grupal, las recomendaciones terapéuticas, poder compartir con otras personas que transitan un problema similar, entendiéndolo siempre desde el momento que el paciente lo reconoce como un sufrimiento”.
LLENAR UN VACÍO
Para Marta Rodríguez, muchas personas acuden al sexo para llenar un vacío de cualquier tipo y esto podría favorecer en la manera donde el cerebro “libera sustancias, adrenalina y demás que nos generan un estado de bienestar”.
Estas conductas compulsivas “tienen que ver más con personalidades narcisistas que se puede dar más en la búsqueda de continuo bienestar y estímulo en el cerebro. El sexo es una de las actividades que podemos hacer que genera muchísimos movimientos de neurotransmisores en el centro de recompensa”, cerró la médica.