La odisea de un hincha de River de Chubut para viajar a Perú a ver la final
Tres vuelos, tres colectivos y miles de kilómetros en cuatro días Nicanor Moreno deberá soportar para llegar a Lima y ver a River en la final de la Copa Libertadores de América. El año pasado el hincha que se viralizó en Twitter estuvo presente en el Estadio Monumental, cuando se suspendió la Súperfinal frente a Boca Juniors, y no pudo viajar a Madrid donde finalmente se jugó el partido. “Cuando me entere que cambiaban la sede llore de bronca, para mi significa mucho poder ir”, le dijo a ADNSUR desde Puerto Madryn.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Estaba todo planificado. Nicanor Moreno (27) y dos amigos iban a salir de Puerto Madryn y pasar por Neuquén a buscar a otro. De allí los cuatros viajarían por ruta a Santiago de Chile, donde se reunirían con otros veinte hinchas de River para ver y sentir la final de la Copa de América, el sueño de todo fanático.
Sin embargo, otra vez el diablo metió la cola y la final, así como sucedió el año pasado, tuvo que cambiar de escenario por la situación de conflicto que se vive en el vecino país.
Para Nicanor fue un golpe en el pecho; no podía creer que otra vez se iba a perder el partido definitorio de la Libertadores, tal como le sucedió en la última edición cuando vio con sus propios como suspendían la Súperfinal por los incidentes que se produjeron en el ingreso al Monumental mientras entraba el micro de Boca Juniors.
Sin embargo, lejos de bajar los brazos, y con la desesperación que sólo puede sentir un fanático, comenzó a buscar alternativas para llegar a Lima y ver el partido de sus sueños. El resultado: tres vuelos, tres colectivos, miles de kilómetros y una estadía de 8 días en la capital peruana.
LA HISTORIA DE UN FANÁTICO
Este lunes, Nicanor, que se dedica a la traducción de textos para empresas chinas, dialogó con ADNSUR y contó cómo se fue gestando este viaje, una verdadera historia de un fanático.
“Nosotros teníamos todo armado: el alojamiento, la entrada y organizado el tema de la nafta. Era todo más accesible pero nos cambiaron todo y ahora quedamos dos; a mi amigo le costó el doble de plata viajar y yo hago todo este periplo porque de alguna manera tenía que llegar”, comenzó contado.
“Para mí significaba mucho poder ir porque el partido pasado me lo perdí. Con mis amigos estuvimos 6 horas al sol adentro de la cancha y al pedo porque había 40 grados; la pasamos para la mierda (sic) y lo terminaron suspendiendo, y a Madrid no pude ir”, recordó sobre la Súper final.
“Por eso perderme otra final de copa era un bajón; No podía faltar y cuando me enteré de que la cambiaban me largue a llorar de la bronca; la pase para la mierda; ‘Otra vez lo mismo, nos cambian la final, no voy a poder ir’, lloraba de la bronca. Miré los precios de los pasajes y salían una fortuna, 100 mil pesos, 80 mil pesos, y esa plata no la tengo por más ganas que tenga. Entonces me puse a buscar cualquier posibilidad y dije ‘tengo millas’, a Lima no puedo ir, pero algún lado me tengo que acercar. Vi Salta y dije ‘ya está; de alguna manera me tengo que acercar’”, contó.
UN VIAJE DE CUATRO DÍAS
El domingo Nicanor iniciará su viaje. Primero unirá Puerto Madryn con Trelew para volar a las 14:00 desde el aeropuerto Almirante Irízar hasta Buenos Aires; aprovechando unas millas que había acumulado de otros viajes para ver a River.
En la capital deberá esperar unas horas en el aeropuerto para tomar un segundo vuelo a Salta, su última parada en Argentina. Con documento en mano, cinco horas después, iniciará un recorrido de 10 horas a Calama, Chile, y y de allí viajará a Arica. Esa será su última parada en el vecino país.
Nicanor luego cruzará a Tacna, al sur de Perú, donde tomará un vuelo a Lima, para llegar recién el jueves a la capital inca. “Tengo un viajecito largo pero porque se fueron al carajo los precios de los pasajes, así que lo más barato que encontré fue esa vuelta que tengo que dar. Allá me junto con mi amigo de Puerto Madryn y otro de Buenos Aires”, explicó.
LA PASIÓN NO SABE DE DISTANCIAS
Nicanor nació en Bahía Blanca, pero a los 17 años se vino a vivir a Puerto Madryn con su mamá. Estudió periodismo en Buenos Aires y se recibió pero nunca ejerció la profesión.
Hace unos años decidió volver a la ciudad del Golfo pero siempre siguió de cerca a su pasión: River.
Su trabajo free lance le permite combinar sus obligaciones con largas horas de viaje, algo que él sabe que sería imposible de realizar con otro tipo de trabajo. Por esa razón, ya estuvo en Belo Horizonte y en Asunción.
Ahora se tendrá que quedar 8 días en Lima, todo con tal de abaratar costos, pero sabe que valdrá la pena.
“Espero que sea con final feliz; espero que sea con la Copa. Si la ganamos los 7 días esos lo pasaremos de fiesta, pero sino bueno me tendré que comer siete días en Perú con toda la tristeza”, indicó con la esperanza de poder gritar campeón en el viaje de su vida.