Este lunes se inauguró en Córdoba la primera etapa de la reversión del Gasoducto Norte, para redirigir el flujo de gas de sur a norte y abastecer a siete provincias argentinas con el gas natural de Vaca Muerta. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, encabezó el acto de apertura en La Carlota junto al ministro de Economía, Luis Caputo, y funcionarios nacionales, donde señaló que el uso del gas propio en lugar del boliviano apunta a una gestión más eficiente de los recursos energéticos del país.

Durante el evento, Francos destacó la relevancia de la obra para la economía y autonomía energética del país. “Con nuestro propio gas ya no vamos a hacer beneficencia con nadie, sino que vamos a utilizar nuestro gas que va a ser un tercio del valor del que veníamos importando. Es una obra que es símbolo para la Argentina”, expresó. Con un ahorro proyectado de aproximadamente mil millones de dólares anuales, la Argentina reemplazará el suministro importado de Bolivia que, tras casi dos décadas de contrato, resulta más costoso que el gas de producción nacional.

Francos también enfatizó que esta decisión refleja la política de inversión del gobierno de Javier Milei. “Aquello que el presidente dijo el día de su asunción, ‘no hay plata’, era una frase que tenía el sentido fundamental de que lo que hubiera había que gastarlo de la manera más eficiente; y esto es una demostración: la Argentina eligió dónde invertir 700 millones de dólares para que revierta en más riqueza”, explicó, refiriéndose al proyecto que, además del ahorro de divisas, también apunta a desarrollar industrias regionales.

La obra, ejecutada por Energía Argentina (ENARSA) y financiada en parte por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y CAMMESA, permitirá transportar hasta 15 millones de metros cúbicos de gas diario para abastecer a Córdoba, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y Tucumán. En palabras de Daniel González, coordinador del área de Energía, esta es una obra de “gran orgullo” al reflejar el impacto nacional de Vaca Muerta, que aporta a la autosuficiencia energética en una región que, al agotarse la producción de gas del noroeste, había comenzado a depender de energía importada.

La primera etapa de esta obra representa, según funcionarios, un paso hacia la autosuficiencia energética, pero también abre la posibilidad de que el gas de Vaca Muerta llegue a mercados externos. “Para la segunda etapa, se podrá exportar el gas nacional hacia otros países”, adelantaron en el acto, una medida que, de concretarse, podría fortalecer el sector energético y las exportaciones del país.

González también sugirió que esta reversión podría ser la última gran obra financiada por el Estado nacional, ya que “el sector privado está interesado en invertir en este tipo de obras”. La posibilidad de inversión privada en infraestructura energética responde al interés de diversificar el origen de los fondos y reducir la carga fiscal en futuras expansiones del sistema de transporte de gas.

Con información del diario Río Negro, redactada por un periodista de adnsur

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