Cómo era la elección de la reina del Petróleo, la fiesta que "ponía en vilo a Comodoro"
Todas las candidatas a reinas, enfundadas en sus mejores vestidos, paseaban en sus carrozas y saludaban al público que las aclamaba al pasar. Los campamentos petroleros “hinchaban” por sus representantes y la fiesta del petróleo les daba la posibilidad de hacerse visibles ante la sociedad. Cuándo comenzó a organizarse esta fiesta, cómo se realizaban las coronaciones y cuál era el rol de la mujer, en esta entrega de “Comodoro, aquella vez”.
El 13 de diciembre es una fecha clave para la ciudad, ya que partir de 1947 se comenzó a festejar periódicamente la “Fiesta del Petróleo” y con ella, la coronación de las reinas. Estos festejos forman parte de la identidad comodorense y la magister en Historia Edda Crespo comentó a ADNSUR sobre sus características y la importancia de la misma en relación al protagonismo de las mujeres.
“Lo que aparecía en esas ceremonias de coronación era esa competencia que había entre las petroleras. Competían extrayendo petróleo, competían cuando lo hacían los clubes de fútbol que había en cada una de esas comunidades, pero también a partir del 47, con la competencia de sus mujeres”, afirmó la historiadora Edda Crespo.
Sobre la organización de la fiesta
La organización general estaba a cargo de la petrolera estatal YPF, y en particular a partir de septiembre comenzaban los preparativos que coincidían con la fiesta de la primavera. Los clubes de los campamentos petroleros organizaban bailes y allí se sumaban las jóvenes y entre todos los concurrentes se elegía a quienes querían que fueran sus representantes. Una vez elegidas, las actividades continuaban hasta el mes de diciembre con bailes en los diferentes cines de las empresas, donde se presentaba a las candidatas.
Cuando llegaba el día de la gran final se realizaba una misa frente al Club Huergo; todas las carrozas con sus candidatas desfilaban y luego en el estadio de YPF se realizaba la ceremonia de coronación.
Año 1951: las elecciones y las conspiraciones
En las ceremonias de coronación había un jurado integrado solo por hombres, pero partir de 1951, las mujeres comenzaron a ser parte del mismo. Esto coincidió con el ejercicio del voto femenino, que se había sancionado en el año 1947.
En torno a estas ceremonias existía la idea que las que ganaban siempre eran las representantes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. En alguna ocasión la prensa realizó encuestas sobre quién era la favorita, dando en la elección final un resultado diferente a las tendencias obtenidas. Esto generaba tensión, por lo que en 1951 se produjo una “conspiración” entre los integrantes del jurado, para que no se coronara a la candidata de YPF.
Ese mismo año las candidatas elevaron un petitorio donde se quejaron sobre la elección, ya que consideraban que estaba arreglada. Fue primera vez que se hizo una solicitada en los medios locales: “la que lleva el vestido blanco sabemos que va a ser la coronada”, acusaban.
“Esto no fue un hecho casual; es justo el año en que las mujeres votan por primera vez. Ahí creo que es importante pensarlo en términos del ejercicio de esos derechos, pero la ceremonia de coronación también está inscripta en ese sentido”, concluyó Edda.
Los sueños de las jóvenes
Estos concursos les daban a las jóvenes protagonismo y para participar debían ser mayores de edad, comentó Crespo, pero en ocasiones se mentía sobre la misma para poder sumarse.
“En aquellas épocas las mujeres soñaban con finalizar sus estudios primarios y secundarios, con ser maestras y poder insertarse y permanecer en el mercado laboral. Para 1947 muchas de las jovencitas que se presentaban habían podido acceder solo a la educación primaria, porque todavía no había en la zona escuela secundaria y entonces ésta era la posibilidad de trascender al espacio público, de mostrarse y poder soñar un poco”, dijo la historiadora.
Las ceremonias de coronación, sus transformaciones y el fin
Desde los inicios y hasta la fecha, la esencia de estas ceremonias sufrió cambios. Entre 1947 y la mitad la década del 60, para las mujeres participar de esta ceremonia era acceder al espacio público, también tenía una vinculación fuerte con la asociación que se representaba, ya fuera étnica o club y esto generaba un gran valor comunitario.
A partir del 65 y hasta el 70 aproximadamente, las candidatas en ocasiones eran estudiantes universitarias y representaban a los centros estudiantiles, cerrando así un ciclo de sus vidas.
Ya en la década del 70, a partir de la última dictadura militar, se perdió todo sentido comunitario y las presentaciones eran individuales, por lo que desapareció así la pertenencia identitaria de antaño.
En el año 2020 el Municipio de la ciudad se sumó a la campaña nacional “Ciudades sin reinas” y el argumento fue que este tipo de concursos basados en la belleza física, generaban estereotipos y discriminación.
Edda Crespo se especializó en el mundo del Trabajo, la Historia de las Mujeres y las Relaciones de Género en la Patagonia, comentó orgullosa que, después de tantas entrevistas que realizó, para ella “todas son sus reinas, hayan salido electas o no”.
Las candidatas de las primeras décadas permanecieron ajenas a estos cambios; ellas siguen manteniendo intacto el orgullo de haber representado a su comunidad.