De las arrugas a la hiperhidrosis, migraña y más: Los usos estéticos y médicos del botox
El Dr. Gabriel Utz, experto en cirugía plástica y estética, explora en profundidad los múltiples beneficios del Botox, tanto en el ámbito cosmético como en el tratamiento de diversas afecciones médicas. Además, aborda los cuidados y precauciones a tener en cuenta.
En el programa "Ensalada Rusa" de SeTa TV, el Dr. Gabriel Utz, especialista en cirugía plástica y estética, dedicó su más reciente columna a explorar en profundidad sobre el Botox, sus orígenes, mecanismo de acción y los múltiples beneficios que ofrece, tanto en el ámbito estético como en el tratamiento de diversas afecciones médicas.
Durante la emisión, el Dr. Utz comenzó por aclarar la diferencia entre el término "Botox" y "toxina botulínica". "Botox es una marca registrada, mientras que la toxina botulínica es el principio activo que se utiliza en diversos productos", explicó. Además de Botox, existen otras marcas como Dysport y Xeomin, que también contienen esta sustancia.
La toxina botulínica es producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. "Su mecanismo de acción se basa en impedir la contracción muscular, al bloquear la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor esencial para la activación de los músculos", detalló el especialista.
USOS ESTÉTICOS DEL BÓTEX
Uno de los usos más conocidos y difundidos del Botox es el tratamiento de las arrugas dinámicas del rostro. "Cuando se inyecta Botox, se produce una disminución de la contracción muscular, lo que hace que las arrugas dinámicas, es decir, aquellas que se forman por la expresión facial, se suavicen y se vuelvan menos notorias", explicó el Dr. Utz.
Según el médico, el efecto del Botox en el tratamiento de las arrugas faciales suele durar entre 4 y 6 meses, y los pacientes que quedan satisfechos con los resultados suelen continuar con las aplicaciones periódicas. "Con el tiempo, incluso se puede extender un poco más el período entre una aplicación y otra", señaló.
Sin embargo, el Dr. Utz hizo hincapié en que el Botox no es la solución mágica para todos los signos de envejecimiento. "Hay otros factores que intervienen en el proceso de envejecimiento, como el fotoenvejecimiento por exposición solar, los hábitos de vida, la dieta y la pérdida de volumen en el rostro, entre otros. Dependiendo de cuál sea el problema que se quiera tratar, se deberá indicar el tratamiento más adecuado", advirtió.
USOS MÉDICOS DEL BOTOX
Más allá de su aplicación estética, el Dr. Utz destacó que la toxina botulínica también se utiliza en el tratamiento de diversas afecciones médicas.
Una de ellas es la hiperhidrosis, es decir, la sudoración excesiva. "Al inyectar Botox en las zonas afectadas, como las axilas o las palmas de las manos, se logra inhibir el estímulo nervioso que provoca la secreción de sudor, reduciendo significativamente la sudoración", explicó el especialista.
Según el Dr. Utz, el tratamiento de la hiperhidrosis con Botox suele ser muy efectivo, con resultados que pueden extenderse por varios meses. "Los pacientes que sufren de este problema me comentan que es como un 'antes y después', ya que la disminución de la sudoración es realmente notable", afirmó.
Otra aplicación médica del Botox es el tratamiento del bruxismo, es decir, el rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria, principalmente durante el sueño. "Al relajar los músculos de la mandíbula, el Botox puede ayudar a reducir los síntomas del bruxismo y prevenir el desgaste dental", explicó el Dr. Utz.
Asimismo, el Botox se utiliza en el tratamiento de migrañas crónicas. "En este caso, el Botox se inyecta en puntos estratégicos del cuero cabelludo y la cara, con el objetivo de bloquear los estímulos nerviosos que desencadenan los episodios de migraña", detalló el especialista.
Por otro lado, el Dr. Utz mencionó el uso del Botox en el tratamiento del blefaroespasmo, una afección caracterizada por un parpadeo involuntario y constante. "En estos casos, el Botox se inyecta en los músculos del párpado para relajarlos y disminuir la sintomatología", indicó.
Otro uso del Botox mencionado por el Dr. Utz es el tratamiento de la sonrisa gingival. "Cuando una persona sonríe, intervienen dos músculos elevadores, el del labio superior y el común del ala de la nariz. En algunos casos, estos músculos se contraen en exceso, exponiendo una mayor cantidad de encía por encima de los dientes", explicó el especialista. Al aplicar Botox en esas áreas, se logra relajar esos músculos y disminuir la exposición excesiva de las encías, mejorando notablemente la estética de la sonrisa.
Además de las aplicaciones más conocidas, el Dr. Utz también abordó algunas tendencias emergentes en el uso del Botox, como el "Baby Botox" y el "Barbie Botox".
El "Baby Botox" hace referencia a la aplicación de dosis más pequeñas de la toxina botulínica, con el objetivo de lograr resultados más sutiles y naturales. Por otro lado, el "Barbie Botox" consiste en la aplicación de Botox en el músculo trapecio, ubicado en la parte posterior del cuello, para afinar y dar mayor definición a esa zona.
CUIDADOS Y PRECAUCIONES
Si bien el Botox es generalmente bien tolerado, el Dr. Utz advirtió que, como todo procedimiento médico, puede presentar algunas complicaciones menores. "Pueden aparecer efectos secundarios como cefalea, irritación o hematomas en el sitio de aplicación. Sin embargo, estas reacciones suelen ser leves y transitorias", aseguró.
Asimismo, el especialista recalcó la importancia de acudir a un profesional médico capacitado para la aplicación del Botox. "No es recomendable que este tipo de tratamientos se realicen en centros de belleza o por personal no calificado, ya que se corre el riesgo de que la toxina se distribuya de manera inadecuada y se produzcan efectos indeseados", advirtió.
En cuanto a la duración del efecto del Botox, el Dr. Utz explicó que, si bien el promedio es de 4 a 6 meses, puede variar de paciente a paciente. "Hay personas que presentan una mayor duración del efecto, mientras que en otros casos el resultado puede ser más efímero. Por eso es importante el seguimiento y control por parte del profesional", señaló.
Finalmente, el especialista hizo hincapié en la importancia de tener expectativas realistas al momento de someterse a un tratamiento con Botox. "No todo se resuelve con Botox. Hay que evaluar cada caso en particular y determinar cuál es el tratamiento más adecuado, ya sea estético o médico. Lo fundamental es confiar en un profesional capacitado que pueda guiar al paciente en el camino correcto", concluyó el Dr. Utz.