¿Comodoro fue un blanco de guerra durante el conflicto de Malvinas?
Documentos que estuvieron ocultos durante 40 años revelaron que la Fuerza Aérea Británica tenía un plan secreto para bombardear las principales ciudades del continente Argentino durante la Guerra de Malvinas en 1982.
Comodoro Rivadavia fue uno de los puntos estratégicos durante el conflicto y se transformó en el Teatro de Operaciones Especiales. Desde aquí partían los vuelos que tenían como destino final las islas del archipiélago. Aeropuerto, puerto, acueducto, yacimientos petroleros y hospitales eran lugares vitales que los ingleses tenían identificados en su mapa de guerra. ¿Fue Comodoro un blanco de guerra en el conflicto de Malvinas?
La información sobre un posible ataque al continente era un secreto a voces en la ciudad, iba de boca en boca pero nunca tomó estado público. La información que los medios de comunicación transmitían a la comunidad llegaba de un parte oficial que daban las fuerzas militares en la Cámara de Comercio de la ciudad. Concentrada, filtrada y controlada. Sin embargo, en la ciudad se realizaron algunos simulacros y operativos de oscurecimientos para estar preparados en caso de un eventual ataque.
Ex combatientes, un médico, un periodista y un integrante de las Fuerzas Armadas repasan el plan secreto que tenía Inglaterra y que identificaba –entre otras ciudades cabeceras –a Comodoro Rivadavia como un lugar necesario durante el conflicto de Malvinas.
DESCLASIFICADO
Un informe publicado en 2022 por una revista especializada -The Aviation Historiany- reveló que la británica Royal Air Force planeó el bombardeo con aviones Avro Vulcan sobre bases aéreas argentinas de Comodoro Rivadavia, San Julián, Río Gallegos y Río Grande.
El plan tiene fecha 24 de mayo de 1982 y justificaba el ataque porque “reduciría la efectividad de las fuerzas aéreas argentinas en atacar nuestras unidades marítimas y la efectividad del apoyo terrestre y logístico para las fuerzas argentinas en las Malvinas”.
El plan británico recién se conoció en 2022, para el ataque se usaría un único avión bombardero “Avro 698 Vulcan” que partiría desde la isla Ascensión, en el Océano Atlético. La ruta incluía cuatro escalas para recargar combustible y un plan de regreso con una posible parada en Chile: Las ciudades a atacar serían Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Puerto San Julián, Buenos Aires y Córdoba.
“Cuando se conoció ese documento y tomó estado público derrumbó las versiones de trascendido y se convirtió ya prácticamente en un tema que marcaba que era un objetivo primario para los británicos y nosotros pocas chances o ninguna teníamos de defendernos porque –repito- nuestra logística hablando de Fuerzas Armadas era pobre en comparación con los británicos”.
“En todo conflicto bélico de ambas fuerzas se tiene información de todo, señala Rodolfo Gollob, ex combatiente cuando se le pide su opinión sobre los rumores que circulaban. Malvinas no es solamente Malvinas, es el litoral marítimo también, es totalmente seguro que tendrían distintos puntos neurálgicos para atacar el continente argentino”.
“Se apuntaba al acueducto, al yacimiento petrolero y el aeropuerto que eran los sectores estratégicos para todo tipo de acción de las fuerzas armadas argentinas. Evidentemente estaban organizando una posible invasión o bombardeo aquí en la zona continental y Comodoro Rivadavia mirado como la zona más importante en función de los que significa estratégicamente por ser la ciudad más importante en la región patagónica”, explica Aníbal Micardi, periodista que cubrió el conflicto de Malvinas y tuvo la oportunidad de viajar a las islas el 3 de abril de 1982.
LA MIRADA DE LOS EX COMBATIENTES
Juan Pérez, presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Comodoro Rivadavia se permite dudar de aquellas versiones. Es que en las Islas, como él las nombra, se vivía una realidad paralela, distante, recortada y aquellos rumores nunca llegaron.
“No hay nada que compruebe fehacientemente que los británicos tenían planificado atacar el continente. Nosotros estábamos allá en la isla y no teníamos ninguna información. Nos enterábamos cuando llegábamos acá al continente incluso por algunas cartas que nos enviaban algunos familiares que acá se estaban haciendo algunos simulacros nocturnos pero más allá de eso no sabíamos más nada de lo que estaba pasando acá.
No teníamos comunicación con nuestra familia, sino a través de las cartas que muchas veces llegaban y otras veces ni llegaban. A partir de ese momento nos fuimos enterando de un montón de cosas que estaban sucediendo y habían sucedido”, cuenta Juan.
Roberto Barrientos partió junto a sus compañeros hacia Malvinas el 2 de abril a la madrugada. Pertenecía al Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina con base en la VII Brigada Aérea de Morón y actualmente es el Coordinador del Centro de Salud conjunto de Veteranos de Comodoro Rivadavia.
“Se sabía que los ingleses iban a atacar el continente por una cuestión lógica, los aviones salían de acá para allá para atacar, entonces se sabía que había una hipótesis segura de que los ingleses tenían en la mira atacar las bases aéreas nuestras, pero en contrapartida el comando aéreo nuestro planificó la operación Pampero que era para contrarrestar los ataques de los a aviones Vulcan. La misión era detectar, interceptar y destruir”.
Sin embargo, cuenta que Estados Unidos no lo iba a permitir porque estaba vigente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TRIAR), a través del cual los países de Latinoamérica se unirían y las secuelas iban a ser imborrables”.
LOS HOSPITALES, ANTE UN POSIBLE ATAQUE
“Escucho en la radio que había desembarcado un grupo comando en Malvinas. Llegué al Hospital y ya nos estaba esperando el director, nos reunimos todos los jefes de servicio y la información que se trasmitió fue que había que evacuar el hospital porque no se sabía lo que iba a pasar. No hubo nada que se agregó pensando que iba a ser una carnicería. Todo fue lo que teníamos en el hospital; por el contrario se perdió, porque había hasta cajas de cirugía que fueron llevadas de Comodoro del Hospital Alvear, Regional y quedaron en Malvinas y nunca las recuperamos”, recuerda el Dr. Jorge Wainer, quien se desempeñaba como Jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Regional durante la guerra de Malvinas y quien intervino quirúrgicamente al soldado García, uno de los primeros heridos de guerra en arribar al continente.
UNA SOLA VOZ
Rápidamente Comodoro Rivadavia se transformó en el Teatro de Operaciones (TOM), la información estaba concentrada en las fuerzas Militares que dosificaban qué y cómo se transmitía. “No había otra manera de tener información que no sea del canal oficial del gobierno- relata el periodista Aníbal Micardi. Los primeros comunicados hablaban del desembarco de Tropas Argentinas en las Islas Malvinas y de la recuperación de los archipiélagos australes. Luego se concentró la información exclusivamente en un parte oficial que daban las fuerzas militares todas las tardes en la Cámara de Comercio. Allí se daban a conocer las “novedades”, porque todo era muy relativo. Era una información muy concentrada, pasaba varios filtros, absolutamente controlada por las fuerzas armadas y esa era la información que se difundía a través de los canales, diarios y radios”.
Lo extra oficial quedaba en el terreno de lo privado y no tomaba estado público. “Nosotros podríamos llegar a escuchar en algunas radios chilenas que daban algunas informaciones que tenían poco que ver con lo que aquí se difundía. Algunos radioaficionados captaban radios de Inglaterra, información que a veces llegaba a los odios de la prensa pero sin tener chances de hacerlas públicas. También a través de las radios chilenas teníamos la información de que el choque bélico era inminente, daban a entender que la guerra era muy desfavorable a las tropas argentinas, marcaban las diferencias de tecnología, de capacitación y de preparación”, recuerda.
¿Por qué se desactivó el plan de ataque?
Roberto Barrientos, actual coordinador del Centro de Salud conjunto de Veteranos de Guerra y ex combatiente, señala dos cuestiones a analizar: “Primero que no había una guerra declarada entre dos países, porque si ellos hubieran atacado el continente nosotros también hubiéramos atacado Inglaterra y ahí puedo decir que era una guerra entre dos países con bases en cada país. En esta situación era un territorio que era discutido por los dos y se realizó la guerra en la jurisdicción de ese territorio. Por eso fue una guerra no declarada donde hubo hostilidades de parte de los dos países. De haber escalado el conflicto y de haber tocado el continente, automáticamente el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) se hubiera puesto en funcionamiento. Y por otro lado hubiera sido un ataque a un país, entonces ahí había una guerra declarada”, puntualiza.
Sin duda, era un operativo complejo y arriesgado. Así lo entiende Micardi quien señala que “era necesario hacer re abastecimiento de combustible en el aire para poder llegar al continente, luego a la vuelta re abastecerlo para poder llegar a la isla Ascensión. Sonaba muy loco pero la capacidad y la tecnología la tenían como para hacerlo”.