¿Cuánta azúcar tiene una copa de vino?
Dependiendo de dónde fue elaborado el vino, el total puede incluir azúcar añadida o azúcar de jugo de uva no fermentado. Algunos vitivinicultores añaden azúcar al vino tinto seco después de la fermentación con tal de que adquiera un sabor “más suave” para el paladar estadounidense.
Los vitivinicultores emplean varias técnicas para lograr las propiedades y los perfiles de sabor deseados. Es posible que la adición de sulfitos como conservadores aparezca en la etiqueta para notificar a las personas que podrían ser alérgicas, pero es legal que se usen 60 distintos aditivos sin divulgarlo. En cuanto al azúcar, las normas varían según el estado. En California, por ejemplo, no se permite añadir azúcar en ningún momento del proceso de la elaboración del vino. Ahí, los vitivinicultores pueden recurrir al jugo de uva no fermentado para afinar el dulzor.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, una copa de vino tinto de mesa de 148 mililitros usualmente contiene cerca de 0,9 gramos de azúcares totales, mientras que una copa de vino blanco chardonnay contiene 1,4 gramos.
Un vino dulce digestivo, por lo general servido en una copa más pequeña de entre 60 y 90 mililitros, contiene hasta 7 gramos de azúcar.
Dependiendo de dónde fue elaborado el vino, el total puede incluir azúcar añadida o azúcar de jugo de uva no fermentado, junto con el azúcar presente de manera natural en las uvas.
La Pautas Alimenticias para Estadounidenses de 2015 recomienda imitar la ingesta de azúcar añadida a no más del diez por ciento de las calorías diarias, lo que equivale a cerca de 12 cucharaditas o 50 gramos. La American Heart Foundation recomienda limitar el consumo aún más: seis cucharaditas (cerca de 25 gramos o 100 calorías) al día en mujeres y nueve cucharaditas (30 gramos o 150 calorías) al día en hombres.
Además de añadir azúcar con el propósito de endulzar el vino, algunos productores lo hacen antes o durante la fermentación para lograr un determinado grado de alcohol. Las uvas más maduras tienen niveles más altos de azúcar, pero si las uvas disponibles no están tan maduras, un vitivinicultor podría añadir azúcar para ayudar a la fermentación y obtener la cantidad de alcohol deseada.
Fuente: www.debate.com.mx