El 27 de diciembre de 1933 la Comisión Directiva decidió avanzar en la construcción del Teatro Español, que sería inaugurado el 25 de Mayo del año siguiente en adhesión a la fiesta patria, aunque pasarían varios meses hasta que la sala quedara totalmente acondicionada y habilitada para proyectar cine y recibir a grupos teatrales.

La obra fue gestada por la comisión directiva que presidió Teodoro Cereceda acompañado por Manuel Fernández del Prado como secretario y Marcos Soto como tesorero. Juan Acuña, Joaquín Bordagi, Lázaro Campos y Rufino Riera fueron los vocales titulares y Eladio Cánova y Pedro de Miguel los suplentes. Santiago Fernández y Lupo Morán conformaron el jurado y Santiago Busnadiego fue elegido como revisor de cuentas.

El estilo renacentista español del edificio fue obra del arquitecto Luís Gazin y la ejecución del proyecto estuvo a cargo del Sr. Graziadino Trevisán, aunque distintos testimonios refieren el significativo aporte de don Toribio Larrea, ingeniero español que no poseía título habilitante para ejercer en la zona.

Con una capacidad para 745 espectadores, 505 plateas, 128 personas en palcos altos y 112 en palcos bajos, el Teatro Español fue catalogado por los medios de comunicación de la época como “el salón de espectáculos mejor dotado en todo el sur de la República”.

Don Roque González era el titular de la empresa Coliseo y estaba a cargo de la distribución y exhibición de películas en la Patagonia. Una vez por semana se celebraban reuniones con los concesionarios de los cines de Astra, YPF, Diadema y Km 8 para definir la compra de cintas y la programación semanal. Para promocionar las veladas en los campamentos petroleros se realizaban volantes y más tarde algunas empresas editaron un boletín informativo que distribuían entre sus empleados anunciando los estrenos. Cuando Don Roque González alquiló el salón de la Asociación Española se avanzó en la adecuación del espacio para la proyección de películas.

Atractivo

Tres meses antes de la inauguración oficial de la nueva sala del Teatro Español, el diario La República vislumbró el comienzo de una nueva etapa cultural en el pueblo.

“Este año tendrá el atractivo de que su hermosa sala, más amplia y al estilo de los grandes teatros del país constituirá el punto de reunión más popular ya que es allí el punto de cita de la mayoría de las familias de este pueblo y las muchas que vendrán de los YPF y de las Compañías vecinas deseosas de diversión”

La sede social de La Española fue desde el comienzo el punto obligado de las celebraciones del pueblo y ahora se perfilaba como una sala de cine comparable a las de Capital Federal.

Cuatro días antes de su inauguración oficial, La República anunció la llegada de los nuevos equipos sonoros a bordo del vapor “Atlántico”. Las nuevas máquinas constituían para la época “la última perfección en la técnica de sonido y son aplicables a la denominada doble proyección”.

Progreso y cultura

“Esta noche, a las 21.30 hs será inaugurada oficialmente por la empresa Coliseo la nueva y suntuosa sala de espectáculos que se suma al progreso de nuestro pueblo. El Teatro Español, exponente de progreso y cultura es toda una obra de arte y ha sido dotado de todas las comodidades que lo colocan al nivel de cualquiera de Capital Federal”.

Así lo anunció en sus páginas el diario La República, el sábado 7 de julio de 1934.

Una de las primeras obras proyectadas fue una “super producción” titulada “El Rey de los Gitanos”, hablada y cantada en castellano por José Mojica y Rosita Moreno. El martes 10 de julio se proyectaron “Los tres mosqueteros” y “El Demoledor”.

“Las butacas Pullman son una verdadera novedad y significan confort para el público, pero desgraciadamente algunos no lo han entendido así y dando muestra de verdadera incultura se les ha visto haciendo lo imposible por destrozar las butacas en una forma maligna, por más que se pretenda disfrazarla como broma o casa de espíritus graciosos, resultando en cualquier caso una broma de mal gusto y poco edificante, por cuanto hubo quien consiguió su propósito”, advirtió el diario al día siguiente. Pero en la noche del domingo hubo quienes fueron más lejos y directamente cortaron el cuero de los asientos. “Es penoso tener que confesar que contamos en esta población con elementos negativos capaces de actos tan censurables de incultura pero no podemos ni queremos silenciarlos para someter a consideración del vecindario a los autores de semejantes hechos que, aunque ignorados, no faltará quien los tenga identificados”.

La obra del domingo 29 de Julio de 1934 fue un éxito. “La Casa de Salud”, de Joaquín Dicenta (hijo) y Antonio Poso (hijo), fue “el plato más nutrido de cuantos hayan sido servidos en los escenarios de esta localidad”, dijo el diario La República.

Los primeros párrafos de la crónica periodística destacan “con verdadero placer que el mayor número de espectadores corresponde a la empresa oficial de Km3 lo que dice mucho en valor de la juventud”. Por entonces proliferaban los cines en los campamentos petroleros y que la población optara por asistir al cine de La Española era un dato de relevancia.

El cine volvía a producir un cambio fundamental en la vida social de Comodoro Rivadavia, como cuando en 1910 don Casimiro Tabeada emprendió la primera proyección de películas en el pueblo. En 1916 abrió sus puertas el cine San Juan, en Carlos Pellegrini al 837, adquirido por don Roque González, quien iniciaría una etapa decisiva en la historia del espectáculo cinematográfico a nivel local. Seguidamente se habilitaron los cines de YPF, Astra, ComFerPet y Diadema .

Foto: Teatro español

ADNSUR está certificado por CMD Certification para la norma CWA 17493 de JTI, octubre 2024-2026. Ver más
¿Querés mantenerte informado?
¡Suscribite a nuestros Newsletters!
¡Sumate acá 👇🔗!
Recibí alertas y la info más importante en tu celular

El boletín diario de noticias y la data urgente que tenés que conocer